Los cambios políticos, nuevos nubarrones para la economía mundial

No obstante el estímulo de los más de US$ 4,5 billones que determinó la FED, con el QE3 (Quantitative Easing), la caída del dólar después de los acuerdos del G20 en febrero, la política expansiva del BCE, la participación del Banco Central de China, el BOJ  de Japón y la sumatoria de todas las emisiones de los bancos centrales de los grandes países, que en los últimos cinco años han sobrepasado los 12 billones de dólares desde la crisis de Lehman Brother, nada de eso ha servido para derrotar la debilidad económica global, que sigue firme y parece tomar más fuerza con cada factor negativo que surge, como los que analizaremos brevemente a continuación.

Los eventos políticos que mencionaremos tendrán una fuerte influencia como efectos negativos que impactarán en la economía global, con consecuencias que podrían derivar borrando los frágiles avances en la economía de varios países, entre ellos de Norteamérica. Pronto se decidirá la salida o permanencia del Reino Unido respecto de los acuerdos que la unen con la Unión Europea, en un referéndum que se ha fijado para el 23 de junio. También se realizarán elecciones el 26 de junio en España, donde  aún subsiste la incertidumbre sobre los partidos que asumirán el poder. Otro evento de gran importancia serán las elecciones presidenciales de Estados Unidos que se realizarán el martes 8 de noviembre de 2016, donde se ha levantado la campaña de Donald Trump, que no obstante su avance, aún se ve muy difícil que pueda vencer a su oponente Hillary Clinton, del partido Demócrata.

A los acontecimientos en Brasil y  Venezuela que han sido conocidos por todos, debemos sumar la fuerte resistencia de la población en Argentina respecto del gobierno de derecha de Macri. No podemos soslayar las crecientes protestas que se observan en Chile en sectores sociales  como los estudiantes, pescadores, taxistas, sindicales, etc. En Perú está programada una segunda ronda electoral para el 5 de junio entre Keiko Fujimori, de derecha y Pedro Pablo Kuczynski, de centro derecha, que cambiará la política de Ollanta Humala, quién abrió el camino a la derecha peruana, debido a los escándalos de corrupción política en su gobierno, todo lo cual agrega negros nubarrones de  incógnita en al futuro económico de Latinoamérica.

No debemos olvidar las tensiones con Corea del Norte, a lo que debemos agregar las tensiones con Irán, que ha amenazado con cerrar el estrecho de Ormuz, por donde transita una importante parte de la producción mundial de petróleo. No son buenos los resultados económicos en China, Grecia e Italia. Grecia parece avanzar en las negociaciones para nuevas concesiones y sostener su economía, lo que no exime al país de entrar en una crisis mayor. Italia está dando señales muy preocupantes en su sector bancario que  cuenta con más de 500 bancos y una gran cantidad de créditos tóxicos que amenazan seriamente la solvencia de ese país, un golpe mortal para la UE.

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Europa y Estados Unidos mantienen condiciones muy severas de alertas ante la posibilidad de atentados del Estado Islámico, a causa de un terrorismo selectivo que ha elevado las alarmas en las centrales nucleares de Bélgica, a tal punto que las autoridades han analizado la distribución de pastillas de yodo a la población con antelación y estar preparados frente a la eventualidad de algún ataque que dañe alguna central de energía  nuclear y produzca fuga radiactiva. Otro factor importante a considerar, es que no se descarta una nueva caída del precio del petróleo a nivel mundial con el oro al alza que roza US$ 1.300 la onza. Si confluyen dos o más eventos como los mencionados, acelerarán la entrada de Estados Unidos en recesión a fines de año, una tormenta perfecta para el resto del mundo.

Debido a su gravitación, es conveniente hacer algunas precisiones sobre China por su incidencia para proyectar el  aumento o disminución de la actividad mundial. Los datos de abril no son optimistas. La producción industrial fue de 6% cuando se esperaba un 6,5%. En el caso de las inversiones, estas desaceleraron un 10,5%  en vez del 10,9% esperado. Las ventas minoristas bajaron un  10,1%, comparado con un 10,5%  esperado, todas cifras más bajas de lo estimado, lo que unido al exceso de  inversión productiva y de una probable burbuja en el crédito, hacen temer que China pueda golpear los mercados con una fuerte devaluación del yuan, considerando que el  factor demanda sigue estancado y la oferta se mantiene muy alta. China tiene tal exceso en capacidad de producción, que su sola producción de acero es más grande que toda la producción de Japón, Estados Unidos y Alemania juntas, producción que aumentó un 57% el acero en la década del 2014, al cual las fábricas chinas aportaron un 91% de dicho aumento.

Deutsche Bank estima que un tercio de las empresas que están produciendo en China, lo hacen agregando más deuda para cubrir los pagos de los préstamos existentes que se encuentran en las industrias con exceso de capacidad productiva. Los rendimientos de los activos de las empresas estatales, que dominan la industria pesada, son un tercio menores que los que se observan en las empresas privadas y la mitad de las de las empresas de propiedad extranjera en China.  Las raíces de este desequilibrio se encuentran en la respuesta China a la crisis financiera del 2008. Los funcionarios entregaron enormes cantidades de dinero indiscriminadamente a empresas estatales en infraestructura y para la industria pesada aumentando una deuda que se ve muy difícil de recuperar.

