Trump emite orden que favorece el régimen israelí en detrimento del pueblo palestino

El presidente de EE.UU. firmó ayer una ordenanza ejecutiva "contra el antisemitismo", pero que, en realidad, busca acallar las voces críticas contra Israel

Con la firma de esta orden ejecutiva, Trump redefine el judaísmo como una nacionalidad y no como una religión y, para cualquier violación a su nueva norma, dispuso la retención de fondos a universidades e instituciones educativas que no bloqueen el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel.

“Este es el mensaje a nuestras universidades: Si quieres aceptar la tremenda cantidad de fondos federales que consigues cada año, debes rechazar el antisemitismo. Es muy simple”, aseveró Trump durante la celebración de la festividad judía de Janucá en la Casa Blanca.

El mandatario norteamericano prometió seguir “al lado de su apreciado amigo y aliado”, como describió al régimen israelí, y reiteró la “postura firme” de Washington en contra de BDS.

El movimiento BDS es una campaña global que busca aplicar presión financiera a Israel para obligarlo a cumplir con las normas según el Derecho Internacional, incluida la retirada de los territorios ocupados, la eliminación del muro de separación de Cisjordania y el derecho de retorno para los refugiados palestinos.

La extensión de este movimiento en el mundo ha inquietado en gran medida al Gobierno de Trump, conocido por su postura contra los palestinos y a favor de Israel.

Varias figuras y grupos pro derechos humanos han tachado la nueva medida proisraelí de Trump de un obstáculo a la libertad de expresión y un intento para poner fin a las críticas a Israel.

La ONG liberal y grupo de izquierda J Street destacó que la orden “parece diseñada menos para combatir el antisemitismo que para tener un efecto sobre la libertad de expresión y tomar medidas en los campus contra los críticos con Israel”.

De acuerdo con varias evaluaciones, Trump se ha conocido como el presidente más amable hacia Israel que haya residido en la Casa Blanca. Efectivamente, no ha habido ni una sola medida o postura israelí que no haya sido apoyada por el actual inquilino de la Casa Blanca.

En diciembre de 2017, Trump declaró la ciudad palestina de Al-Quds (Jerusalén) capital de Israel y, en mayo de ese mismo año, ordenó que la embajada de Estados Unidos se traslade de Tel Aviv (oeste de Palestina ocupada) a Al-Quds.

Trump también ha reconocido la anexión en 1981 de los altos del Golán por parte de Israel, en un impulso por reforzar la posición del premier del régimen de Israel, Benjamín Netanyahu. Y, en el paso más reciente, Washington ha rechazado determinar ilegal los asentamientos israelíes en Cisjordania.

Cortesía de HispanTV

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