Unión Comunera de Venezuela: «El único camino posible hacia el socialismo es la vía chavista de la comuna»

Colombia Informa estuvo en Venezuela y conversó con Alexander Gil, un dirigente de la Unión Comunera, organización que agrupa a 90 comunas de todo el país y algunos movimientos sociales. Defienden la Revolución Bolivariana y tienen como principio la vía comunal hacia el socialismo.

Unión Comunera de Venezuela: «El único camino posible hacia el socialismo es la vía chavista de la comuna»

Autor: Wari

Por Colombia Informa

Colombia Informa estuvo en Venezuela y conversó con Alexander Gil, un dirigente de la Unión Comunera, organización que agrupa a 90 comunas de todo el país y algunos movimientos sociales. Defienden la Revolución Bolivariana y tienen como principio la vía comunal hacia el socialismo.

-Ustedes, como Unión Comunera, ¿cómo leen la actual coyuntura luego de las pasadas elecciones?

-Desde la Unión Comunera vemos este escenario, pero no nos sorprende. Sabíamos que iba a haber un desconocimiento de los resultados electorales, como ha pasado en toda la historia de la Revolución Bolivariana.

Desde que la Revolución Bolivariana llegó al poder, hay un proceso de desconocimiento de los resultados bajo diferentes tácticas y estrategias. Siempre hay una forma para ellos desconocer los resultados.

En este momento, es una parte de la oposición que está desconociendo los resultados, porque gracias a un proceso de diálogo que se ha venido abriendo, desde la Asamblea Nacional, desde distintas instancias, hay otros sectores de oposición que reconocen los resultados, que reconocen al Presidente Nicolás Maduro. Entonces, eso es importante también tenerlo en cuenta, que es una parte de la oposición.

Vemos esto como un intento también de la oposición de re polarizar el país, de retomar ese tema de que hay un quiebre institucional a raíz del tema del fraude, y eso ya lo esperábamos.

De parte del chavismo ha habido desde antes de la campaña todo un proceso de reconocer los descontentos de la gente, de salir a escuchar, de salir a producir los grandes cambios, porque la revolución bolivariana no es un proceso monolítico ni estático.

De hecho, el presidente Nicolás Maduro lo decía: Después de las elecciones, si salimos victoriosos, vamos a un gran proceso de diálogo nacional con amplios sectores.

Vamos a producir los cambios internos que sean necesarios y hay fuertes intentos de seguir profundizando en el marco del proyecto. En la Unión Comunera decimos que la única vía posible hacia el socialismo es la vía chavista de la comuna.

En este mismo contexto, también hay un proceso muy fuerte de persecución contra el chavismo. Cuando se producen todas estas convocatorias, acciones vandálicas en el marco de lo que ellos llaman un fraude del proceso electoral, hay una persecución contra los chavistas.

De hecho, el clima estuvo bastante fuerte cuando íbamos a votar. Había como un tono de venganza con relación al chavismo. Incluso cuando pasó todo esto, a mucha gente la golpearon en la calle, a mucha gente la intentaron asesinar; asesinaron guardias nacionales.

Vemos también eso como un intento de desaparecer el proceso de revolución bolivariana. Como no pueden con los votos o con las acciones violentas, buscan hacer que el chavismo empiece a dudar de su propio símbolo. Es por eso que también atacaban las estatuas de Chávez.

Incluso atacaron una estatua del indio Coromoto, que es una figura importante también, porque están intentando acabar con todos los símbolos de la revolución.

Hay un discurso de odio muy fuerte contra el chavismo y lo podemos ver no solamente en la calle. Lo vemos también en redes sociales.

Hay amenazas, asesinatos, hay una persecución de los liderazgos, hasta el punto que se envían fotos con la dirección de los militantes, con los números de los militantes, y es bastante fuerte. O sea, es un intento también por desmoralizar al chavismo.

Y en el marco de este proceso, nosotros tenemos que rescatar a los principales símbolos de la Revolución Bolivariana, que son Bolívar, que Chávez, que todo el proceso de democracia participativa y protagónica.

