Ramón Vergara Silva, guitarrista clásico:

«El Arte no tiene fronteras, y refleja la verdadera dimensión del alma humana»

En su última gira, realizada en mayo del presente año a Perú y Bolivia, una frase de un señor mayor de Cochabamba lo marcó: “Lo que la política desune, el arte une”. Afirma que el Arte nos muestra que da lo mismo raza, credo o país; el arte es el idioma universal que apela a lo más excelso del espíritu humano.

Por Wari

14/06/2017

Publicado en

Artes / Chile / Cultura / Entrevistas / Música

0 0


-¿Cómo definirías a Ramón Vergara Silva?

-Un hombre sencillo, amante de la música, que siempre trata de pensar, sentir y actuar de acuerdo a los valores que mis padres me inculcaron. Una persona con vocación de servicio y de ayudar a quien pueda, si está a mi alcance; aunque muchas veces eso me ha jugado en contra laboralmente, pero por lo menos me hace dormir tranquilo.

-¿A qué edad iniciaste tus estudios en Guitarra?

-Me inicié a los siete años, el 10 de enero de 1988, primero como una sorpresa para mi padre, en donde mi madre y yo aprenderíamos los acordes básicos para tocar una canción en la guitarra, bueno, al final yo seguí aprendiendo, pero recuerdo con mucho cariño que mi madre sin saber de guitarra fue mi primera maestra. Después de la sorpresa mi padre tomó las riendas de mi formación, para luego entrar a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

-¿Qué importancia tuvo tu padre en tu formación artística?

-Mi padre sigue siendo una figura trascendental, a pesar de que él dice que ahora yo soy su profesor, para mí es mi gran referente y modelo a seguir. Él es un artista de los antiguos, de los hombres renacentistas que la especialización del Siglo XX y la alta especialización de nuestro siglo ha destruido en el campo del arte. Él compone, interpreta, arregla y transcribe y no sólo se desarrolla en el campo de la música, también escribe prosa y poesía (ganó un premio literario hace poco), además de ser un gran dibujante, un apasionado de la historia de Chile y un multi instrumentista.

Con él me inicié en la música, desde que comencé a tocar la guitarra he hecho dúo con él. Nuestra relación no es la típica relación de padre e hijo, él es mi colega, mi compañero artístico, mi amigo, como una especie de “hermano de armas”, pero de los antiguos, los que se fraguaban en el campo de batalla con espada y armadura, nuestra relación se templó en los múltiples escenarios en los que nos hemos presentado.

De él aprendí la escuela del hacer, la cancha, lo que se necesita para presentarse en público, consejos heredados de mis abuelos que también eran artistas.

Ramón con su padre, Ramón Vergara Leiva.

-¿A qué edad ingresaste a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile?

-Ingresé dos veces, la primera vez a los ocho años, con el maestro Luis López, quien inmediatamente vio en mí un gran potencial, al igual que la señora Enriqueta Brunetto, profesora de teoría, que también tenía un cargo importante en la Facultad que ahora no recuerdo. Lamentablemente en ese tiempo yo no estaba tan convencido de seguir la carrera musical, ya que fue mi madre la que me llevó a la sala del maestro López para que me escuchara, por lo cual “congelé la carrera” sin asistir a clases. Luego en 1993, yo pedí entrar ya que tenía dos metas que no podía lograr y que sabía que estudiando en la “Facu” lo iba a lograr, tocar la Fantasía para un gentilhombre de Gaspar Sanz, obra que toqué en mi egreso y tocar la danza N°2 Oriental de Enrique Granados, la cual he tocado en múltiples escenarios. Desde ahí nadie me ha parado, aunque lo han intentado.

-¿Cuáles son tus compositores favoritos?

-Lo primero que hago en el día es tocar o escuchar una obra de Johann Sebastian Bach, él es mi gran compositor favorito, luego viene Vivaldi, Monteverdi, Palestrina, Zelenka, Albéniz, Granados, y luego los compositores para guitarra, Giuliani, Sor, Ponce, Moreno Torroba, Rodrigo y Brouwer, aunque últimamente no he tocado obras de Leo.

