Daniel Jadue, alcalde de Recoleta: «La brecha no se resuelve dentro del marco de la democracia exclusivamente representativa, tenemos que transitar hacia una participativa y protagónica»

En entrevista en El Ciudadano, subrayó que la Constitución debe asegurar la autonomía de los gobiernos locales y regionales en el país

Por Marian Martinez

18/12/2021

Publicado en

Chile / Entrevistas

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Jadue-democracia

El alcalde de la comuna de Recoleta, Daniel Jadue, considera que el programa neoliberal de Gobierno es absolutamente incompatible con la democracia y subraya que la Convención Constitucional es lo más representativo que han tenido en la sociedad chilena en los últimos 30 años.

En entrevista con El Ciudadano, conducida por Denis Rogatyuk, subrayó que la Constitución debe asegurar la autonomía de los gobiernos locales y regionales y esperan que establezca la existencia de un Estado plurinacional, intercultural, plurilingüe.

«La brecha no se resuelve dentro del marco de la democracia exclusivamente representativa, tenemos que transitar hacia una democracia participativa, protagónica, en donde el protagonismo lo tenga el pueblo», destacó el alcalde.

Por Denis Rogatyuk

DR: ¿De qué manera la experiencia de Recoleta ha sido implementada y replicada en otros municipios de Chile?

DJ: Lo primero quizá es explicar cómo surge el tema, dentro de nuestra concepción del desarrollo de la política, la política solo sirve si sirve a la gente. Y, por lo tanto, los espacios locales que en nuestro país están demasiado jibarizados, con muy poco poder, con muy pocas atribuciones y con pocos recursos.

Según nuestra percepción, según el plan y el programa del Partido Comunista para los Gobiernos locales deben dedicarse a abaratar, a simplificar y a facilitar la vida de las personas. En un marco además de una crisis medio ambiental tremenda que invita a repensar lo local de tal manera de ir construyendo espacios lo más autosuficientes posible, de tal manera de evitar la tremenda huella de carbono que genera un mundo globalizado desde el neoliberalismo, en donde existe entre los distintos territorios una asimetría muy grande en el acceso a bienes, productos y servicios, y en el acceso sobre todo a la posibilidad de satisfacer determinadas necesidades.

Entonces, empezamos además a tratar de cambiar la lógica en donde el Estado opera como instrumento de dominación de clases y empezamos a abrir esta porción del aparato del Estado, que son los gobiernos locales, para escuchar a la gente, y poder responder las principales demandas, dolores y angustias que ellos tenían.

Empezaron a aparecer muchas demandas, demandas que históricamente nunca habían sido satisfechas, por ejemplo en el ámbito de la juventud, la juventud decía «todos nos dicen que salgamos a la calle, que nos alejemos de la delincuencia y las drogas», pero cuando la juventud quiere reunirse para hacer las actividades propias de la juventud todos nos cierran las puertas y no tenemos espacio dónde hacerlo, vivimos en casas diminutas, muy pegadas una al lado de la otra, por lo tanto, tampoco podemos llevar a la casa a nuestros amigos para hacer las actividades propias de toda la juventud, y había una demanda muy importante por tener estos espacios, y por supuesto la municipalidad no tenía ni los recursos ni las propiedades como para poder ofrecer a la juventud lo que pedía.

Desde nuestra perspectiva, la ciudadanía es el Estado, y todo lo que el Estado tiene es de la ciudadanía, como no teníamos dinero nos dimos cuenta que teníamos 19 escuelas y liceos públicos que si los abríamos después de las horas de clase éstas podían satisfacer esta demanda juvenil y ahí nace el programa Escuela Abierta, que mantiene los colegios abiertos hasta las 10 de la noche, incluido sábados y domingos, para que toda la comunidad pueda ocupar esta infraestructura que queda completamente desocupada e inútil después de las 4 de la tarde.

Eso fue complementado tiempo después con el proyecto Universidad Abierta, que tiene por objeto democratizar el saber y el conocimiento y a pesar de todos los temores de los directores de los establecimientos, esto fue maravilloso y fue una política pública tremendamente innovadora que cambió la vida de los barrios y convirtió a la escuela pública en el corazón de la comunidad y en el centro de la política pública.

