Una familia que da vida al bosque quemado

Entrevista con el artista plástico Jorge Águila Calderón realizada para Contenidos Locales

Entrevista con el artista plástico Jorge Águila Calderón realizada para Contenidos Locales. Junto a su familia, se dedica a rescatar la madera de los bosques quemados de Aysén.

Jorge Águila Calderón dice ser un hombre afortunado: está con Marcela, su pareja, la que no sólo complementa su vida, sino que también su trabajo creativo; es padre de tres “duendes” que le ayudan a hacer de esta vida algo mágico; y, además, vive en la Región de Aysén, la que le ofrece el escenario perfecto para desarrollarse de manera simple y sencilla.

Este escultor y guía de turismo tiene una conexión muy particular con el bosque, el que considera su refugio, el templo donde comulga con su ser. Es aquí donde descubrió su necesidad de rescatar la madera que ha sido devastada por los incendios.

“… La madera es testigo del tiempo. Estos árboles estuvieron vivos y presentes desde antes que colonizaran la tierra de Aysén; luego, producto de los incendios mueren, quedando sus cuerpos como mudos testigo de esta tragedia y del paso del tiempo…”, sostiene.  Hoy, Jorge y Marcela, a través de su trabajo, asumen un doble compromiso: recuperar la historia del bosque quemado y homenajear a los primeros hombres esforzados que llegaron a la patagonia chilena.

¿Cómo es que llega un bosque quemado a transformarse en la fuente de inspiración de un escultor?

– Como hijo de esta tierra siempre vi a los árboles como parte del paisaje habitual, cuya madera era usada como leña. Desde hace algún tiempo que vengo trabajando con diversas  maderas, dependiendo del lugar donde me encuentre. Al llegar a vivir con mi familia a Villa Ortega, sector que se encuentra en el Valle del Emperador Guillermo, descubrí en nuestros paseos la inmensa cantidad de formas y colores que tenían estos árboles muertos y luego de tomar conciencia de la historia que contenían, comenzaron a ser la mayor fuente inspiradora de mi trabajo.

Aquí claramente hay un rescate material, pero ¿cuál es el rescate inmaterial que crees estás haciendo con tu trabajo?

– Creo que mi arte en gran manera es inmaterial, porque sólo rescato las formas. Son estos trozos de árboles los que con su huella cuentan la historia de la colonización de esta austral región y no sólo de eso, sino también del clima y de lo que la gente ha hecho en ellos. Creo también que el tiempo no es mi mejor amigo, ya que producto del clima y del paso de los años lo queda para rescatar es muy poco, la mayoría ya se ha descompuesto. Es aquí donde nace el mayor rescate. Pronto, producto de la limpieza, de la reforestación y de la descomposición, el bosque quemado ya no estará, es por lo cual mis esculturas y trabajo serán un recordatorio de la historia y que ojalá esto nunca más ocurra.

En diversas instancias has manifestado que en lo que haces intentas “plasmar el proceso de muerte y renacimiento del bosque”. Quienes contemplan tu arte, ¿logran comprender el mensaje simbólico?

– La mayoría de las personas que nos visitan en nuestras exposiciones logran comprender fácilmente el mensaje, ya que como dije anteriormente estos árboles son parte del paisaje de nuestra región, y les sorprende el tema de renacer a través del arte y, además, es novedoso que sea utilitario.

Jorge, no sólo eres tallador y escultor, sino que también un destacado guía turístico de la Patagonia. ¿Es el bosque quemado uno de tus focos de las visitas?

– En mi trabajo como guía uno –generalmente- entrega todos los conocimientos acerca de la región, pero obviamente desde que tomé conciencia  de la importancia de este hecho histórico y de la colonización de nuestra región, lo hago saber de manera especial. La gente se sorprende de esta forma de colonizar y es producto de lo mismo que vendo piezas, ornamentales o utilitarias, con una breve reseña, es el valor agregado de mi arte.

Hoy, ¿cuál es tu aporte al rescate de la cultura local?

– La localidad en que vivo es un pueblo pequeño, pero con gran riqueza en su gente y en su artesanía. Lo que trato de hacer es ayudar a juntar esas fuerzas para que los saberes de los antiguos, como por ejemplo, el hilar y el tejer a telar no se pierdan. Además, creo que estando unidos es más fácil que la gente venda y, por lo mismo, traté de seguir trabajando en esto. Mi aporte es tratar que la gente conserve las tradiciones, por eso montamos ferias con mis escultura, lana y trabajo en fibras vegetales.

¿Crees que los medios de comunicación social contribuyen al rescate de la memoria de la patagonia chilena?

– En lo personal creo que se está tratando, a través de los programas de radio y libros de autores locales, pero -en particular- me gustaría que todos estos esfuerzos se masificaran, que llegaran a los colegios; quizás usando portales entretenidos de Internet. Que la gente aprenda y se interese por nuestra historia, pero principalmente por nuestra gente.

Como sociedad, ¿estamos preparados para comprender la muerte de las especies nativas y trabajar en el renacimiento de ellas como tú lo has hecho? ¿Qué nos falta para ello?

– Creo que “conciencia” es el término que encierra todo esto, es importante que la gente valore lo que tiene. Nosotros en la patagonia somos privilegiados, pero hay gente que no se da cuenta. Debemos proteger y enseñar para no volver a cometer los mismos errores del pasado. Y, además, deben los gobiernos privilegiar el reforestar con especies nativas.

¿Cuáles son los próximos pasos de Jorge Águila Calderon?

– Seguir trabajando y maravillándome con mi entorno, ojalá poder montar la exposición que está en proyecto con el bosque quemado, acercar esto a la mayor cantidad de gente y, en lo personal, terminar mi casa, mi taller y seguir viviendo con mi familia lo más cercano a la tierra.

Fuente: www.contenidoslocales.cl

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