Los miedos de la derecha

Los candidatos de la derecha chilena vuelven a esgrimir como argumento la “amenaza comunista”

Por Wari

28/05/2013

Publicado en

Columnas

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Los candidatos de la derecha chilena vuelven a esgrimir como argumento la “amenaza comunista”. Para cualquier ciudadano medianamente informado resulta claro que tal falacia no se sostiene en ningún caso. Como es del dominio público, el muro de Berlín se vino abajo en 1989, poniendo fin a una experiencia histórica llamada “socialismo real”. La derecha lo sabe muy bien, sin embargo, insiste en resucitar el fantasma de tal amenaza ante la mera posibilidad de reformas democráticas en el país.

La verdadera amenaza para los sectores privilegiados en Chile no es otra que la democracia. Durante ya varias décadas han vivido al amparo de una cruel dictadura y luego, bajo la protección de una constitución heredada hecha a su medida. La única amenaza que perciben los candidatos de la derecha, Allamand y Longueira, es el fin de las ganancias de los grandes capitales parapetados detrás de Isapres, bancos y los fondos previsionales. El único y verdadero temor de la derecha es la restitución de una soberanía popular mayoritaria que ponga fin al lucro en educación, salud y previsión social.

Acusar a los adversarios de “comunistas” esconde, en realidad, el afán de una minoría por seguir abusando de una ley laboral que tiene a millones de trabajadores sometidos a salarios miserables, lo mismo que seguir lucrando gracias a beneficios tributarios para sus empresas que les garanticen millonarias ganancias a costa de la pobreza de la mayoría. La derecha no podría sino ver una amenaza en la voluntad soberana de un pueblo, pues durante más de 40 años les ha negado, sistemáticamente, a los chilenos sus derechos fundamentales.

Pretender asustar a los chilenos con la “amenaza comunista” es volver a una campaña de terror tan extemporánea como alejada de la realidad. En el Chile de hoy, los ciudadanos salen a las calles por justas demandas democráticas que exigen cambiar sustancialmente la constitución de la república. Eso gritan los estudiantes, eso reclaman los trabajadores que deben sobrevivir con un sueldo mínimo. El mismo clamor se escucha en regiones, es todo Chile el que está hastiado de la desigualdad convertida en ley.

Desde aquel fatídico golpe de estado de 1973, la derecha política y económica ha consagrado la injusticia como norma de vida en el país. Durante todos estos años, la derecha, la misma que sostuvo una dictadura criminal, se ha amparado en una constitución ilegítima y antidemocrática que, poco a poco, está haciendo agua. La única y verdadera amenaza para la extrema derecha heredera de la dictadura militar es una democracia participativa donde la voz y las demandas de una amplia mayoría sean escuchadas. No es “comunismo”, es democracia.

Por Álvaro Cuadra 

Investigador y docente de la Escuela Latinoamericana de Postgrados. Elap. Universidad Arcis

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