Los silencios y los ruidos de una Cumbre

Decíamos hace unos días que la Cumbre de la CELAC era una gran oportunidad para la política exterior chilena, pero era imposible dimensionar lo escandaloso que pudieran llegar a ser el desconocimiento y los despropósitos de los medios de comunicación y algunos políticos empleando la omisión, la mentira y la tergiversación con inusitada frecuencia

Los silencios y los ruidos de una Cumbre

Autor: Mauricio Becerra

Decíamos hace unos días que la Cumbre de la CELAC era una gran oportunidad para la política exterior chilena, pero era imposible dimensionar lo escandaloso que pudieran llegar a ser el desconocimiento y los despropósitos de los medios de comunicación y algunos políticos empleando la omisión, la mentira y la tergiversación con inusitada frecuencia. En el balance por cierto, hay muchas cosas positivas, sin embargo, la necesidad de discutir sobre los fundamentos de la política exterior chilena (Regionalismo Abierto), se hace más urgente que nunca a la luz de los hechos que hemos presenciado.

En un ejercicio premeditado y realmente vergonzoso, el gobierno de Chile sencillamente desplazó la Cumbre de la CELAC por la Cumbre CELAC-UE que pareció ser la única actividad que se estaba celebrando. No tuvo empacho en recibir como visitas oficiales a dos países europeos por encima de los latinoamericanos y fomentó el encuentro empresarial al alero de la Cumbre con la Unión Europea para promover al país como plataforma de negocios. El silencio oficial en torno al eje fundamental de estos encuentros, cual es el desarrollo de la CELAC como foro de integración, va exactamente en línea con el regionalismo abierto; la profundiza absolutamente.

En dicho evento, se mintió sin apego histórico alguno. El Canciller chileno dijo que América Latina ya no era parte del problema sino parte de la solución a la crisis. ¿Cuándo ha sido América Latina parte del problema? Desde hace siglos América Latina ha contribuido a resolver las crisis económicas y financieras no sólo de Europa sino de Estados Unidos sin siquiera haber sido causa de dichas crisis que se generaron por efecto de pugnas entre países, especulación financiera y sobre producción de bienes. Las economías del Tercer Mundo fueron expoliadas y sirvieron de forma determinante para recuperar los niveles de intercambio comercial de las potencias. Siempre ha sido parte de la solución y no de los problemas económicos internacionales, pagando un alto costo en retraso y pobreza de sus habitantes.

 A mayor abundamiento, este tema fue estudiado por la CEPAL en los años 50 y 60 y se hablaba de los desiguales términos de intercambio como contribuyentes al atraso y sub desarrollo latinoamericano.

 Cuando en América Latina hubo dictaduras y conflicto armado, todos absolutamente todos contaron con el sello de los Estados Unidos que se oponía a los intentos de autonomía o independencia de sus dictados, fueran estos desde la izquierda, como Salvador Allende, o de la derecha, como Juan Domingo Perón.

 El problema ha sido precisamente la asimétrica relación política y económica de América Latina con las potencias, por ende la solución ha pasado por los grados crecientes de respeto por el multilateralismo e igualdad entre los países que es fruto del avance de la democracia y distribución de la riqueza en todos nuestros países en estos últimos años alejados de la mano del Departamento de Estado, el FMI y el Consenso de Washington.

 En este sentido, reafirmar el multilateralismo es un logro importante. Pese a ello, por ahí algún analista contrastaba entre la Alianza del Pacifico y el ALBA en relación a la explicita mención que se hizo al multilateralismo y libre comercio y en contra del proteccionismo en la Declaración final de la Cumbre CELAC-UE. Afirmó que dicha mención fue una “victoria” para la Alianza del Pacifico. Esto no resulta coherente. En primer lugar, porque el marco general de esa Declaración no es América Latina, sino Europa y América Latina. Hablar de multilateralismo implica reconocer relaciones simétricas y además, apunta a dar una señal a Estados Unidos. Europa viene a Chile interesada en CELAC porque es sin Estados Unidos y es de su propio interés reafirmar el multilateralismo. Pasar este hecho por alto y no dar cuenta del rol central que juega la Canciller Merkel en un evento como el que se celebró, en lugar de Barack Obama, es limitar al comprensión global, más aun cuando se reduce a una especie de ¿quién gana, el ALBA o la Alianza del Pacifico? Por lo demás, es Europa la que tiene la crisis y es ella la más interesada en abrir puertas, cuestión que el reconocimiento al multilateralismo le permite.

 El reconocimiento al papel de libre comercio no podría haber sido de otra manera si consideramos que la Cumbre CELAC-UE se realizó con un enfoque totalmente economicista; así lo concibió Chile y para ello organizó la Cumbre empresarial centrando el debate en la seguridad jurídica que constituye una crítica implícita a los procesos de nacionalización ocurridos en Argentina y Bolivia. Sólo eso vino a plantear la UE, sin embargo, se llevaron una Declaración que añade el multilateralismo, el libre comercio y el rechazo al proteccionismo. El señalamiento al proteccionismo es una crítica a las políticas comerciales y aduaneras europeas y no al revés. Así se instala también la condena al bloqueo de Cuba por parte de los EE.UU. precisamente por su carácter unilateral y por atentar en contra del libre comercio. De manera que extraer como conclusión de lo anterior, que ganó la Alianza del Pacifico resulta un despropósito. En fin, los medios de comunicación y los “expertos” invitados o consultados generalmente no cumplen roles pedagógicos sino más bien legitimadores de decisiones insertas en paradigmas establecidos.

 Otra gran tergiversación, que ya mencionamos, ha sido la vergonzosa omisión de la existencia de la Cumbre de la CELAC y por tanto, la comprensión de su significado y alcance. Esto no es causalidad, es derechamente reducir  la integración latinoamericana de manera instrumental y restringida. A las autoridades chilenas y los empresarios chilenos, no les interesa el continente y esa comprensión se traspasa a lo que hacen y se expresa en sus prioridades. Lo mas complejo es que yerran en el blanco; Europa no les puede ofrecer nada.

 El enfoque economicista es además, un énfasis puesto por la organización, o sea por Chile, de modo que a futuro, los énfasis pueden cambiar por ende, dar por hecho que la CELAC tiene un carácter comercial y económico porque lo tuvo esta Cumbre, es una asociación errada. Este contexto sirvió de justificación para adelantar la celebración de un nuevo TLC entre Perú, Colombia, México y Chile y con ello, no se hizo más que una reafirmación política e ideológica ya que existen TLC vigentes con todos esos países. Es decir, la llamada Alianza del Pacifico quiso llevarse la Cumbre para su casa con un Tratado que no hace más que llover sobre mojado Es una mala maniobra que pretende establecer un “ellos” y “nosotros”.

 Por otra parte, lo obrado por UDI en cuanto a cubanizar el evento es un despropósito para el propio gobierno. El cacareo ruidoso y el coro de “todos contra Cuba” responden a la molestia que genera la inclusión de Cuba  en un esquema regional de integración. Prácticamente ningún medio de comunicación permitió ni buscó hablar a favor de Cuba, ni siquiera el gobierno salió a poner paños fríos. Muchos políticos incluso hablaron de la paradoja de que Cuba fuera Presidente pro tempore de CELAC y calificaron el hecho de hipocresía. Al hacerlo, no se dijo nada del ilegítimo gobierno de Honduras. Y si se tratará del crimen de Jaime Guzmán, ¿por qué la UDI no pidió apercibir a Cristina Fernández ante la negativa de extraditar a Galvarino Apablaza?

Esta actitud contrasta con la que se tiene frente a otros países. En días recientes, no hace 20 años sino hace escasos días, tropas francesas intervinieron militarmente en Mali, al norte de África, cuyo efecto inmediato fue una situación de secuestro en Argelia que resultó en la muerte de decenas de personas. Esto ocurrió días después a su vez, del asesinato de un agente de inteligencia francés en manos de somalíes producto de un fallido rescate en donde además, murieron 17 islamistas. Esto abiertamente transgrede normas internacionales, de hecho, la UE no ha respaldado a Francia en ningún momento en estas acciones militares. Sin embargo, no se dice ni una sola palabra en contra de Francia, nadie protesta frente a su Embajada ni recrimina a sus autoridades.

 Lo que ha hecho la UDI, la DC y el gobierno con Cuba, es fiel copia de la política norteamericana hacia la Isla, donde no se ha conocido la muerte en protesta de un solo manifestante desde la época de Batista, hace más de 50 años. ¿Qué país de América Latina puede decir hoy, que su Estado no haya asesinado a una sola persona por razones políticas en 50 años? Solo Cuba. Es más, tampoco ha sido amenazado de muerte un dirigente sindical en Cuba en más de 50 años a diferencia de Colombia donde hace pocos días un dirigente sindical fue amenazado. Constituye una exageración afirmar que en Cuba se violan los derechos humanos, lo que pudiera suceder es constatar la existencia de restricciones a la libertad por cuanto en Cuba no hay multipartidismo ni libertad de prensa, sin embargo, el voto es voluntario para elegir autoridades y sufraga más del 90% de los ciudadanos. Aquí con multipartidismo vota apenas el 40% de la población. ¿Eso hace que sea más democrático? Son temas complejos por cierto, tanto en el plano teórico y práctico, pero lo hecho con Cuba excede lo razonable y es lamentable que el gobierno se haya hecho parte de una maniobra política.

 Seguramente la evaluación del gobierno también es negativa por cuanto opaca la figura de Piñera y la gestión del gobierno. Más aun si consideramos que hace varios días la derecha está en el debate de si ha gobernado con sus ideas o no. Bueno, todo lo realizado y dedicado por este gobierno a esta Cumbre – que reafirma el regionalismo abierto – es precisamente gobernar con sus ideas y en ello, la UDI, el mismo partido que promovió el debate, fue la principal encargada de torpedear lo obrado por el gobierno.

 Alguna vez el Papá Juan Pablo II dijo que Cuba debía abrirse al mundo y el mundo debía abrirse a Cuba. Dicha afirmación aun no pierde vigencia, lamentablemente. En el próximo año, la presidencia pro tempore de Cuba tiene grandes desafíos y su política interna será parte de esos desafíos. Tal vez debamos también aprender algo de Cuba y menos de los prejuicios, así como también debemos aprender a vivir conviviendo en la región y menos como si viviéramos en torno al Danubio.

Carlos Arrué

Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz – Ical


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