Soy esclavo de un banco

La fórmula de Chicago apesta, siempre ha apestado, pero hoy es insoportable el olor a putrefacción que ronda en las gerencias de los veinteavos pisos de Santiago

Por seba

19/05/2012

Publicado en

Actualidad / Columnas

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La fórmula de Chicago apesta, siempre ha apestado, pero hoy es insoportable el olor a putrefacción que ronda en las gerencias de los veinteavos pisos de Santiago. Esta mentira maloliente, de la que se jacta el mercurio en cuanta editorial económica saca, ha venido consolidando en nuestro país una verdadera dictadura empresarial a través del mito: libre mercado = desarrollo social.

Este triste transito histórico de nuestro país, ha sido amparado por la cómplice democracia de los partidos políticos, que en el pasado desviaba la atención del pueblo con esa política de “en la medida de lo posible” mientras por debajo de la mesa el corporativismo pinochetista posibilitaba que sus “boys” estuviesen en los directorios de las empresas estratégicas.

Luego vino el temporal privatizador y arrasó con lo que faltaba: agua, bosques, cobre, energía, puertos, transporte (siga ud enumerando). Era necesario liberalizar todo para acabar con la cesantía y la pobreza de los ciudadanos chilenos. Apresurados gritaban “crecer con igualdad” para tranquilizar al pueblo con “el chorreo” que nunca chorreaba. Resguardo y apoyo a la “clase media” decían otros, que intentaban convencernos que existían “no tan pobres” en el país. En lo concreto: el rico se enriquece y el pobre se empobrece.

Pero luego de varios largos penosos 40 años este mito se cae por su propio peso. Si revisamos a simple vista los indicadores de pobreza que nos entregan las “instituciones que funcionan” para los ricos  podemos dar cuenta que ha disminuido la pobreza. Sin embargo, el año 2008 el Ingeniero Comercial, Universidad Católica de Chile. MA y Ph.D. en Economía, Universidad de Harvard. Profesor Titular del Instituto de Economía de la Universidad Católica de Chile, ex Director de la Fundación para la Superación de la Pobreza y actual ministro de Hacienda del Gobierno de Chile, Felipe Larraín realizó un estudio apuntado a revisar y mejorar los indicadores de la pobreza en Chile el estudio lleva por nombre: “Cuatro millones de Pobres en Chile: Actualizando la línea de pobreza”.

En él señala:

“(…) la Canasta actualmente vigente se elaboró en base a los patrones de consumo de los hogares del Gran Santiago en los años 1987-1988, en circunstancias que desde entonces han ocurrido muchos cambios económicos, demográficos y sociales que hacen necesaria una actualización de la línea de pobreza. (…) la pobreza afectaba todavía al 29% de la población en 2006, es decir, más del doble de la cifra oficial”.

Actualmente ¿Cuáles serán las cifras reales de pobreza y miseria si no existe esta actualización de la canasta?

Pero no veamos el lado medio vacio del vaso, existen políticas públicas de fomento al empleo. Cabe preguntarnos entonces ¿estas políticas habrán servido de algo? Fundación SOL, “transformando el trabajo” es tajante al plantear que no. Realizando un monitoreo exhaustivo durante los últimos dos años de los resultados de la Nueva Encuesta de Empleo (NENE), publicada por el INE, la Fundación SOL ha elaborado un estudio sobre la “Precariedad laboral y modelo productivo en Chile” en el cual, se aportan datos suficientes como para derribar el mito de un país de trabajos formales, protegidos, estables y productivos.

Según el Índice de Empleo Protegido que elabora Fundación SOL, actualmente sólo el 39% de los ocupados a nivel nacional tiene un empleo protegido, vale decir, con contrato escrito, indefinido, liquidación de sueldo y cotizaciones para pensión, salud y seguro de desempleo. Por otro lado, los trabajadores asalariados eventuales a honorario solo 52% cumple con esos requisitos y un 21% de ellos ni siquiera tiene contrato laboral. Además, dentro del crecimiento de los asalariados durante los últimos 18 meses, el 100% corresponde a trabajadores tercerizados, que trabajan para empresas contratistas o suministradoras de mano de obra.