-¿Quiénes fueron tus maestros?

-He tenido muchos profesores que aportaron en diferente medida a mi formación musical y como intérprete en guitarra, pero los que yo considero mis maestros, en Chile, son mi madre, mi padre, Luis López, Cristian Vásquez y Luis Orlandini, a estos dos últimos les debo el haber podido terminar mi carrera en la Facultad, ya que me apoyaron en tiempos turbulentos de mi vida y de mis estudios. También le debo mucho a Eduardo Isaac, a pesar de no tener clases regulares, el poco tiempo que estudié con él lo aproveché a concho. Para mí es mi gran maestro y cuando doy un concierto me presento como discípulo de él.

-¿Quiénes han sido tus maestros en Master Class?

-He tenido la agudeza de tomar muchas Master Class con los más destacados maestros del mundo, los cuales algunos de ellos se han transformado en mis referentes. La lista es larga, pero puedo destacar a Eduardo Isaac, Álvaro Pierri, Ricardo Gallén, Eduardo Fernández, David Russell, Marcos Socías, Alex Garrobé, Carles Trepat, Dejan Ivanovic, Margarita Escarpa, David Martínez, Pablo Márquez, Carlo Marchione, Thomas Offermann, Octavio Lafourcade, Walter Heinze y Leo Brouwer.

-¿Cómo describirías esa experiencia con Leo Brouwer?

Fue una linda experiencia, fue la clase perfecta para un estudiante, ya que me dijo que había captado la esencia de su música y que todo lo que yo hiciera con ella iba a estar perfecto. El público asistente se acercó a mí para felicitarme, fue una grata experiencia. Lo bueno y como el mundo guitarrístico es tan pequeño nos hemos topado varias veces en festivales de España e Italia.  Aunque debo decir que cada vez que me encuentro con él, su esposa me saluda efusivamente, me pregunta por mi mujer, cómo me ha ido, por mis estudiantes, pero Leo nunca me recuerda de buenas a primeras, siempre Isabel, su mujer, le tiene que recordar quién soy, al final se acuerda de mí y nos ponemos a charlar de música.

-¿Quiénes son tus referentes en la guitarra y en la música?

-Aunque he tomado muchas clases magistrales, son pocos mis referentes, Álvaro Pierri, Ricardo Gallén, Eduardo Isaac y Eduardo Fernández. Este último mi gurú en Bach. En el plano musical fuera de la guitarra, admiro mucho a Jordi Savall, Sir John Eliot Gardiner, Sigiswald Kuijken, Christina Pluhar, Trevor Pinnock, Nikolaus Harnoncourt y Gustav Leonhardt.

-¿En qué países has realizado conciertos?

-En Chile, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay, Argentina, España, Italia y Marruecos.

-Has grabado dos CDs junto con tu padre, ¿cuál es la temática de ellos?

-El primero “Chile una bella melodía”, es un CD con arreglos musicales de mi padre de obras folklóricas del compositor Osvaldo Jeldres, fue un CD hecho por encargo de él. Y “Homenaje a Iberia”, disco que también contiene arreglos de mi padre, pero esta vez de música española, donde interpretamos obras de Falla, Bizet, Granados, Malats, Albéniz, Aguado, Tárrega y Bretón. Este último ha sido aclamado por los guitarristas y público en general.

-¿Qué actividad realizan en el Dúo Hispania: verso y madera?

Hispania, es la prolongación de mi vida de casado, al igual que Finalis Terra. Junto a la actriz y dramaturga española María de los Reyes Aznar, mi esposa, no sólo compartimos la vida, sino que también los escenarios, los planes artísticos y los viajes.

Hispania es un recital poético musical con el cual hemos recorrido ocho países en tres continentes y con el cual tenemos tres espectáculos:

“Hispania: verso y madera”: Recital compuesto por poesías y música de autores españoles del siglo XIX y XX, como García Lorca, Machado, Hernández, Tárrega, Malats, Granados y Albéniz, más el cancionero español, recopilado por García Lorca.

