Pablo Longueira y la deforma inmigratoria

El sábado 15 de junio, el precandidato presidencial Pablo Longueira opinó abierta y directamente sobre la inmigración en el norte del país

Por seba

18/06/2013

Publicado en

Columnas

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El sábado 15 de junio, el precandidato presidencial Pablo Longueira opinó abierta y directamente sobre la inmigración en el norte del país. Sin embargo, sus opiniones son extrapolables a la inmigración en general.

Esta es la cita completa de las opiniones vertidas desde el centro de Copiapó y recogidas por radio Bío-Bío (la trascripción y las negritas son mías).

Para las regiones del norte nos vamos a comprometer en una nueva ley de inmigrantes porque no podemos tener la inmigración ilegal que tenemos. Esto está afectando a todas las regiones del norte del país porque muchos de estos inmigrantes que están ingresando al país, lo hacen perjudicando a los chilenos. Están muchos de ellos obteniendo fuentes de trabajo que podrían tener mujeres chilenas. Están usando infraestructura de la salud y la educación.

No nos oponemos, obviamente, a que ingresen extranjeros al país pero lo harán con una nueva ley inmigratoria porque necesitamos que el desarrollo económico lo disfruten primero los chilenos y aquellos que ingresen legalmente al país y no como está ocurriendo que crecientemente estamos viendo, ya no solamente de los países vecinos como el caso de Perú y Bolivia sino que estamos viendo ya colombianos, centroamericanos y tenemos que actuar con sentido de oportunidad. Así que un compromiso con las regiones del norte va a ser precisamente dictar una nueva ley inmigratoria que nos permita regular el ingreso de extranjeros a Chile.

Tenemos que regular cómo ingresan y cuántos queremos que ingresen y lo tienen que hacer de acuerdo a una legislación moderna. Nos ha pillado este desarrollo con una ley de inmigración que está perjudicando a los chilenos. Así me lo han manifestado en el recorrido, así lo viví también como ministro de economía.

Ahora bien, no queda claro qué provocó las opiniones que el candidato hizo públicas en la región de Atacama. Se esbozan aquí dos posibilidades.

La primera es que sea realmente lo que piensa y haya mostrado la hilacha (facha).
Que efectivamente considere a los inmigrantes como usurpadores. Aprovechadores ilegítimos de la oferta laboral que podría ser aprovechada por los chilenos y chilenas, y aprovechadores ilegítimos de la “infraestructura en salud y educación”.

La segunda es que esté buscando asegurar los votos de los sectores más nacionalistas y alarmistas. Configurando para ello la figura de un otro peligroso, usurpador y aprovechador que ya no es el de siempre, (“de los países vecinos como el caso de Perú y Bolivia”) sino que ahora es aún más lejano (“colombianos, centroamericanos”). Para suerte de todos él ya tendría la forma de luchar contra ese otro peligroso, usurpador, aprovechador y ahora desconocido: cambiando la “ley de inmigración que está perjudicando a los chilenos” por una “nueva ley de inmigrantes”.

Si el candidato pretende realmente mayor formalidad en el acceso de inmigrantes al trabajo debería enfocarse en el proceso de regularización de dichos inmigrantes. Observar el caos en la oficina de inmigración de la propia ciudad donde vertió las declaraciones o solucionar los despropósitos inherentes a la consecución de una visa de residencia sujeta a contrato (que alcanzan para redactar un artículo aparte).

¿Cuál es el sentido de enfocar logros individuales de los inmigrantes como acceso a trabajo, educación y salud -que por cierto son derechos universales- como si se diesen en desmedro de los nativos? ¿Acaso los ilegales se contratan a sí mismos? No hay que perder de vista que Copiapó es una ciudad donde hay inmigrantes en fila desde muy temprano en la madrugada para regularizar su situación en una oficina de extranjería desbordada y colapsada.

¿El candidato habrá tenido en cuenta la irresponsabilidad de dar declaraciones en los términos en que lo hizo en una ciudad donde hace menos de una semana aparecieron panfletos con la inscripción “Fuera bolivianos, colombianos, peruanos y ecuatorianos, no más inmigrantes”?

Lo realmente preocupante de la situación es que el precandidato Longueira no ha desestimado ni pasado por alto el peligro de la xenofobia, más bien pareciera contar con ella.

Por Eduardo Osterling Dankers

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