A pesar de este contexto del que ya teníamos idea, la coyuntura se pone bastante compleja porque nos coloca el reto de volver a rearticular y a reagrupar porque los chamos que convocaron acciones vandálicas son chamos nuestros del barrio, a los que les pagaron para que participaran porque ni votaron ni tenían idea de lo que estaban haciendo en el marco de las guarimbas.

Vemos que la oposición sigue utilizando a nuestra juventud del barrio, porque no es la juventud de clase media alta, clase alta que comete estos actos vandálicos, sino que terminan usando de escudo a la clase popular.

Nosotros tendremos que posicionar una gran política de la juventud que permita acercarnos con estos sectores, que permita rearticular a los sectores de la juventud.

Hay programas muy importantes, pero hay que seguir profundizando también el trabajo con los jóvenes para que no pasen cosas de este tipo.

Sobre estos actos vandálicos, también cabe decir que ellos convocaron a la ciudadanía y estos grupos que cometieron actos vandálicos no pasaban de 15 y 20 personas.

La mayoría son jóvenes que no estaban afiliados a ningún partido político y que no habían ido ni siquiera a votar. La situación, digamos, en términos de focos de violencia ya está controlada.

Hubo una buena respuesta institucional de parte del Gobierno del Presidente Nicolás Maduro. Se activaron mecanismos institucionales para la salida de este intento de crisis que intentó generar la oposición.

También hubo ataques cibernéticos contra el Consejo Nacional Electoral. Entonces estos son, digamos, elementos muy sintéticos al momento de entender la coyuntura en Venezuela, lo que está pasando actualmente.

Nosotros fuimos a unas elecciones con un sistema electoral, digamos, de los más seguros en el mundo, podríamos decirlo.

Permite la auditoría de la ciudadanía que blinde el voto de tal manera que tú votas digitalmente, pero también ese voto produce un comprobante y ese comprobante luego está también relacionado con las actas de votación. Tenemos esos tres mecanismos que deben coincidir en todo momento y que blindan ese proceso.

Finalmente, hay un intento de repolarizar radicalmente al país, hay un intento de elevar los niveles de odio para que el proceso de revolución bolivariana no siga avanzando y para desconocer toda la política social, porque a veces ellos dicen, bueno, que hay un tema de alimentación muy fuerte, que no hay acceso a ciertas cosas.

Por ejemplo, el tema de salud es bastante complejo, medicamentos, todo esto. Pero lo que no dicen es que estos mismos sectores, desde el año 2015 cuando ganaron las elecciones parlamentarias, se montaron en una política de convocatoria a que a Venezuela se le impusieran medidas coercitivas unilaterales o las llamadas sanciones.

Lo que hicieron fue afectar el sistema de salud y sancionaron a la principal empresa que produce divisas y que permite la inversión social, que es PDVSA.

Entonces, ante un país bloqueado, constantemente asediado, porque no son solamente estas acciones de sancionarte, de quitarte empresas en el exterior, sino que también parte de un proceso de violencia y de intentos de golpe de Estado, lo vimos en 2014 y lo vimos en 2017 con la autoproclamación.

No hay un interés de la oposición de participar en el marco de un proceso electoral y como no pueden disputar en ese espacio, intentan activar acciones violentas.

-¿Cómo se entiende actualmente la democracia al interior de la Revolución Bolivariana? ¿Hay autoritarismo como muchos dicen, incluso sectores de izquierda en otros países?

-Mira, con relación a la democracia, y eso si hay que decirlo, nosotros hemos generado un modelo de democracia, digamos, diferente, que trasciende también ese tipo de democracia liberal burguesa, donde solamente el voto te permite la participación popular.

Nosotros aquí tenemos el voto, pero hay mecanismos, digamos, si nos ponemos institucionales; están soportados por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Como por ejemplo la Asamblea de Ciudadanos, cuyas decisiones tienen carácter vinculante para el país. Es una figura muy importante que ha abierto paso también a todo lo que tiene que ver con el gran marco jurídico que tenemos acerca de las leyes del poder popular, donde están los consejos comunales y están las comunas, que es la máxima expresión de democracia participativa y protagónica.