“El Siglo de Oro”: Recital que comprende poesías y música de autores españoles del Siglo de Oro, como Lope de Vega, Calderón de la Barca, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, de Murcia, Sanz y Santa Cruz, más canciones del folklore y barroco novo-hispánico.

Dúo Hispania: verso y madera.

“El país de los poetas”: Recital con poemas de los más destacados escritores chilenos del Siglo XX. Gabriela Mistral, Vicente Huidobro y Pablo Neruda, cuyos poemas están fusionados con obras maestras de Johann Sebastian Bach, además de canciones de los cantautores Víctor Jara y Violeta Parra.

-¿Qué actividad realizas en la Compañía de Teatro Finalis Terra?

-Oficialmente soy compositor musical y músico de sesión para las obras de la compañía. Compuse la música para el primer montaje de la compañía “Juicio”, obra escrita por mi esposa, la cual hace una crítica a cómo nos controlan a través del miedo, en este caso el miedo al fin del mundo y ahí tuve que hacer una banda sonora inspirado en el canto de las sibilas del siglo X.

Luego actué como músico de sesión, tocando obras del renacimiento y barroco español en la obra “El perro del hortelano” y tocando música de Bach para la segunda obra que escribió mi esposa para la compañía, “Belleza”, la cual es la segunda obra de su tetralogía del miedo, en este caso el miedo a perder la belleza, a cómo nos ve el mundo y cómo nos vemos nosotros mismos.

Extraoficialmente soy electricista, técnico de luces, tramoya, asistente de dirección, técnico de sonido, barrendero, o sea lo que haga falta. Me gusta el concepto de compañía que se da en el teatro, bueno hasta que aparecen los “divos”, que muchas veces son cabros chicos recién egresados que reciben un par de aplausos y se colocan los lentes de sol, a diferencia de uno que ya tiene más años de circo y sabe cómo es el escenario y que en una compañía hay que ser un engranaje más dentro de la maquinaria.

-¿Qué premios has obtenido?

-Ser finalista en el Concurso de Guitarra Clásica de Elche, España y un primer lugar en el I Concurso de Guitarra Clásica “Ángel G. Piñero”, en el Puerto de Santa María, Cádiz, España, premio muy significativo, ya que fue un gran espaldarazo a mi carrera y por el alto nivel de los participantes, donde destacaba un guitarrista canadiense Thierry Begin, gran amigo, quien quedó en 2° lugar y que ha sido premiado en importantes concursos europeos y un guitarrista chino, sí chino, que obtuvo el 3° lugar, quien venía con todo un equipo de apoyo, hasta masajista y que lo presentaban como la gran promesa de la guitarra de su país.

También como formador de guitarristas he conseguido que mis estudiantes ganen muchos concursos nacionales e internacionales, los cuales me llenan de orgullo, más que mis triunfos propios. Por ahí, en mi etapa escolar obtuve un segundo lugar en un campeonato de ajedrez.

-¿Cuál fue la última gira que realizaste? ¿Qué aprendiste de visitar esos países?

-A Bolivia y Perú, en mayo recién pasado, como parte del dúo Hispania: verso y madera y como solista donde presenté por primera vez en esos países la Partita N° 2 BWV 1004 de J. S. Bach, además de realizar una charla sobre la transcripción que hice de la obra (del violín a la guitarra) y clases magistrales. Fue una grata experiencia, en la que hice muchos buenos amigos y conocí la dimensión humana de muchas personas.

Bolivia para mí fue un grato encuentro, fui el año 2009 con mis estudiantes y al volver ahora, he visto el notable avance en obras civiles que ha experimentado, aunque vi tres mundos y me di cuenta que las ciudades no son reflejo de la verdad de ese país y que el sentimiento de odio hacia Chile no viene del pueblo, que nos considera hermano. Me quedo con las palabras de un señor mayor de Cochabamba que me dijo: “Lo que la política desune, el arte une”.