Pero en la distribución de la riqueza ¿algo habrá? no señores! nada para los trabajadores ni sus familias. Recientemente Manuel Riesco, economista del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA CHILE) publicó un extracto de su artículo «Chile despierta nuevamente, Tras el Parto de un Siglo,» preparado para la universidad de Kassel, donde cruza los datos entregados por la encuesta CASEN y el los datos del PIB 2009 del Banco Central.

En el estudio nos muestra que el 40,5% del PIB lo aportan trabajadores dependientes y por cuenta propia. Por otro lado más de la mitad del PIB, exactamente un 54,8% se lo lleva “los propietarios del capital” el cual pertenece a una minoría en el país. ¿Distribución de las riquezas? En lo concreto Riesco afirma:

“(…) la parte del ingreso apropiada por los dueños del capital, que en su mayor parte corresponden al 1 por ciento más rico, excede con creces los ingresos del trabajo y de las familias que responden la CASEN».

Entonces, ni disminución de la pobreza, ni aumento del empleo ni distribución de las riquezas, esta es la realidad, basta de mentiras.

En lo personal, debido a que el modelo de educación chilena fue diseñado por los dictadores, tuve que pedir un préstamo bancario para poder estudiar mis 5 años que duró mi carrera universitaria.  En lo concreto, debo pagar el triple de lo que costaba debido a que sólo pude acceder al crédito CORFO, hasta el 2021 seré esclavo del banco BBVA (capitales españoles). En mi condición de trabajador independiente no tengo la certeza de un sueldo estable mes a mes, y gano menos del mínimo promedio, la cuota mensual de mi préstamo es de $150.000 (variable si aumenta la tasa de interés o la UF). En teoría todo mi sueldo, todo el trabajo del mes, debería entregárselo al BANCO, ni pensar en arrendar, comer, vestirme, enfermarme, accidentarme, vivir.

Pues bien, me declaro en absoluta rebeldía ante la banca, no seré su esclavo, no pagaré sus cuotas, si nos embargan la pagarán más caro ellos. En este sentido, comparto la lucha desplegada de Arica a Punta Arenas por miles de compañeras y compañeros que han planteado, muy responsablemente, el término de este modelo de educación y modelo económico que no ha beneficiado en nada a nuestra gente. La paciencia ya se agotó, el sistema actual no puede seguir así con lógicas de mercado de un gobierno corporativo que ejecuta, legista y es justo con y para los empresarios.

Me entristece darme cuenta de la gran estafa que le hicieron a nuestro pueblo a nuestros padres y familiares, esa reforma previsional que creo las AFP y los obligó a cambiarse de sistema. Esta estafa permitió que los cuantiosos recursos previsionales de los trabajadores chilenos fueran traspasados al sistema privado, directo al bolsillo de los: Cruzat, Larraín, Vial o algunos conglomerados ya tradicionales como los grupos Luksic, Angelini y Matte (que se juntaron para formar la AFP Summa en su momento) Y hoy adportas de jubilar se enteran que tendrán una pensión de miseria; que su fondo de desahucio por año de servicio no existe y que casi el 50% de sus ahorros de 30 años de trabajo se esfumaron en un día producto de una transacción especuladora en las plazas bursátiles de las europas.

Me cansé de este Chile neoliberal, han vendido nuestra patria a pedazos, el capital extranjero controla la totalidad de nuestros recursos naturales. Sólo con las ganancias del COBRE el año 2011 podríamos financiar educación pública en todo América Latina. Basta de la usurpación a nuestra tierra. Ya basta de esta dictadura. Debemos organizarnos y dar la lucha por nuestros hijos ahora.

NO + Lucro en la educación.

NO + Flexibilidad laboral.

NO + AFP

NO + Partidos políticos corruptos

Renacionalización del cobre y TODOS los recursos naturales.

Por una democracia participativa y popular.

Prefiero morir de pie que vivir de rodillas…

Por Nicolás Véliz Rojas

Endeudado de Periodismo PUCV

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