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Neil Dutta responsable de la economía de Estados Unidos en la empresa Renaissance Research, cree que el mercado del cobre tiene un gran poder predictivo y señala que en los últimos meses, el número implícito de las subidas de tipos de la FED, ha seguido el comportamiento del cobre y que la débil demanda global reflejada en los PMIs manufactureros recientes de los mercados emergentes, limita el accionar de la FED para subir las tasas. El cobre cotiza a un valor actual de US$ 2,078  la libra, monto alrededor del cual, el precio se ha movido muy poco.

A  través de los efectos que va provocando en la población, la crisis económica va dejando diferentes secuelas en Europa, Asia, Norteamérica y Latinoamérica, con efectos que se irán acentuando según avance el deterioro de los datos en la economía mundial.  El mundo político y la población reaccionan de diversas formas, en algunos casos, mediante el atrincheramiento político en posiciones más radicales, cruzadas por acusaciones de mutua corrupción.

Alemania también vive un fenómeno de caída continua en el apoyo a dos de los principales partidos políticos, incluso estando ubicados más hacia la centro derecha, después de haber tenido una gran adhesión de la población. La campaña política de Donald Trump en Estados Unidos es otro caso que llama la atención, al centrar su discurso en un brutal extremismo de derecha que no se restringe para decir, “lo políticamente correcto”  y lograr votos.

La deserción de la población en el apoyo a los partidos políticos progresistas que gobiernan, para hacer un giro a la derecha, se considera como un castigo a la corrupción política, sin embargo, la evidencia no cesa de demostrar que la corrupción de derecha ha llegado a ser tan grave o mayor, abriendo un espacio para interpretar o entender que la población pudiera estar pensando en una secreta esperanza, consciente o inconsciente, de que las cosas podrían mejorar si votan a favor de los autores ideológicos del neo liberalismo, que se instala con los gobiernos de derecha.

Lo señalado podría interpretarse como señales de confusión, como resultado de un grado mayor de agobio y aflicción que sufre la población, predisponiéndola para aceptar ser conducida por los discursos más radicalizados, a pesar de las variadas inconsistencias y contradicciones de la extrema derecha. Donal Trump, propone re instalar en Norteamérica el mito del sueño americano, escondiendo la letra chica, esa que implica construir un sueño americano solo para la elite y sin la diplomacia que permita relativizar las injusticias al momento de aplicar la fuerza militar o para ejercer coerción en la firma de tratados a otros países, que son altamente lesivos para la gente.

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Existe una gran manipulación y desinformación, que busca unir en un mismo objetivo a  los pequeños empresarios con los grandes objetivos de  los consorcios en los discursos que utiliza la derecha para presionar al Estado en la entrega de soluciones, recursos, dinero y todo lo que requiera el gran empresariado, utilizándolos con afanes políticos, lo que ha creado una paradoja. El Estado es la única instancia constitucional donde concurre la comunidad como un todo para administrar el país y para ejercer  un mínimo de solidaridad, cooperación  e intentar disminuir en algo la inequidad en la distribución de la riqueza invirtiendo en gasto social.

Muchos olvidan o desconocen que el modelo individualista responde siempre “socializando las pérdidas y privatizando las utilidades”.  Es un contra sentido que el  ciudadano común y corriente vote por cualquier gobierno de derecha, como ocurrió con Macri en Argentina y también con Piñera en Chile, abriendo espacios al neo liberalismo para que acceda al gobierno desarmando el Estado para reforzar el individualismo, y traspasando la riqueza a una elite groseramente rica, dueña de las grandes empresas, como ocurrió con las concesiones mineras.

Dos grandes huellas marcarán la historia de este modelo económico. El primero es la miseria material para miles de millones de personas en todo el mundo. La segunda es más grave aún, el golpe al corazón del hombre donde instaló la avaricia y la corrupción como estándar de vida, esa que permite que niños de 13 años salgan a robar, asaltar o matar, porque ya nadie recuerda cómo enseñar el valor de la vida.

Quedaron en el olvido las enseñanzas de valores como la solidaridad, la cooperación, la ayuda y duele pensar que hasta la misericordia ha desaparecido. El golpe al corazón del hombre no será fácil de sanar. Parte desde la niñez con los primeros balbuceos para enseñar los valores humanos, y debe repetirse día tras día hasta que se vuelva parte del hacer de los hombres. Los  slogan “para que nunca más” son solo declaraciones políticas que se van quedando en el olvido con cada generación que pasa, hasta que nadie sabe por qué debemos respetar la vida.

Mientras existan quienes crean en la fantasía de un modelo neo liberal que será capaz de seguir creciendo al infinito, con creciente producción de carne, trigo, café, automóviles, electrónica etc., para más de 5.000 millones de personas de América, China, India, África, sin que le ocurra nada al planeta, cuando sean 9.000 millones los habitantes en el 2050, los que vivan en esa fecha estarán obligados a ver la destrucción del mundo. Un pescador del sur de Chile, afectado por la marea roja, dijo como en un ruego,  “señor, no queremos plata, queremos peces”.

Lo que hemos revisado antes es sólo una parte de los problemas que vendrán. Está pendiente el aumento de las tasas, la guerra de monedas, la tensión con Rusia, etc. Lo cierto es que hay dos conceptos antagónicos que el hombre prefiere negar, “las necesidades son infinitas y los recursos finitos”, un choque con la física que sigue en curso sin un acuerdo para un modelo económico que garantice el consumo básico y una vida digna para todos, con rangos razonables en el uso de recursos hídricos, energía, alimentos, etc.  De lo contrario, la agenda será copada por quienes justifican las guerras, a partir de la mentira, cuando nadie quiere ceder nada para tomarlo todo.

Por Mario Briones R.