Aprendí que el Arte no tiene fronteras, que el arte refleja la verdadera dimensión del alma humana, que da lo mismo raza, credo o país, el arte es el idioma universal que apela a lo más excelso del espíritu humano. Debo destacar el gran nivel de los estudiantes de guitarra cochabambinos.

Por otro lado Tacna, es una vuelta a casa, tengo grandes amigos y los estudiantes siempre están impacientes por mi llegada, se nota el gran amor por la guitarra que inspiran los profesores y que transmiten muy bien a sus estudiantes, hermoso grupo de personas y de guitarristas que llegarán muy lejos.

También tuvimos el honor de hospedarnos en la casa del cónsul de Chile en Tacna, don Gustavo Díaz y conocerlo en su dimensión más humana, gran hombre, de una dotada inteligencia, un gran conocedor de la historia de nuestros pueblos y con un gran empuje para realizar actividades que hablen muy bien de nuestro país.

Me gustaría aprovechar esta oportunidad para agradecer a Iván Katery, Randhi Hurtado, Alexis Vallejos, Cecilia Ramallo, Carmen Díaz, Carlos Ramallo (padre), quienes hicieron posible esta gira y a mis amigos de Arica: Carlos Hermosilla, Nancy Alanoca y Marco Llerena, que hicieron que nuestra estadía de paso por esa hermosa ciudad, fuera una vuelta a casa.

Ramón Vergara en Perú.

-¿Se puede vivir del arte en Chile?, se preguntó en una columna[1] Annie Murath, docente Escuela de Teatro Universidad de Chile.

-Como dice Annie Murath en su columna “a pesar de tener un gran fondo nacional, Fondart, eso no es suficiente para todo lo que significa sostener los sueños de un país”, y esa afirmación la comparto plenamente, porque cómo es posible que la gran danza de millones en fondos concursables no se revierta en que la población de este país sea más culta y que “consuma” más arte (ya que estamos en un sistema de libre mercado voraz, en donde el arte es un bien de consumo, aunque no nos guste) y que además haga que cada vez haya más artistas cesantes, ya que el trabajo de un artista no es servir cafés, ni atender tiendas, ni hacer clases en los colegios, ni talleres extra programáticos, ni ser niñeros (profesores de instrumento) en colegios del sector alto de la capital, el trabajo de un artista es crear y mostrar su arte a la gente y que reciba un justo pago por ello en dinero por su trabajo, el cual es muy arduo.

Nuestro sistema económico ha hecho que todo entre en la dinámica de la oferta y la demanda y lamentablemente la “fondarización” del mercado laboral artístico ha hecho del Estado de Chile, a través del CNCA, un competidor desleal, ya que la mayoría de los centros culturales, teatros y corporaciones culturales se nutren con cartelera Fondart, la cual no le sale ni un peso a las instituciones antes mencionadas llevar artistas a su comuna, ya que estos están financiados por el Estado, por lo que ya no contratan a artistas, al menos que sea gratis.

Donde discrepo con Annie es en donde ella señala que los artistas deben salir para impregnar las calles y que el pueblo nos revalorice por aquello, ¿acaso ya no lo estamos haciendo?, eso es lo que está fomentando el Fondart y peor aún, algunos colegas lo hacen para poder llevar algo de dinero a sus casas y otros lo hemos hecho por nuestra fuerte vocación social.

El problema no está en que los artistas estemos enclaustrados, ese es el problema de las universidades que se han olvidado de las personas y que el depositario final del arte no es el ego de sus profesores que forman artistas para que sean futuros cesantes, si no que el depositario final del arte es el pueblo, el público asistente que se maravilla y emociona.

También parte del problema, es la subvaloración del artista (no del arte) por parte de las autoridades y el pueblo, ya que tenemos como referentes de “artistas” al hermano del ex presidente, al famosillo de la tele que se gasta los pesos que gana en droga, alcohol y mujeres y a cualquiera que rasquetee la guitarrita y cante más o menos afinado el cual es contratado por el alcalde de turno por su cercanía política.

