Pulso Sindical N° 308

Que el voto secreto y universal

Del 1 al 14 de febrero de 2016.

Por Wari

17/02/2016

Publicado en

Columnas

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Manuel AhumadaSeamos claros al decir las cosas, aun a riesgo de ser repetitivos. Si en algo debemos coincidir todos los que hemos estado y estamos en el trabajo sindical, es en que no hay mejor forma de elegir a quienes representan a los trabajadores, que el voto secreto y universal.

Los dirigentes de la clase nacen de ésta. Se inician, proyectan y destacan en el trabajo diario, en el contacto con sus pares, en la defensa de los derechos de los trabajadores sin pausas y sin concesiones ante la patronal. Lamentablemente algunos militantes comunistas que leyeron y comentaron nuestro Pulso 305 parecen no entenderlo.

En esta columna de análisis sindical no practicamos el anticomunismo. Esa es una muletilla muy usada por quienes carecen de argumentos para responder a las críticas. Y ya está bueno que se atrevan a discutir de verdad, sin irse por las ramas culpando a otros de sus errores.

Lo que hacemos es exponer la realidad que se está viviendo y que afecta a millones de hogares obreros. Quien no quiera ver que las demandas de los trabajadores se han minimizado producto de asquerosos acuerdos políticos entre bambalinas, está sirviendo a los intereses de los enemigos de la clase y no a ésta.

No es nuestra responsabilidad que la CUT y las organizaciones que la integran se hayan entregado de manos atadas al Gobierno, ni que hayan privilegiado la conversación con los patrones en vez de intentar la unidad de todos los que están contra el capital, valiéndose para ello de oscuros acuerdos políticos y elecciones amañadas.

Hace mucho tiempo expusimos al interior de esa Central -de la que fuimos fundadores y partícipes de sus actividades- sobre el daño que hacían los acuerdos políticos a espaldas de los trabajadores. Promovimos y obtuvimos el apoyo para una reforma a los estatutos que permitiera la elección universal de la directiva, resolución que fue abortada por un acuerdo político “tras bambalinas” entre la Concertación y el PC.

Por esas y muchas otras razones es que nos desafiliamos de la CUT y no la consideramos un instrumento de los trabajadores.

Estamos dispuestos a discutir con nuestros detractores, sobre estos y otros temas que afectan a la clase trabajadora, les invitamos a hacerlo en asambleas, foros y encuentros de todo tipo a los que nos inviten. Que los trabajadores escuchen y juzguen.

Lo demás, las descalificaciones y amenazas, no serán respondidas y pueden seguir revolcándose en su excremento, que nosotros tenemos cosas más importantes que hacer.

Nuestro esfuerzo está puesto en la educación de los trabajadores, en el llamado a organizarse y luchar por los derechos. Nadie más que los trabajadores mismos pueden poner término a este tiempo de carencias y abusos.

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Por eso ocupamos dos Pulsos (304 y 305) para dar cuenta de algunas aberraciones que se vienen con la nueva reforma laboral, aunque venimos hablando sobre ello desde el mismo diciembre de 2014 en que se presentó el proyecto de ley.

Se harán muchas declaraciones y se convocarán movilizaciones de todo tipo, pero las reformas que se transformen en ley serán las acordadas entre el Gobierno y la CUT, más algunas “desmejoras” que se cocinan en estos acuerdos políticos de última hora.

De nada sirvió el lobby y la conversación con parlamentarios “rebeldes”, los que ni siquiera dieron cuenta pública de la opinión de quienes creyeron en ellos y menos escucharon a todas las organizaciones. Está claro que ese no es el camino.

La labor del sindicalismo de clase es prepararse para lo que viene, que es bastante más malo que lo que se ha expuesto en decenas de artículos de opinión. Son millones de trabajadores los que son privados del derecho de organizarse y negociar colectivamente.

Lo menos que se puede hacer es constatar lo anterior y ponerse a trabajar en serio para revertirlo. Hay que creer más en los trabajadores y su fuerza y no buscar apoyos en quienes nos abandonan cuando ven que el horno no está para bollos. O se está con los trabajadores siempre, o solo se les utiliza como moneda de cambio.

Quienes aspiran a la liberación de la clase deben ponerse a su disposición y trabajar con ella. Lo demás se llama aprovechamiento. Cada quien sabrá dónde le aprieta el zapato.

Nosotros en la CGT, junto a sindicalistas de otras organizaciones, venimos planteándonos hace mucho tiempo la necesidad de dar pasos que permitan a los abusados en sus derechos, asumir que no todo está perdido.

Se ha construido un Pliego de los Trabajadores que da cuenta de las más urgentes demandas de la clase, pliego que fue analizado por decenas de dirigentes y discutido en asambleas sindicales y que ya comienza a instalarse en los proyectos de contrato colectivo de Federaciones, Confederaciones y Sindicatos Nacionales.

El Pliego de los Trabajadores es el principal fruto del trabajo de un año del Comité de Iniciativa por la Unidad Sindical (Cius), constituido al calor de las primeras protestas contra la reforma laboral el 12 de febrero de 2015.

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Un trabajo silencioso, por la base, de contactos con todos aquellos que se dicen descontentos del sistema. Decenas de iniciativas de propaganda, cuyo origen fue Santiago y comunas de la Región Metropolitana, comienzan a desarrollarse en algunas regiones del país.

Y es que estamos diciendo a los trabajadores que hay que construir organizaciones y presentar proyectos colectivos. Que no solo debemos despotricar contra el sistema desde las redes sociales o en los espacios en que participamos. Tenemos la obligación de construir conciencia social en los millones que no tendrán posibilidad alguna de sindicalizarse ni negociar y en aquellos que pudiendo no lo hacen porque dejaron de creer y solo esperan el Apocalipsis.

La convicción de que son los trabajadores quienes mueven el mundo, provocará que estos se organicen en los instrumentos que crean más convenientes y desde allí exijan respuestas a los detentadores del poder.

Por eso saludamos el primer año de actividades del Cius participando de la entrega de miles de cartillas que dan cuenta del Pliego de los Trabajadores.

Estaciones de Metro, empresas y las principales avenidas de la capital fueron el centro de esta actividad de propaganda, que se volverá constante ya que no existe otro instrumento que permita un nivel de contacto y conversación como el que se logra repartiendo la información mano a mano.

Si millones estuviéramos organizados, más de algo habríamos hecho contra la nueva alza de $ 20 que ha entrado en vigencia el 15 de febrero en el Metro y que se aplica en el horario en que más se movilizan los trabajadores. Asumamos nuestras deficiencias y no le echemos toda la culpa a los otros.

Si no estuviéramos tan atrasados en algunas cosas, habríamos podido generar decenas de acciones de protesta contra esta arbitraria medida.

Con más fuerzas que nunca hay que exigir en los pliegos de peticiones el pago diario de locomoción. Por ahí tiene que ir el trabajo de los que dicen querer a la clase.

A leer y difundir el Pliego de los Trabajadores del Cius

Por Manuel Ahumada Lillo

Presidente C.G.T. Chile

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