Luego llegaron los adultos mayores a decirnos que tenían problemas específicamente en  la salud, y cuáles eran sus problemas, recuerdo que eran tres, primero que la canasta básica de medicamentos que asegura el sistema público nunca estaba disponible en la farmacia de los consultorios, por lo tanto, ahí hubo que suplir con mucho más recursos para que siempre estuvieran disponibles, hoy día además aumentamos la canasta que estaba disponible.

Lo segundo era que los consultorios estaban concentrados, hay cuatro para una población de 200 mil habitantes, por lo tanto hay 50 mil habitantes por consultorio y tienen que hacer viajes muchas veces largos y quedaban muy atrás y esto implicaba hacer cola desde la madrugada pa conseguir una hora que a veces además no había, porque había pocos médicos. El tercero era el acceso a los medicamentos que no tenían asegurados por el sistema público, al primero suplementamos los fondos digamos para tener recursos, al segundo llevamos la salud al barrio y construimos bots de atención en cada junta de vecinos de tal manera que la gente se atendiera a no más de tres, cuatro cuadras de su casa y que pudieran desarrollar una salud preventiva mucho más cercana, descongestionando los consultorios. En la tercera empezamos a buscar la fórmula para poder generar un acceso a medicamentos a precios justos, que es como nace la Farmacia Popular, y después nace la Óptica Popular, y después nace el tema de los audífonos populares, y seguimos produciendo.

Esto generó tanto impacto a nivel nacional que en esta lógica de ir facilitando, simplificando y abaratando la vida de las personas empezó a ser mirado por toda la comunidad en Chile, y cuál es el tema que antes de estos proyectos Recoleta tenía muy pocas farmacias, pero además estaban coludidas y vendían muy caro, Recoleta no tenía ninguna óptica, ninguna librería, ninguna disquería, entonces cuando uno quería comprar un lente, un recoletano tenía que ir a otra comuna y hacer cuatro viajes para ir a comprar los lentes, para ir a buscar los lentes y otro para ir al doctor, ahora todo eso lo resuelve sin ningún viaje fuera de la comuna y, por lo tanto, se disminuye la huella de carbono, estamos vendiendo cerca de 20 mil lentes al año, cuando uno lo multiplica son cerca de 120 mil viajes al año que esta comuna le ahorra a la ciudad.

Entonces, esto tiene un significado mucho mayor, después llegó el tema del acceso a la energía, ahí diseñamos el sistema de energía popular, en donde le ponemos sobre las casas paneles fotovoltaicos pero que le inyectan a la red y que son del municipio y, por lo tanto, todo lo que le inyecta a la red se descuenta de la boleta municipal de luz, y por lo tanto ellos no pagan luz y nosotros abaratamos nuestro consumo, generación distribuida precisamente para tratar de evitar en un concepto de largo plazo de ciudad ideal, las estaciones de transmisión y efectivamente todos los problemas que provoca el generar y mover la energía de un lugar a otro.

Ha sido una gestión que ha sido, de una u otra manera, seguida por muchos alcaldes, apareció después la inmobiliaria popular, porque la gente lo empezó a mandar, la gente empezó a preguntar si se puede allá por qué no nosotros, por qué se puede en Recoleta y no acá.

Eso hizo que el paso posterior fuera el tema de agruparnos las municipalidades para fortalecer nuestro poder de compra y nuestro poder de intervenir el mercado, con todo los obstáculos que esto tuvo digamos, porque había mucha gente con muchas ganas de que esto no funcionara, desde las autoridades del Gobierno hasta la oposición política y otros que les molestó que esta comuna fuera capaz de transformar Chile, desde este territorio.

DR: ¿Cuál ha sido el papel de las farmacias populares durante este tiempo de la pandemia?

DJ: Las farmacias populares han ofrecido mucho de los elementos que la gente ha requerido durante la pandemia para cuidarse, el eco gel, las mascarillas, hemos traído además tratamientos desde el extranjero, que se traen a partir de las farmacias y se ponen a disposición de los consultorios recoletanos. Por lo tanto, eso ha jugado un rol bastante importante no solo para Recoleta sino para el conjunto de  farmacias que se han beneficiado de tener este proveedor, entre comillas, a precio justo de necesidades vitales para el tiempo de la pandemia.

DR: El origen de todos estos proyectos es el municipio. Entonces, de cierta manera el rol del municipio desde el ejemplo de Recoleta ha cambiado de ser simplemente una estructura más del Estado a ser un espacio autónomo…

DJ: Pero es bien importante la diferencia porque en el sistema político chileno, los municipios no son gobiernos locales, no es como en otros países, en otras latitudes, donde los municipios tienen autonomía, definen sus reglas, aquí son administraciones locales que tenían una inercia en política bastante grande, eran considerados además como la segunda división de la política, a nadie le interesaban los municipios, ni siquiera a los partidos políticos le ponían mucho énfasis en estos cargos.