Es un nuevo estilo de democracia, es una nueva forma de que el pueblo realmente tenga el poder en el territorio. Lo que hablaba Simón Rodríguez mucho es todo este tema de la toparquía, del poder en el territorio.

Ante eso, hay un proceso de democracia participativa y protagónica que digamos que te blinda y que no te permite situaciones de autoritarismo.

Por ejemplo, en las decisiones del Consejo Comunal o en las decisiones de la Comuna, ni el Partido ni el Gobierno pueden desmeritar lo que se haya decidido en Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas. Es muy complejo que haya procesos de autoritarismo allí.

Además, el plan de gobierno, por ejemplo, se construye con la gente, con los diversos sectores sociales, con los consejos comunales, con las comunas.

Hay procesos, digamos, de referéndum también para aprobar decisiones importantes como todo el tema del Esequibo hace un tiempo.

Entonces, es complejo. Yo creo que hay muchos sectores de izquierda muy, muy influenciados por las campañas del imperialismo y toda esta red de propaganda que se ha tejido, que no entienden tampoco que en Venezuela se está construyendo una democracia participativa y protagónica de base, o sea que trasciende esas formas de democracia.

-¿Cuáles son los logros de la Revolución Bolivariana en cuanto a la deuda social? ¿Cómo fue eso de las Misiones?

-Sobre los logros de la Revolución Bolivariana en el marco de esa gran deuda social, incluso en Venezuela se produjo algo que se llamó el caracazo en el año 89, que fue una respuesta espontánea del pueblo ante la aplicación de medidas neoliberales.

Habría una gran deuda social, había una cantidad, o más bien, la mayor parte de la población era analfabeta, por ejemplo. Fuimos a un gran proceso, una gran cruzada de alfabetización.

Los sectores más empobrecidos, que eran la gran mayoría del país, no tenían acceso a salud; no tenían acceso a medicamentos.

Se hizo un esfuerzo importante con las Misiones y Grandes Misiones, por ejemplo, el Barrio Adentro, para traer compañeros y compañeros de Cuba, médicos cubanos que pudieran también cubrir esa gran deuda que había en el sector salud, mientras que formábamos más médicos venezolanos que pudieran atender ese asunto.

Las Misiones son un conjunto estructural que trata temas como la educación. El tema de las viviendas también fue abordado por la revolución.

Incluso se atienden a los sectores en situación de calle. O sea, cuando la revolución bolivariana llegó, había una gran población en situación de calle y gracias a la revolución se permitió una reinserción a la sociedad.

El tema de los servicios públicos también ha cambiado mucho. Las Misiones y las Grandes Misiones surgen en 2004-2005, y es una gran cruzada para resolver grandes problemas que había en la sociedad y fue entendida como una deuda social.

-¿Cómo se entiende actualmente el poder popular al interior de la Revolución Bolivariana y su relación con los movimientos sociales?

-El tema del poder comunal y el poder popular es básicamente lo mismo. En Venezuela hemos construido grandes experiencias de poder popular.

En Venezuela hubo una tradición importante de movimientos sociales, de movimientos cooperativistas, incluso de movimientos guerrilleros que abrieron también pasos a que ciertos territorios también tengan desarrollo orgánico.

Muchísimas experiencias, como el tema de los movimientos campesinos, que han tenido como raíz luchas históricas que han permitido tener un germen, digamos, de organización popular.

Cuando empieza el proceso de Revolución Bolivariana, hay una gran deuda social del Estado, que antes solo se encargó de reprimir, más allá de cubrir toda esta deuda social.

La revolución ocurre en el marco de intentar reagrupar a todos estos sectores organizativos que reflejan todo lo que tiene que ver con el poder popular.

Entonces empiezan las primeras mesas técnicas de agua, las primeras mesas técnicas de tierra, que eran pequeñas asambleas donde se discutía sobre cuestiones concretas, sobre problemáticas concretas que giraban alrededor de estos servicios, de agua, de luz, del tema de comunicaciones y sobre todo el tema de tierra.

Había un gran sector de terratenientes en el país; entonces estos espacios permitían un proceso organizativo de discusión de la gente que tenía decisiones de carácter vinculante que terminaban generando otros procesos organizativos. En todo este marco se generan otras experiencias organizativas.

