De caídas estrepitosas

El panorama es incierto pese a los multimillonarios paquetes de ayuda de los Estados europeos y norteamericanos, para salvar a la banca de la crisis económica a la que ha conducido el neoliberalismo

Por Mauricio Becerra

21/10/2008

Publicado en

Economí­a / Portada

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El panorama es incierto pese a los multimillonarios paquetes de ayuda de los Estados europeos y norteamericanos, para salvar a la banca de la crisis económica a la que ha conducido el neoliberalismo. Si bien las bolsas han comenzado a estabilizarse, los síntomas de la primera crisis de la globalización tienen para largo tiempo. Y, pese a sus agoreros, el Estado terminará por salvar lo que el libre mercado hizo pedazos.

En el siglo pasado se vendían libremente en Chile guatapiques, cuetes, petardos y bombas, cuya explosión en ese orden, de menor a mayor, creaba un suspenso que hacía las delicias de los niños y el terror de las mamás en las fiestas de año nuevo.

En la reciente crisis estamos viendo un espectáculo parecido con el reventaje sucesivo de bancos y empresas cada vez mayores. Los fondos de cobertura de Lehman abrieron los fuegos hace poco más de un año hicieron esfumar un par de miles de millones de dólares en pocos días. Hoy parecen guatapiques. Así fuimos subiendo en la escala pasando por cuetes y petardos, hasta llegar a las bombas que han venido reventando una tras otra en las últimas semanas. La bomba mayor ha sido el banco Lehman, que dejó un «hoyo» de 128.000 millones de dólares (Financial Times, 9/10/2008), lejos la mayor bancarrota de la historia.

Caída de los fondos de pensiones

Entre el 6  y 7 de octubre de este año, la cuota real de los fondos de pensiones cayó en -2,73% y en el caso del fondo A dicha pérdida alcanzó a -4,24%. Expresada en pesos la pérdida alcanzó a -1,6 billones, que equivalen a -2.623 millones de dólares ¡en un día!

Desde el inicio de la crisis el 25 de julio del 2007 y hasta el 7 de octubre del 2008, las pérdidas de cuota real alcanzaron a -22,31%, que aplicada sobre el valor inicial del fondo y expresada en moneda de hoy equivalen a -13,48 billones de pesos y a -21.967 millones de dólares. En el caso del fondo A, las pérdidas en el mismo período alcanzan a -34,12% y las del B a -26,48%.

En otras palabras, desde el inicio de la crisis, las AFP han perdido más de un quinto del fondo total, más de un cuarto del fondo B y más de un tercio del fondo A. Mientras tanto, el fondo E y el de cesantía presentan una pequeña variación positiva de 0,32% y 0,25%, respectivamente.

De este modo, el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, Alfredo Ovalle, que reconoció haberse cambiado al fondo E al inicio de la crisis, no ha perdido nada. Al mismo tiempo, 1,3 millones de afiliados que le hicieron caso a las recomendaciones de los amigos del Sr. Ovalle que dirigen las AFP y se quedaron en el fondo A y otros 3,6 millones que siguen en el B, han perdido un tercio y un cuarto de sus ahorros, respectivamente.

Por su parte, la autoridad sigue como si no pasara nada, asimismo recomendando no cambiarse. Cabe recordar una vez más que fueron advertidos mediante cartas el 29 de agosto del 2007, luego reiterada el 12 de noviembre de ese año. Ninguna de ellas fue siquiera respondida. Solamente el 12 de agosto del 2008, el diputado Sergio Aguiló, Presidente de la Comisión de Trabajo, citó a una reunión especial para escuchar a CENDA.

Posteriormente, un grupo de diputados encabezado por el Diputado Aguiló presentó un proyecto de acuerdo para exigir al gobierno intervenir los fondos. Sin embargo, la autoridad sigue sin hacer nada. Desde el día 12 de agosto en que CENDA hizo su presentación en el parlamento hasta el 8 de octubre, la pérdida de cuota real del fondo alcanzan a -11,3% y en el caso del fondo A a -17,86%. Expresado en dólares de hoy, equivalen a -11.329 millones de dólares. Ese es el costo de la inacción.

Wall Street continuó su derrumbe el jueves 9 de octubre, con el índice S&P 500, cayendo un -7,6%, lo cual acumula mas de un 20% en lo que va de la semana configurando un auténtico «crash», como ha concluido John Authers del Financial Times.

Sigue la caída de bancos: Morgan Stanley cayó -25%, y varias grandes aseguradoras cayeron con éste.

Se han derrumbado muchas empresas con pérdidas superiores a -30% y hasta -50% en el día, incluyendo algunas emblemáticas como General Motors, que perdió -31,11% en un solo día y acumula una baja de 87% en doce meses. Ford no lo hace mucho mejor, puesto que perdió -21.8% en el día y acumula una baja de -75% en doce meses. Chrysler fue adquirida a Daimler hace un par de años por un grupo de capital privado que la retiró de bolsa, pero se encuentra en condiciones aún peores.

Todo ello ocurre a pesar de las impresionantes intervenciones de las autoridades, que aparte del plan estadounidense anunciaron hoy la nacionalización parcial de la banca inglesa y medidas en muchos otros países, además de una rebaja coordinada de tasas en todo el mundo. Nada sirvió.

Lo más probable es que una vez que el crash en curso toque fondo haya una recuperación significativa, al menos por un tiempo. Sin embargo, muchas víctimas de este remezón no se encontrarán para entonces entre nosotros.

Manuel Riesco

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