Desde que Recoleta comienza con esta sucesión de iniciativas, los gobiernos locales de una u otra manera también empiezan a mirar que pueden tener un rol mucho más proactivo en la política y empiezan incluso a competir para sacar iniciativas nuevas,  innovaciones de políticas públicas, y empiezan a tener un protagonismo dentro de la discusión política que no habían tenido nunca en 200 años de historia.

De hecho, no es coincidencia que quienes marcaban más intención de voto antes de las primarias eran los alcaldes, eran los liderazgos más relevantes que habían en esa época, claro fueron efectivamente derrotados ambos liderazgos, pero en primarias que hay que revisar cómo funcionan y si efectivamente sirven para lo que están diseñadas o no, pero creo que a partir de este proceso Chile ha repensado el rol de los municipios y se ha dado cuenta de las necesidad de que haya una transformación real de administraciones locales a gobiernos locales para que cada municipio pueda con más eficiencia y eficacia que el nivel central resolver las necesidades de sus habitantes.

DR: ¿De qué manera tu experiencia ha sido replicada o su modelo ha inspirado otros modelos por todo el mundo?

DJ: Es que yo no sé, no me atrevería a decir que nosotros los inspiramos a ellos, creo que eso sería muy arrogante, yo creo que en el mundo entero hay una crisis del sistema de democracia representativa, que ha hecho que pierda legitimidad el sistema político central y que gane legitimidad los sistemas políticos locales.

Si tu miras a lo largo del mundo, Macaron fue alcalde, AMLO fue alcalde, Macri en Argentina fue alcalde, tu puedes mirar y hay diversos ejemplos en muchas latitudes, Julio Anguita fue alcalde, en Guatemala Colom era alcalde, llegó a ser candidato, murió siendo candidato a la presidencia, yo creo que esto es un proceso que tiene mucho que ver con el prestigio que los gobiernos locales han ido ganando gracias a la capacidad mucho más directa de satisfacer las necesidades de sus habitantes en distintas latitudes del mundo.

Uno mira incluso en Estados Unidos, los principales líderes suelen venir de las gobernaciones, de estos gobiernos que tienen una escala pero que tienen además más atribuciones.

Además, es la autoridad que la gente reconoce como más cercana, sin duda, no hay ningún diputado, ningún senador tendría como competir con un alcalde en términos de legitimidad, ante los electores.

Se juntan dos cosas, dos procesos, este proceso en donde tú tienes un estado central muy potente pero que constitucionalmente es neoliberal, por lo tanto, es un Estado que no concibe la intervención del Estado en el mercado, es un Estado que cree que todo problema social lo debe resolver el mercado, a diferencia de ese Estado central absolutamente sobre ideologizado desde los marcos normativos, tu llegas a un gobierno local que está dirigido por alguien que está en las antípodas ideológicas del Estado central y que tiene la convicción de que hay determinados elementos de la vida cotidiana que deben ser considerados como derechos sociales garantizados y cuando una autoridad considera que algún bien, producto o servicio esencial para la vida de las personas debe ser considerado un derecho social garantizado tiene que intervenir, cuando tu no crees que existen los derechos sociales tu delegas en el mercado que resuelva, entonces para todas las autoridades, porque nosotros no cambiamos la Constitución para hacer las farmacias populares, tampoco cambiamos la Constitución para hacer la óptica ni la librerías, dónde está la diferencia en que aquí hay una autoridad, hay un partido político con un programa en donde creen que determinadas cosas son esencialmente derechos que deben estar garantizados y, por lo tanto, asumimos la responsabilidad de garantizarlos o hacer todo lo posible dentro de las reglas del juego, para acercarnos lo más posible al derecho garantizado.

Tuvimos que hacer un trabajo de ingeniería jurídica, de tal manera de cumplir con la letra de la norma sin cumplir el espíritu de la norma, porque si uno preguntara todas las normas chilenas, todas las leyes, están hechas y pensadas para que ni pudiéramos hacer lo que hicimos.

.- De hecho hubo quienes trataron de imposibilítalo…

DJ: Así es pero la verdad es que tenemos mejor capacidad que ellos para diseñar estos problemas.