Fue importante también el proceso de organización de las cooperativas en Venezuela, con un gran crecimiento. Y también se crean núcleos de desarrollo endógenos, que eran espacios para el desarrollo a lo interno de las comunidades, en el marco de sus procesos identitarios, en el marco de sus procesos históricos.

Y luego viene el resultado y la síntesis de todas estas experiencias, que se conoce como los Consejos Comunales. Los consejos comunales son comunidades organizadas bajo una estructura organizativa en términos de comité, por el cual se planifica la vida en la comunidad, por el cual se planifican los proyectos, por el cual se resuelven las problemáticas, el espacio de discusión y de toma de decisiones en la comunidad.

Se da todo este proceso de las leyes del poder popular y se hace la primera ley de consejos comunales en el año 2006, que más allá de ser una ley que reglamenta el proceso de la organización popular, más bien son leyes fundacionales que fundan procesos organizativos y que los masifican también. Sin estas leyes, no hubiéramos podido masificar el tema de los consejos comunales.

Luego, en el año 2010, se produce una ley orgánica de las comunas, que son espacios que agrupan estos consejos comunales en el marco igual de un proceso de identidad histórica, pero que es un proceso más grande de organización de varias comunidades.

-¿En qué consisten las comunas?

-La comuna ha crecido muchísimo en Venezuela. Tuvieron un proceso, digamos, de crisis también, en el marco de la crisis por las sanciones, el sabotaje y los intentos de golpe de Estado.

Esto también fue lo que ayudó a que el proceso de revolución bolivariana resistiera. Las comunas son como ese espíritu y siempre decimos que la comuna es el espacio donde se va a parir el socialismo.

Entonces, en ese marco, la comuna es un espacio también para desarrollar territorialmente la comunidad y desarrollar también todos estos elementos organizativos para seguir profundizando.

Nosotros dentro de la Unión Comunera, junto a amplios procesos y actores dentro de la Revolución Bolivariana, creemos que la única forma de hacer transición hacia el socialismo es la vía comunal; es la vía del poder popular.

Entonces, en eso nos hemos concentrado. El tema de las comunas ha crecido ampliamente. Actualmente, hay alrededor de más de 4.000 comunas y más de 50.000 consejos comunales.

Ha sido también un proceso importante porque permite que los movimientos sociales, cooperativas y todas esas dinámicas organizativas se encuentren en un espacio concreto territorial, que es la comuna.

También hay momentos de crisis de las comunas porque el afectar la institucionalidad en Venezuela también termina afectando el financiamiento de estas organizaciones populares y el financiamiento de proyectos en términos sociales.

Entonces se da ese proceso de resistencia, se caen algunas experiencias comunales, pero se fortalecen otras; esto es un proceso de larga data de resistencia en lo comunal.

Entendimos que ante un contexto de crisis, lo único que podía hacer resistir a la Organización Popular en Venezuela eran esos elementos organizativos.

Estar agrupados para el combate contra el imperialismo y contra la burguesía y contra los sectores títere que promueven este tema de las sanciones, que promueven este tema del sabotaje, que promueven estos intentos de golpe de Estado.

-¿Cómo surge la Unión Comunera?

-Como agrupamiento de estas experiencias comunales. Es un movimiento nacional de comunas que agrupa más de 90 comunas en el país y algunos movimientos sociales. Tiene como principio básico la vía chavista hacia el socialismo, que no es otra cosa que la comuna.

Estamos organizados en distintas regiones del país, tenemos una dirección nacional, nos organizamos en distintas comisiones de trabajo y hemos estado disputando también ideológicamente el tema de la comuna.

La comuna debe ser un espacio de autogobierno popular que vaya construyendo un nuevo Estado, el Estado comunal, de abajo hacia arriba. Que vaya construyendo esos procesos, libre de vicios del Estado burgués actual que tenemos.

Creemos que es la mejor forma de hacer transición hacia el socialismo. Una de nuestras consignas dentro de la Unión Comunera es independencia, comuna y socialismo.

Por Colombia Informa

Entrevista publicada originalmente el 4 de agosto de 2024 en Colombia Informa.

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