Una corriente de agua contaminada inunda la Gran Barrera de Coral

La gran mancha es visible desde el espacio y los científicos están investigando qué tan graves pueden ser las consecuencias.

La Gran Barrera de Coral simplemente no ha tenido descanso en los últimos años. Primero fue el descubrimiento del blanqueamiento que sufre por causa del aumento de las temperaturas en el océano. A este dramático fenómeno se suman los ciclones que le han afectado por varios años.

Ahora, sin haber tenido suficiente tiempo para recuperarse, una parte del arrecife se ha visto afectada por una enorme inundación de escorrentía contaminada que se precipita hacia el mar, directamente hacia el arrecife. Esto se debe a un período excepcional de lluvias en Queensland, Australia.

Las imágenes de satélite muestran aguas turbias que se extienden desde los ríos aumentados de Whitsundays hasta Cape Tribulation.

Las aguas ya han llegado a los arrecifes más cercanos, a unos 60 kilómetros de la costa, posiblemente bloqueando la luz del sol y sofocando la vida debajo de la superficie.

El mayor temor, según la agencia ABC, es que las aguas fangosas contengan sustancias químicas de uso común en la agricultura, como el nitrógeno o el fósforo, ya que podrían matar al coral y las algas marinas de área.

Cuanto más tiempo permanezca allí la mancha turbia, más daño podría hacer y, sin fuertes vientos, la columna de agua contaminada puede tardar un poco en avanzar.

En 2016 se informó que el 93 por ciento de la Gran Barrera de Coral estaba blanqueado debido a un inusitado clima cálido de las aguas, con un 50 por ciento declarado muerto o agonizante (imagen arriba). Algunos científicos piensan que esta porción ya no se puede salvar.

Pero puede haber un lado positivo a todo esto. Si los ríos transportan agua fría hacia el mar y si las nubes continúan bloqueando el sol, esto podría ser suficiente para enfriar algunas olas de calor submarinas que se dirigen a la región en las próximas semanas.

«Si queremos tener un lado opuesto a la historia, este sería uno», dijo Frederieke Kroon, científica marina, a ABC, «pero sigue siendo una gran perturbación para el arrecife [después] de la decoloración y los ciclones que hemos tenido en el último par de años», agregó.

Fuente: Science Alert

 

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