La hora de las responsabilidades

A la hora de las responsabilidades, morales e históricas, a la jueza Janine Ríos y al fiscal Jalil Rachid, les corresponderá el deshonor de haber cometido una gran injusticia, pudiendo evitarlo

Por Wari

11/10/2013

Publicado en

Columnas

0 0


A la hora de las responsabilidades, morales e históricas, a la jueza Janine Ríos y al fiscal Jalil Rachid, les corresponderá el deshonor de haber cometido una gran injusticia, pudiendo evitarlo.

Es casi seguro el fin de la Audiencia Preliminar del proceso judicial sobre la masacre de Marina kue. A las 9 de la mañana del día miércoles 9 de octubre de 2013, a puertas cerradas, bloqueado el Palacio de Justicia por un cerco policial, casi casi bajo secreto, excluído el público de participar por una inconsulta decisión de la jueza, 11 personas estarán bajo la amenaza de ir a un juicio oral que a todas luces no debería suceder.

Ya ha sido probado que este proceso es nulo y que no garantiza la realización de justicia en él. El desempeño de la jueza Janine Ríos durante la Audiencia Preliminar ha sido vergonzoso y catastrófico, actuando como parte de la Fiscalía, manteniendo permanente comunicación gestual con el fiscal Jalil Rachid y aprobando todas las arbitrariedades que éste ha cometido, tales como las cajas de pruebas que no fueron presentadas siguiendo el debido proceso. Ese es sólo un ejemplo de los muchos que ya han sido descritos y relatados en muchos lugares y que han dado origen a una serie de recusaciones presentadas por la defensa de esas 11 personas.

La jueza Janine Ríos, de no anular este proceso y con ello posibilitar que la muerte de 17 personas el 15 de junio de 2013 sea seariamente investigada, se hace responsable personal, histórica moralmente de no hacer justicia, de avalar la impunidad que construye la fiscalía a cargo de Jalil Rachid, de ligar para la historia su nombre al descrédito, la ignominia y la falsía. Porque la investigación que avalará, si es que insiste en elevar la causa a juicio oral, de investigación tiene sólo el nombre. No hay pruebas de que el fiscal Jalil Rachid haya efectuado esta investigación, y que más bien solo ha dado continuidad a lo que redactó en su momento la fiscala Ninfa Aguilar.

La falta de seriedad y profesionalidad del fiscal Rachid son tales que la jueza Janine Rios ha debido salvar su actuación durante la Audiencia Preliminar, como antes hizo el juez José Dolores Benítez. Esa falta de profesionalidad tiene la intención política de dejar en la impunidad las responsabilidades criminales e ideológicas en esta masacre. No se sabrá, siguiendo esa investigación, lo que pasó en Marina kue, ese día, la forma y motivo de las muertes, las razones y actores que llevaron a ese crimen masivo y las responsabilidades públicas involucradas.

Porque la masacre de Marina kue fue realizada en el contexto de una espúrea orden judicial de allanamiento, llevada adelante por una fiscala acompañada de un mando policial, por impulso de diputados en ejercicio y de una empresa que usurpa aún las tierras estatales que se ensangrentaron ese 15 de junio de 2013.

Jalil Rachid y Janine Rios, si esta última no resuelve anular el proceso, quedarán para la historia como los constructores del silencio criminal, cómplices de la impunidad, servidores de la injusticia y sobre todo como el epítome de la falta de profesionalidad en toda la historia de la justicia paraguaya.

No será el pueblo paraguayo cómplice de este crimen judicial, y por ello, de distintos modos y desde distintos lugares, pide la nulidad de esta causa, porque no seremos cómplices.

Pelao Carvallo

Asunción, 8 de octubre de 2013

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones