Mostrando la hilacha en 10 pasos

Como sabrán, soy testimonio viviente del eclecticismo chileno

Por seba

21/07/2009

Publicado en

Columnas

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Como sabrán, soy testimonio viviente del eclecticismo chileno. Mi madre fue pobladora de la emblemática población La Victoria e hija de un regidor comunista y mi padre,  un hijo de carabinero, jefe de retén en Coihueco, que comprometió su descendencia -consistente en tres fornidos varones- con las Fuerzas Armadas.

Chile es un país dividido, dicotomizado por parámetros desprendidos del pensamiento binario occidental. Sin embargo, los afectos echan por tierra las más encarnizadas convicciones. Los reduccionismos dogmáticos, la obviedad de las militancias, incluso la memoria y el legado familiar, se olvidan cuando se apela a lo esencialmente humano, o quizás lo animal que nos hace más humanos que el resto de las especies.

Soy resultado de un acto fallido institucionalizado por el matrimonio y quizás por eso tengo posturas insidiosas, y muchas veces, completamente ajenas a la política procedimental, que me hacen ser una falla (da) en cualquier sistema u organización. «hay un drama estructural en ti», me dijo mi último novio aspiracional, que hoy se pasea por palacio del brazo de un nepótico y cuequero candidato.

Nací de una «unión contranatura» política, y por lo tanto,  mi pastiche conceptual me ha llevado a la radical postura  libertaria individualista, que tiene la tara de no poseer códigos fijos y lealtades con ciertos grupos que convocan, amistosamente,  a adscribirse con lógica de gremio, para el apoyo de diversas causas.

La  mera mera, y volviéndome sincerísima: me gusta arrancarme con los tarros, y la disciplina de los bandos, incluso los genéticos, nunca pudieron permearme, por lo menos hasta hoy día.  Simplemente me apestan los anarquistas exonerados, los funcionarios públicos que se creen topos y no son más que  ratas, los «ciudadanos» que eligen por el mal menor, como también los grupos que tienen muy buenas intensiones, pero que dan vuelta en un circuito sin salida por su empeño cándido, o absurdo, como rociar con bencina a una niñita de un año. Todo esto parece correr el mismo destino que el de un jugador del Alejo Barrios: un amateur que nunca subirá en las ligas, y si es que sube, lo más probable que su pase gol termine siendo un outside.

Este rodeo largo y narcisista tiene el único afán de tranquilizarte a ti, estimado lector, y escuches la «pachotada» de esta chica, experimento de las oficinas de inteligencia más sucias del tercer planeta.

1.- El tema ha sido, para los marxistas ortodoxos y hasta para los focaultianos, el de los medios de producción; si unos muchos toleran los mecanismos de Hugo Chávez, que a través del aborrecible petróleo, la explotación de la selva y la concentración de la información, puede participar activamente en la venta de bonos en Wall Street, ¿Por qué nos escandalizamos con la depredación de la tierra? ¿Por qué?, si Stalin con su régimen secó un mar completo en nombre del progreso.
2.- A los nigerianos les revienta que Shell los esté trasquilando y por eso secuestran los camiones y vuelan las plantas en medio del océano, para que luego, a pesar de interferir  en el precio del crudo, se les otorgue el indulto presidencial. Un espaldarazo político genial, que nos aclara que el tema es que las utilidades queden en el territorio soberano de cada nación y no en los bolsillos de los explotadores de siempre.
3.- Hay una canción de la Manos de Fillipi que dice: «qué me importan las ballenas, qué me importan los pingüinos, yo solo quiero un ejército de locos que me saque de la tumba…de la TUM-BA.
4.- A pesar de que el metal rojo y el oro negro concentren fuertes alzas el primer trimestre, a ninguno de los países exportados les queda un mango. Todo lo contrario. Los chilenos sufren alzas de $18 en la bencina, para después disfrutar de una baja de $1 gracias al bendito fondo del impuesto específico. El metro de cable, aunque lo vendan en Sodimac «el de los precios más bajos», es excesivamente caro, proporcional al riesgo del viejo y chispeante cableado, que hace peligrar la vida en los cites de nuestros patitas, puis.
5.- ¿Sabía que el bono único por carga para las mujeres que aumenta su pensión en $300 mil, es realmente un bono para que las AFP puedas seguir invirtiendo y salvándole la raja a los millonarios mediante créditos, corriendo el riesgo (que siempre han corrido con el pellejo ajeno del pobre obrero) de que todo se pudra en los ires y venires de la especulación bursátil?
6.- Lo de la Barrick ya está oleado y sacramentado. No existe jurisdicción a causa de la espuria alianza entre gobiernos argentino y chileno, por lo tanto, hacer «lo que de la gana» es la sentencia que firmó Soledad Alvear durante la era del romántico viajero, narigón macabeo y futuro, nuevamente, mandatario chileno. Como ven, esto solo es un botón de muestra. El pueblo unido si está vencido y vamos a tener que aprender a negociar, así nos duela el alma. Dejaremos los hábitos victimizantes, solo si hacemos frente a la aciaga realidad.
7.- A chile se le acabó el guano y el salitre, y los chinos, con sabiduría milenaria, se han aperado con un superávit jamás antes visto de cobre, pues el dragón rojo sabe que el volumen se achica  y que hay que aprovecharse de su condición para hacerle huichi-pirichi a la crisis. Chile no tiene petróleo, pero aunque lo tuviera ya estaría yéndose todo al carajo. Obamma, obamita para los amigos, no está ni ahí con el combustible y ha liquidado varias fábricas que trabajan con este hidrocarburo. Recordemos que Al Gore es parte de su equipo. Inclusive los iraquíes se quedaron con cuello pues no pudieron licitar dos sendos pozos petroleros y quizás hasta cuando se queden acachados con sus plataformas.
8.- Maaaambo. UH! La única capaz de hacer sentir gusto a todo el mundo es la monedita de oro. Es el único metal, por noble y por ser la reserva tangible del sistema financiero, que va al alza.  Nunca nadie podrá robarle su amarillo corazón, por lo mismo jamás dejará de ser apetecido por las viejas webonas y los Marito Barakus. En fin. Royalty al oro ahora mismo e inversión en alta tecnología para proteger napas subterráneas y tesoros arqueológicos. No queda otra. Como no les quedó otra a los palestinos, que sin poder tirar de nuevo a los «elegidos» a deambular por el mundo como si fuera su patria, se conformaron con un estado conjunto. (Eso pasa porque el nomadismo tiene muy mala reputación, pero ya se verá qué se hace, siempre habrá diásporas pendientes).
9.-Somos un país pobre, aunque Velasco hable tonterías, la Casen diga que tenemos un 13% de pobreza o estemos en la OCDE, el grupo de los países más ricos del mundo. ¿Para reírse o para llorar? Simplemente hágase socio de un Hogar de Cristo, que a todo esto propongo se estatice, al igual que la Teletón. Que hermoso sería tener el Ministerio del Asistencialismo y la Limosna.
10.-Finalmente, pienso que a chilito,  al cual prontito  se le escuchará gritar «no tengo ni cobre», parafraseando a mi mamita Ana, una compañera solidaria y estoica, debe regularizar la soberanía de todos y cada uno de los metales y no metales. Ese es el tema, porque, queridos conciudadanos, lo de Barrick se está haciendo, y hace rato.

por Karen Hermosilla

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