¿Acaso no se habla del artista como la oveja negra de la familia?; Ah usted toca la guitarra ¿y qué más hace?; ¡ya poh! ¿En qué trabajas?… También parte de esa subvaloración del artista, es el propio artista, que por sobrevivir tiene que cobrar lo que sea por su trabajo o gratis porque es “para que lo conozcan” o para obtener currículum musical, sin contar con los artistas que tienen un “trabajo formal” fuera del arte, que auto subvenciona la realización de su propio arte y que son capaces de tocar gratis, porque le pagan en su trabajo “formal”.

También están los pseudo-artistas, que son artistas de oficio o de profesión, que tienen un gran ego que los hace creer ser los mejores y que no entienden el arte y realizan un arte mediocre que sólo satisface su ego, lo cual hace que el arte se aleje de las personas y que la gente crea que es ignorante por no entender al “artista”.

Para mi entender el artista representa lo mejor de la humanidad, ya que él es depositario de lo más excelso que puede representar el espíritu humano, además de ser contestatario, porque el artista ve en el ideal de cómo se debe construir una sociedad más justa e igualitaria.

Yo creo que hasta que no se valorice al artista y Chile no sepa qué sociedad quiere construir, va a ser muy difícil vivir del arte en Chile.

-¿Son suficientes los fondos que entrega el Fondart?

-Chile ha perdido el rumbo y sobre todo en el ámbito del Arte; el Consejo de la Cultura y las Artes (CNCA), ha destruido a mi parecer (por lo que vivo diariamente), el concepto de Arte y lo ha contaminado con el amplísimo concepto de “cultura”, además de destruir el campo laboral para los artistas en este país y de tener que soportar la censura programática, ya que sólo debemos hacer lo que dicte el Consejo, para poder ganarnos sus fondos.

Un estudio que hizo la Unión Nacional de Artistas, cuando Edgardo Bruna era su presidente, reveló que cerca del 25% de la actividad artística del país era financiado por el CNCA, las cuales eran gratis para la comunidad; el 75% restante eran iniciativas propias de los artistas, eventos autogestionados (escena underground con cobro de entrada), gratis o alguna que otra institución que contrataba artistas, y que ese 25% ocupaba cerca de la totalidad del mercado laboral artístico.

El Estado de Chile cree que entregando más dinero se solucionan las cosas, pero esa no es la solución, al hospital de Talca le entregaban miles de millones y aun así se cometían errores médicos. Como dije en la pregunta anterior, el Fondart ha destruido el mercado laboral artístico chileno y todas las políticas que implementan apuntan a aquello. Lamentablemente el Estado está administrado por personas que no conocen la realidad del ciudadano común, ya que en el Consejo hay teóricos, administradores y artistas que no ejercen como artistas, que no conocen el mundo real y que menosprecian al artista que no pertenece a un partido político o que no pertenece a su círculo de amistades.

El problema no es la falta de dinero, en este país sobra el dinero en el Estado, lo que faltan son políticas públicas culturales de verdad, construidas por los artistas que tenemos que ir a trabajar al extranjero porque no hay oportunidades de trabajo en Chile, por los artistas que postulamos a fondos y no los ganamos porque nos dedicamos a perfeccionar nuestro arte y no a escribir proyectos. Las políticas culturales se tienen que hacer con un amplio conocimiento de la realidad y no entre cuatro paredes.

Ahora, la única política cultural en el CNCA es la concursabilidad, que obliga a algunos artistas a tener que inventar cosas que saben que no va a tener ninguna trascendencia en el arte, pero que les va a servir para “parar la olla”; veo cómo se crean y destruyen compañías de teatro que nacieron sólo para el Fondart, veo ediciones de discos que jamás se tocan en las radios y veo muchos proyectos que en el papel son maravillosos, pero que en la práctica no lo son.

El CNCA y el próximo Ministerio tienen que cambiar su visión del artista, nos han hecho ser mendigos del Estado, que estamos pendientes de si el Consejo nos da o no nos da un “fondito”. El CNCA debe intervenir e invertir en los municipios, en los centros culturales, en los teatros, en donde se hace arte de verdad. El Consejo debe fomentar la inversión privada a través de la ley de donaciones culturales, que hasta ahora sólo funciona en las grandes empresas que tienen sus propias fundaciones; debe crear redes comunales, provinciales, regionales y nacionales de artistas, independientemente que hayan o no ganado Fondart.

Crear un diseño para la tarjeta bip no es fomentar el arte, fomentar el arte es permitir que haya un mercado laboral artístico fuera de la concursabilidad, en donde los municipios no programen exclusivamente proyectos Fondart, donde se contrate a los artistas y se les pague en consecuencia a su esfuerzo y trabajo.

¿Son suficientes los fondos que entrega el Fondart?, no lo sé, ya que están mal administrados y por más fondos que se entreguen, estos no se ven reflejados en la ciudadanía, ni en el arte de este país.

-¿Cómo es el financiamiento al arte en Europa, por ejemplo en España? ¿Existe mercado?

-En Europa y en España existen asociaciones de artistas, en mi área que es la guitarra, cada conservatorio básico (los cuales están en cada comuna del país), tiene su asociación de guitarra, las cuales realizan diferentes actividades en el año y que incluso realizan una vez al año un festival y concurso. Junto con eso los municipios (ayuntamientos), funcionan como mini estados, en donde el alcalde oficia como presidente y los concejales como ministros, o sea, cada concejal se encarga de un área del municipio, por lo tanto cada municipio tiene su concejal de Cultura que también genera actividades; a su vez los bancos, cajas o caixas, financian actividades culturales; aparte de eso que las iglesias y conventos abandonados funcionan como centros culturales, eso sin contar con los centros culturales y teatros privados, en donde uno realiza funciones con entrada pagada, los cuales se llenan.

Todo esto genera un rico mercado laboral artístico, que lamentablemente fue destruido en Chile, y que por esa razón todos los artistas que somos muy bien formados en Chile, nos tenemos que ir al extranjero, porque allá hay trabajo, pero ojo, si eres bueno, si no…. el público allá es muy exigente.

Junto con eso están los fondos del Estado español, que son más simples que el Fondart y dan más dinero, además de los fondos internacionales (Iberescena, Ibermúsica). En Italia es lo mismo y en Alemania se suma la Iglesia al financiamiento.

Volviendo a España tú puedes vender conciertos a municipios, colegios y empresas, puedes vender entradas, vender discos, presentarte en salas privadas pequeñas o teatros municipales.

Hay mercado a pesar de la crisis, lamentablemente para nuestro país, el peor momento de España es mejor que el mejor momento de Chile, por lo menos a mí me ha ido mejor allá que acá.

-¿Se puede llevar el arte clásico al pueblo chileno que tiene menores recursos económicos?

-Obvio, el Arte es transversal a todos los estratos económicos, el arte no pertenece a ningún tipo de élite, el arte es parte de la expresión humana, es inherente al ser humano, por lo tanto todos tienen derecho a maravillarse con lo más excelso de la naturaleza humana.

El problema del Arte sincero es que nos conecta con la divinidad interna, el Arte es el camino que transforma al hombre de deseo en hombre nuevo y el artista sincero, despojado del lado negativo del ego, debe ser el transporte que conduzca a la humanidad por esa vía, pero eso es peligrosos para algunos, el pueblo tiene que estar dormido para que no se levante en contra de ellos, por los constantes abusos que sufren a diario.

Hay que hacer una diferencia entre un espectáculo artístico y un espectáculo masivo, el primero se realiza en grupos pequeños, en un espacio que permita que el espectador se contacte con su interior, a diferencia del espectáculo masivo que te hace ser parte de la masa. El espectáculo artístico al ser más reducido genera menos votos y más encima al individuo conectarse con sí mismo, se transforma en un ciudadano más consciente y exigente, a diferencia del espectáculo masivo que son miles de votos que se congregan y que independientemente de la naturaleza del espectáculo o de su calidad la gente siempre saldrá contenta.