.- Tanto así que municipios de la derecha digamos que también han tomado el ejemplo…

DJ: Algunos municipios de derecha se sumaron porque entendieron que era un proyecto que tenía una potencia muy grande respecto a resolver un tema histórico, otros municipios trataron de imitarlo peor dentro de su lógica, algunos municipios como el de Las Condes, Maipú antes del actual, le entregaban plata a las farmacias para asegurar sus utilidades a cambio de que ellos bajaran una cantidad de medicamentos determinada a un conjunto de personas determinada, un porcentaje, que es distinto a lo nuestro.

DR: Desde su punto de vista, ¿cuál sería el cambio más necesario, estructural para la Constitución?

DJ: Más allá de los casos de Recoleta, la Constitución lo que debe asegurar es la autonomía de los gobiernos locales, y la autonomía de los gobiernos regionales y debe entregarles más recursos, más atribuciones y más potestades a los dos niveles subnacionales de Gobierno que hoy día tienen autoridades electas, hablo de esto porque en las provincias sigue siendo un delegado presidencial que es nombrado por el presidente.

Hoy día cuando uno mira el presupuesto, el 80 % el presupuesto anual de la nación completo lo gasta el Estado, el 8 % las regiones y el 12 % los municipios, esto debe cambiar, desde el punto de vista más macro, esperamos que la Constitución establezca la existencia de un Estado plurinacional, intercultural, plurilingüe, con todo lo que ello implica, un Estado que sea más feminista y paritario y que garantice derechos sociales que son básicos para asegurar una vida digna para todas y todos los habitantes de Chile.

En eso hay que considerar algunos derechos que son tradicionales como salud, educación, viviendas, trabajo pero también considerar algunos derechos básicos que son emergentes sin los cuales hoy día es muy difícil pensar un desarrollo equitativo en todos los territorios, conectividad, transporte, protección de datos, cultura y deporte.

Además, esperamos que el sistema político sea más permeable, hoy día nosotros tenemos un sistema político que es absolutamente impermeable, tú eliges cada cuatro años al presidente y a los diputados y no tienes más que decir hasta las próximas elecciones, entonces un sistema político en donde la ciudadanía pueda permear con algunos dispositivos de democracia directa que permitan a la ciudadanía permear al Estado cada vez que lo que crea necesario, iniciativa popular de ley, plebiscito, referéndum revocatorio, derecho a veto ciudadano de leyes que sean aprobadas en el Congreso en contra de la opinión de la mayoría, porque hoy día las mayorías son demasiado relativas y la representación no es tal, por ejemplo, hay un 63 % de personas que no les gustan las AFP pero no hay 63 % de diputados que las quieran eliminar, hay es una clara asimetría digamos entre el sentir de la población y la representación política que emana de esa ciudanía.

Entonces, creo que hay que hacer algunos ajustes para que esta brecha se vaya cerrando en el tiempo.

DR: Incluso hasta 2013 incluso existió una ley electoral que prácticamente bloqueó las fuerzas políticas que estuvieran fuera de los partidos principales… Solo con algunas reformas bajo la segunda presidencia de Bachelet pudieron los partidos políticos ingresar al juego democrático… pero no se ha resuelto esta brecha enorme…

DJ: No, es que la brecha no se resuelve dentro del marco de la democracia exclusivamente representativa, tenemos que transitar hacia una democracia participativa, protagónica, en donde el protagonismo lo tenga el pueblo y donde el soberano sea el pueblo, y la soberanía radique en el pueblo y no en la nación.

DR: ¿Cree que esta radicalización de la derecha es el producto del primer fracaso del neoliberalismo pero también el intento del neoliberalismo de utilizar el fascismo como una manera de protegerse?

DJ: No estoy de acuerdo. Voy a partir desde el comienzo, para mí el programa neoliberal de gobierno es absolutamente incompatible con la democracia. ¿Por qué digo esto? Porque para proteger las ganancias de las empresas y para proteger esta demanda de aumento de la remuneración que recibe el capital, a costa de generar una baja significativa de la remuneración que recibe el trabajo para mantener las tasas de utilidad de las grandes corporaciones transnacionales en este neoliberalismo global, ¿qué tiene que hacer hoy día el neoliberalismo cuando ya no le queda mercado donde crecer?, porque ya es un mercado global, ya está en todo el mundo, no puede ir a la Luna digamos, allá no hay mercado.

Como ya no tiene donde más crecer tiene que desarrollar determinadas tendencias que todas apuntas en la dirección de precarizar la calidad de vida de las personas. Sube el costo de la vida, una, baja o se estancan los salarios, dos, precariza el empleo, tres, comienza a trasladar al consumidor la última fase del proceso productivo para que el consumidor trabaje para la empresa.

Antes te vendían los muebles armados ahora los venden desarmados y tú los armas en la casa, y tú vas a la bencinera y antes te echaban la bencina, hoy día te la echas tú, antes tu ibas al supermercado y te atendían cajeras ahora tu eres el cajero y tú te embolsas y tu guardas y tú pagas, antes tu ibas al cine, para ir al cine ellos tenían que construir salas de cine y tener gente que vendía cabrita y tener acomodadores, hoy día te llevan el cine a la puerta de tu casa, Netflix, y tu tienes que hacerte cargo de las cabritas, de los acomodadores, de todo, entonces hay un proceso en donde terminan los consumidores trabajando para  la empresa, asegurando sus utilidades haciéndose parte de la producción.

Como si eso fuera poco además están robotizando la producción y reemplazando tanto el trabajo manual como la inteligencia humana, por trabajo robotizado e inteligencia artificial.

Además de todo esto, quieren pagar menos impuestos, y pagando menos impuesto limitan la capacidad del Estado para devolverle la plata que se le paga menos al trabajador, en forma de bienes, productos y servicios esenciales que deben ser derechos garantizados por el Estado para asegurar la calidad de vida.

Entonces cuando yo miro este cuadro que es patético, yo digo el neoliberalismo no tiene ninguna opción de vencer en las urnas, ninguna, ¿cuándo el neoliberalismo vence en la urna?, cuando la izquierda no hace su pega, y la izquierda además tiene una falta muy grande de autocrítica, porque la derecha nunca ha tenido problema para votar por ladrones, por sinvergüenzas, por violadores de los derechos humanos, es su esencia, en este país tu robas un banco y llegas a ser presidente, pero la izquierda no vota por gente de estas características, el pueblo de izquierda, el pueblo consciente no.

¿Y qué ha pasado en la izquierda en el último tiempo? Primero, hemos tenido procesos de izquierda que, si bien han repartido mejor la riqueza que el capitalismo puede generar, han hecho poco por cambiar la base productiva, la forma de organización de la producción y se han comprado el mito con el que la derecha responde a todo problema, crecimiento. Sin entender que el crecimiento implica ,mas devastación, mas depredación natural, mas crisis, mas producción, mas consumo, mas viajes, construir más carreteras, exportar más petróleo, y que eso ya el mundo no lo tolera.

La izquierda además ha desarrollado procesos tremendamente caudillistas en donde el intelectual colectivo ha sido desplazado y reemplazado por un caudillo que no pocas veces llega a tener la misma infalibilidad del Papa en la Iglesia Católica, son exaltados y llevados a la posición de líderes imbatibles, y eso destruye los procesos, hipoteca generaciones, y genera contradicciones dentro, pero además hemos tenido procesos que han sido laxos con temas tan relevantes como la corrupción y la transparencia y además hemos tenido procesos que han sido lapsos con temas tan relevantes para el siglo XXI como la innovación, la participación, y la importancia de la ciencia y la técnica.

Entonces, claro la izquierda finalmente desarrolla procesos que se agotan en sí mismos por todos estos defectos, y ahí es cuando el neoliberalismo vuelve a tener opciones, pero está condenado al fracaso y cada vez que llega, como llegó Macri, a los dos años ya está en crisis, como cuando llega Piñera y a los dos años está en crisis, como cuando llega la extrema derecha a Perú y a los dos años está en crisis, cuando llega Lasso a Ecuador y ya está empezando a tener problemas significativos, cuando llega la derecha a Colombia y empieza a tener problemas inmediatamente y tiene un conflicto histórico recurre a asesinar a todos los dirigente sociales, a los líderes y a violar los derechos humanos de manera masiva que es lo que la derecha sabe hacer.

Vuelvo a reiterarle si la izquierda fracasa en cualquier parte es porque o hace su pega, es porque no asume el debate de las ideas, es porque no forma adecuadamente a sus cuadros y es porque, de una u otra manera, empieza a discutir en el lenguaje de la dominación y no de la emancipación y termina siendo arrinconada en los conceptos que la derecha y el neoliberalismo imponen desde la hegemonía cultural.

Entonces, qué estamos viendo ahora, que determinado que una generación de procesos latinoamericanos de izquierda entraron en conflicto y en agotamiento, le dieron paso a la derecha y la derecha vino con el programa neoliberal y fracasó, y vuelve a ganar la izquierda, pero gana la izquierda sin haber hecho la pega, entonces uno mira lo que pasó en Perú, una izquierda fraccionada con poca capacidad técnica en muchos de sus cuadros y que cuando llega al poder es inmediatamente arrinconada por la extrema derecha y le impide hacer su programa y lo están ahogando. Y el problema es nuestro, no es del neoliberalismo, siento que ahí nos falta reconstruir el internacionalismo de la izquierda y nos falta hacer una lectura real de los intereses de clase, que muchas veces nos llevan incluso a traicionar los propios valores de la izquierda en nuestra gestión política más cotidiana.

.- El Congreso no es muy representativo del sentir de la sociedad chilena, la Convención Constitucional parece sí serlo. ¿Cuál es su lectura de eso?

DJ: Lo primero es que efectivamente, las condiciones con las cuales se modificó el pacto del 15 de noviembre permitieron que la Convención Constitucional se acercara lo más posible a una convención verdaderamente representativa, nunca hay que olvidar que el acuerdo del 15 de noviembre no consideraba la paridad, ni a los pueblos originarios ni a los independientes, fueron tres modificaciones que se le arrancaron a acuerdo del 15 de noviembre con la presión ciudadana que rechazó el acuerdo del 15 de noviembre y que obligó a modificarlo para que llegara a lo que fue.

Por lo tanto, no siendo plenamente representativa es lejos, pero por lejos lo más representativo que hemos tenido en la sociedad chilena en los últimos 30 años. El problema es que la crisis del 18 de octubre, yo no le llamo estallido porque no lo considero que haya un estallido, es un punto culmine de un proceso largo de acumulación de fuerza que llega un minuto a romper con el inmovilismo, tenía dos patas, una crisis de institucionalidad política, y una crisis social y económica. El acuerdo modificado del 15 de noviembre le da una salida a la crisis de la institucionalidad política, pero la crisis social y económica se mantiene y se mantiene hasta el día de hoy sin que se haya aprobado una sola ley que haya mitigado alguno de los dolores que la población tenía.

Entonces, qué sucede, que una parte de la movilización se mantiene y se radicaliza y que eso genera rechazo en un aparte de la población y que este rechazo, hace de una u otra manera, que el clivaje vuelva al mismo clivaje previo al 18 de octubre, por eso que es dos años después mucha gente desilusionada de la revolución de octubre, del octubre chileno como digo yo, vuelve a casa y se desmoviliza nuevamente, y esto es propio de todos los procesos de acumulación y de institucionalización de los procesos de transformación.

Uno podría mirar desde la revolución bolchevique para adelante cualquiera y tienen stos procesos de avances y retrocesos, que es una mezcla entre una visión histórica media cíclica y lineal al mismo tiempo. Y, por lo tanto, cuando esta desilusión se instala nuevamente el clivaje vuelve a ser el previo al del 18 de octubre, y se vuelve a elegir un Congreso que está sin el impacto del 18 de octubre y por eso está empatada al más puro y típico estilo del binominal, con algunas diferencias, hoy día está más polarizado entre las posiciones más claras y el centro se desfonda, porque el centro tenía gobernado treinta años, sea la centro izquierda o la centro derecha, y no han resuelto nada de los problemas más acuciantes de la población.

Nadie niega todos los avances en libertades, en reducción de la pobreza medida por ingreso, y en una serie de otras cosas, pero en lo que más duele que es la desigualdad no logró avanzar de manera significativa y, por lo tanto, hoy en día el centro al que todos miran, al que todos miraron esta elección, no parece ser el más relevante, pero el resto de la población que se sube para el 18 de octubre sencillamente decide volver a casa y esperar a otro minuto para volverse a subir cundo perciba de nuevo que los cambios se vuelven a turnar posible.

Hoy día hay una gran expectativa en el nuevo Gobierno, vamos a ver qué pasa, y si gana Gabriel Boric para lo único para que no hay espacio es para defraudar de nuevo a la gente.

.- ¿Cree que es posible que Chile avance en algún momento a un Estado federal?

