La verdad sobre la expansión urbana

Es evidente que hay una campaña de prensa orientada a desinformar a la opinión pública y a ablandar a la Contraloría General de la República para que finalmente ésta tome razón de una inicua resolución administrativa de la Intendencia que, obedeciendo ciegamente la instrucción del ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), contempla el cambio de […]

Por Mauricio Becerra

25/06/2012

Publicado en

Columnas

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Es evidente que hay una campaña de prensa orientada a desinformar a la opinión pública y a ablandar a la Contraloría General de la República para que finalmente ésta tome razón de una inicua resolución administrativa de la Intendencia que, obedeciendo ciegamente la instrucción del ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), contempla el cambio de uso de suelo de 10.000 has. agrícolas para transformarlas en urbanas.

Si ello ocurriera los únicos ganadores serían los especuladores con el recurso suelo y esto lo saben todos aquellos que se desenvuelven en este sector de la economía. A los nuevos negocios inmobiliarios se les puso el rimbombante nombre de Zonas Urbanizables Condicionadas (ZUC) en terrenos de 60 has.

Con la idea de evitar esa acomodaticia y deshonrosa medida, denominada modificación PRMS-100, que generaría ingentes plusvalías patrimoniales a los regalones de siempre, recientemente 63 organizaciones ciudadanas y el Colegio de Arquitectos de Chile requirieron al ente fiscalizador que rechace esta pretensión plutocrática por razones de orden técnico y de procedimientos.

Recordemos que la Cámara de la Construcción, poder fáctico de excelencia, interesada en la materia, basada en un informe de una universidad privada que recibe cuantiosos recursos del Estado, pregona a través de la prensa con inusitada insistencia que en el Gran Santiago quedarían solo 1.800 hectáreas para construir viviendas, lo que nos trae a la memoria pretéritas campañas del terror.

Como es una falacia que lo plantean los interesados en esta ingeniosa fórmula para ganar plata, traemos a colación lo que afirma Pablo Trivelli, editor del “Boletín del Mercado del Suelo en Santiago”, documento que es utilizado recurrentemente por aquellos que se desenvuelven en estos negocios y por los propios funcionarios del Minvu.

Le manifestó a la radio de la UCH que “Las áreas urbanas ya ocupadas tienen como 83.000 has en la Región Metropolitana y las áreas normadas con uso urbano tienen 123.000 has, eso significa que quedan 40.000 has. Hay un informe del Minvu del año 2010 que dice que el consumo anual de suelo urbano en la Región Metropolitana es de 700 has, por lo tanto nos quedan 40.000 ………son como casi 60 años……..Hay terrenos de sobra”. Más claro imposible.

Trivelli es un profesional que no está en el juego de la especulación, porque es un reconocido académico universitario y dijo lo que muchos saben, pero que lo callan por conveniencia. Así las cosas, la difusión del supuesto déficit de suelo que ha contado con varios minutos en las pantallas de TV es para distorsionar los hechos y gracias a la libertad de expresión el ardid ha quedado al descubierto.

Es del caso señalar que el proyecto PRMS-100, ya fue rechazado en su oportunidad por la Contraloría por motivos de forma y fondo. Pero el gobierno, para evitar la necesaria nueva votación en el Consejo Regional (CORE) Metropolitano, ingresó directamente en la Contraloría su mimado proyecto, para así evitarse el riesgo del rechazo, ya que en la votación anterior el intendente de la época mintió respecto a una gestión determinada, informada descriptivamente por nosotros al ministro Pérez Mackenna.

La modificación tampoco contó con la forzosa Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), exigida por la nueva legislación ad hoc, hasta estos días la opinión pública desconoce los nombres de aquellos particulares que obtendrían las plusvalías patrimoniales derivadas de los nuevos usos de suelo, no existió un adecuado proceso de participación ciudadana y se vulneró la restrictiva legislación que tienen los predios rústicos de 0,5 ha (parcelas de agrado) acogidos al DL 3.516 de 1980, habida consideración que en esas 10.000 has hay un cierto porcentaje de esas subdivisiones que se deben mantener como agrícolas.

El domingo 24 de junio pasado El Mercurio publicó el reportaje “En tres décadas, el precio del suelo en el Gran Santiago subió casi 1.000%” y refiriéndose al PRMS-100 entrevistó a 2 especialistas, uno de los cuales era Trivelli, quien expresó algo así al periodista, aludiendo a una visita que él había hecho al Comité Inmobiliario de la Cámara de la Construcción : ”……….lo que ustedes quieren no es más suelo, sino suelo a los precios que los harán felices o que generen plusvalías” es decir, suelos agrícolas que, como todos sabemos, por estar localizados más allá de los límites urbanos, son baratos.

En síntesis, estamos ante una situación absolutamente surrealista, propia de los países en donde las cosas se hacen de acuerdo a la discrecional decisión del jefe supremo y por ello estaremos atentos al desarrollo de los hechos, ya que en una de esas Piñera opta por hacer bien las cosas y ordena a sus subordinados para que retiren de la Contraloría este proyectito tan vilipendiado por la ciudadanía y por los que saben de desarrollo urbano sustentable.

También nos extraña sobremanera que los parlamentarios mantengan una mudez absoluta en esta discusión. ¿Temen emitir sus puntos de vista o lisa y llanamente no les interesa para nada esta delicada materia?

Patricio Herman

Fundación Defendamos la Ciudad

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