El gran problema del espectáculo artístico, es que el artista tiene que ser de gran nivel y con un repertorio que no satisfaga su propio ego, si no que sea pensando en el auditor que quiere transformar, porque si no se transforma el espectáculo en una verdadera lata soporífera, que hace que la gente huya de futuras manifestaciones artísticas.

Volvemos al mismo tema de las políticas culturales, lamentablemente y por lo expuesto anteriormente no se promueven los espectáculos artísticos, sino que lo otro, con esto no quiero demonizar a los grandes espectáculos, sólo digo que deben coexistir y los municipios y el CNCA debe permitir que convivan ambos, ya que el verdadero arte transforma, eleva, pero lo hace en públicos reducidos, lo que lo convierte en una gran tarea, casi como una evangelización artística.

-¿Qué mensaje les enviarías a esos niños chilenos que quisieran seguir tu camino?

-Tengo varios ex estudiantes que están siguiendo mi camino, a ellos y al resto de niños, jóvenes y no tan jóvenes que quieran seguir mi camino es que se asocien, formen grupos de carácter asociativo, sindicatos, corporaciones, asociaciones territoriales, es la única manera de poder incidir en las políticas culturales de un país, para que los artistas no tengamos como único norte el tener que ir a vivir a otro país. Cómo es posible que en Chile, donde se ha formado a grandes guitarristas, no existan circuitos de festivales y conciertos de guitarra en todo el país y todo el año, cómo es posible que haya trabajo para un grupo reducido de guitarristas, cuando son miles los estudiantes y cientos los profesionales.

Yo les digo a los estudiantes y guitarristas de este país que dejen sus egos de lado y que nos asociemos, que no pensemos en uno mismo y no sólo en nuestros proyectos personales. Ya he hecho un par de ponencias en ese aspecto, pero aún no he calado hondo en los corazones. No es posible que los guitarristas de Chile tengamos que contribuir al patrimonio cultural inmaterial de España, Argentina, Italia, Alemania, etc., y no al de nuestro propio país.

Los fondos de música del CNCA cada vez están más depreciados y es porque no hay interlocutores válidos entre los músicos y el Estado y es porque los guitarristas clásicos, en este caso, no estamos asociados.

Las asociaciones de artistas son el futuro del arte en Chile y ese es mi mensaje a los futuros artistas de este país.

-¿Cuáles son tus próximos planes?

-Estamos a la espera de hacer un proyecto con la comunidad afrochilena en el valle de Azapa, en donde mi esposa recogerá historias y las convertirá en una obra de teatro y donde yo recogeré sus cantos para transcribirlos a partitura y hacer la banda sonora de la obra; también estoy a la espera de que el proyecto de RED Cultura de la Municipalidad de Santo Domingo se resuelva, para ver si hacemos o no conciertos en esa comuna; además de dos invitaciones a tocar a Villa Alemana, en donde se ha creado una asociación de guitarristas que quiero conocer y apoyar y una invitación a realizar mi charla sobre mi transcripción de Bach, más concierto en el Conservatorio de Música Dan Avilés de Nueva Imperial, además de empezar a comercializar el disco que grabé a raíz de mi 1° premio en España, con obras de Ángel G. Piñero[2].

Bueno y el gran plan es que junto a mi esposa queremos agrandar la familia y por lo mismo nos vamos a vivir a España, además que tenemos que realizar unos conciertos por allá, yo estoy organizando una gira por Italia y en octubre tenemos que ir a un festival en Albania.

De todas maneras creemos que estaremos con un pie allá y otro acá, ya que tenemos la Corporación Cultural Arte y Creación en la comuna de Peñaflor y yo tengo que seguir trabajando con mi productora RVS Producciones Ltda.

Por Sergio Salinas

NOTAS

[1] Véase http://www.artes.uchile.cl/noticias/103152/columna-crisis-o-grito-artistico-vivir-del-arte-es-vivir-del-aire
[2] Será vendido en los mismos recitales de Ramón Vergara.

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones

Comparte ✌️

Comenta 💬