DJ: No, creo que vamos a seguir siendo, hay consenso y yo soy partidario y soy parte de ese consenso, de que vamos a generar un estado unitario, descentralizado y desconcentrado pero que no tiene condiciones para llegar a ser federal, porque nadie podría explicar en Chile, por ejemplo, cómo en Magallanes vamos a pagar una estructura administrativa de un estado completo federado.

Hay una escala que tiene que ver con la realidad de los estados federados en donde cada estado federado tiene una cantidad de población muchísimo mayor a lo que podrían ser las regiones de este país. Quizá uno podría ir hacia un Estado federado con tres grandes regiones, Norte, Centro y Sur, pero no me imagino, por ejemplo, 16 regiones con estructura administrativas completas, legislativas, judiciales, autónomas por región, porque eso nos llevaría a incrementar significativamente el gasto en el mismo aparato del Estado y no creo que haya ropa y que nadie esté pensando en eso.

.- ¿Cómo se imagina el Estado Plurinacional?

DJ: Como todos los Estados plurinacionales, primero tengo que partir de la base de que yo estoy convencido de que todos los Estados del mundo hoy son Estados plurinacionales, hay algunos que lo reconocen y otros que no, pero no hay ninguno en el mundo en donde exista una sola nación.

¿Cuál es la imagen? Porque el Estado nacional asume la estructura política del capitalismo, superar el Estado nacional implica también superar el capitalismo, superar este estado con dominación de clases que asegura la desigual repartición de los bienes que producen las sociedades entre la clase dominante y la clase dominada, porque esto implica reconocer la existencia de otras naciones, de otras cosmovisiones en el seno del mismo territorio y esto implica primero una revisión de la historia para construir un pasado usable para fundar la nueva identidad que es plurinacional. ¿Qué quiere decir esto? Para decirlo en términos básicos, un ejemplo claro, no podemos tener en las calles estatuas y homenaje a los genocidas de los pueblos originarios, nadie le podría pedir a un descendiente de un pueblo originario que conviviera y creciera y se educara en un país donde tratan como héroes a los que asesinaron a sus abuelos y a sus tatarabuelos, entonces hay que hacer una revisión completa y escribir un pasado, escribir una versión de la historia, que sea usable para construir la nueva identidad, que lo hacen todos los Estados en todas las partes del mundo siempre se construye el mito fundacional a través de construir un pasado que es usable, por eso es que nosotros tenemos el mito este del Ejercito valiente, jamás vencido, pero son lo que funda la identidad.

Entonces, primero hay que revisar eso, segundo desarrollar una estructura administrativa que respete a las distintas naciones, por ejemplo, donde hay comunidades de pueblos originarios no podéis tener una junta de vecinos, porque las comunidades originarias tienen sus formas de elegir a sus autoridades que no tienen que ver con la división político administrativa del país, entonces tu no puedes poner al lado del Lonco mayor en Quillón a un presidente de la junta de vecinos también mapuche para que entren en una competencia de quién es el líder de la comunidad. El Estado tiene que respetar la forma de organización de los pueblos, tiene que haber además cuotas protegidas, escaños protegidos en todos los órganos del Estado, parlamento, consejos regionales, consejos comunales, consejos de defensa del Estado, Corte Suprema, de tal manera que incluso la administración de justicia incorpore la cosmovisión de los pueblos originarios.

Y tienes que desarrollar dos sistemas judiciales complementarios, uno va a ser para todos y otro que le permite, en algunas áreas, resolver los conflictos entre privados y entre privados y el Estado según la cosmovisión de los pueblos originarios, por ejemplo, no hay ningún pueblo originario que crea en la propiedad privada de la tierra, la propiedad es comunitaria y no es propiedad, además porque ellos no son dueños de la tierra, ellos pertenecen a la tierra, entonces cuando a ellos los llevan a discutir sobre títulos de dominio, ya los destruiste culturalmente porque los están haciendo discutir es una construcción que es propia del pueblo dominante.

Y eso tenemos que avanzar, además hay que hacer un estado bilingüe, hay que construir estados donde las lenguas de los pueblos originarios se enseñen en las escuelas igual que lo otro, tal como necesitamos enseñar la lengua de señas como lengua obligatoria en todos los estados, deberíamos tener un país inclusivo de verdad. Esto es una concepción mucho mayor, entonces es un camino que se inicia con la definición constitucional, pero que después requiere de ajustar todas las leyes y la estructura del Estado a la nueva realidad.

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