En un nuevo parte pone en duda el alcance e impacto del acuerdo de alto al fuego entre el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) e Israel, el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza reportó este jueves la muerte de 29 palestinos y 10 heridos en los hospitales durante las últimas 24 horas, atribuyendo las bajas a las reiteradas violaciones por parte del régimen sionista a la tregua pactada el pasado 11 de octubre.
De acuerdo con el informe diario emitido por la cartera sanitaria gazatí, 22 cuerpos de los 29 fallecidos fueron recuperados de entre los escombros, mientras tres murieron por heridas previas y cuatro perdieron la vida por ataques directos israelíes, pese al cese al fuego vigente.
Estos registros dejan en evidencia que las consecuencias de los bombardeos anteriores siguen cobrando vidas diariamente, mientras los ataques por parte de Tel Aviv continúan activos en el enclave palestino.
Estos ataques representan una violación al acuerdo anunciado por Khalil al-Hayya, dirigente de Hamas en Gaza y jefe de la delegación negociadora palestina, con el que se pondría fin a la guerra y a la agresión contra el pueblo palestino por parte de Israel.
Dicha tregua estableció entre sus puntos: un alto al fuego permanente, la retirada de las fuerzas de ocupación, la entrada de ayuda humanitaria, la apertura del cruce de Rafah en ambas direcciones y el intercambio de prisioneros.
Con estas nuevas víctimas, el balance total de la guerra de genocidio israelí contra Gaza que arreció a partir de octubre de 2023. asciende a 67 mil 967 muertos, en su mayoría mujeres y niños y más de 170 mil 179 heridos.
Desde la entrada en vigor del alto el fuego, el número de fallecidos directamente contabilizados en este periodo es de 23, a los que se suman 122 heridos y 381 cuerpos recuperados de distintas zonas devastadas por los bombardeos.

Cuerpos de víctimas retenidos y signos de maltrato
Segñún consignó Al Mayadeen el informe confirma la recepción de «30 cuerpos adicionales de identidad desconocida, que habían sido retenidos por la ocupación israelí». con esta entrega, el número total de restos devueltos en tandas sucesivas desde el inicio de la tregua asciende a 120.
Sin embargo, la situación presenta un cuadro aún más grave. El Ministerio de Salud de Gaza denunció qie «algunos cuerpos tienen signos de maltrato, golpes, manos atadas y ojos vendados».
Hasta el momento, las autoridades sanitarias gazatíes han logrado identificar solo a cuatro de los mártires por parte de sus familiares, pero beatificaron que el trabajo de los equipos médicos en el manejo de los cuerpos seguirá adelante, conforme a los procedimientos y protocolos establecidos,
Dejaron en claro que el objetivo es completar los procesos de examen, documentación y entrega de los restos de las víctimas a las familias
Cabe destacar que estas devoluciones de cuerpos, incluidos otros 45 restos recibidos el miércoles, no son añadidos al balance total acumulado de fallecidos desde el 7 de octubre, representando una categoría separada dentro del conflicto.
Obstrucción humanitaria y violaciones continuas al alto al fuego
La crisis humanitaria que se vive en Gaza se ve agravada por las persistentes dificultades para acceder a las zonas más afectadas. De acuerdo con Al Mayadeen, las autoridades sanitarias y humanitarias denuncian que «la ocupación continúa impidiendo el acceso de ambulancias y equipos de rescate a varias zonas del norte y centro de la Franja, lo que agrava la crisis humanitaria y retrasa la recuperación de cadáveres».
Pese a la entrada en vigor del alto el fuego, las fuerzas de ocupación israelíes han violado repetidamente la tregua, al lanzar ataques diarios y transgresiones armadas en distintas áreas, especialmente en las provincias de Khan Yunis, Rafah y Deir Ezzor.
Al respecto, los medios locales reportan que los drones del ejército israelí continúan sobrevolando zonas residenciales, mientras unidades terrestres siguen abriendo fuego contra viviendas y hospitales.
El Ministerio de Salud de Gaza advirtió que estas acciones han provocado nuevas víctimas civiles y aumentado el número de heridos en las últimas jornadas, poniendo en evidencia la precariedad de un alto el fuego que, para la población que permanece en el enclave parece existir más en el papel que en la realidad.