Cambios legislativos en el campo de la diversidad sexual

Muchos expertos están de acuerdo en afirmar que ha sido gracias a la recuperación de las prácticas «perversas» por parte femenina la causa que ha provocado, por fin, la aceptación por gran parte de la población, de los colectivos homosexuales: gays y lesbianas y de los bisexuales

Por Wari

18/11/2009

Publicado en

Actualidad / Justicia y DD.HH

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Muchos expertos están de acuerdo en afirmar que ha sido gracias a la recuperación de las prácticas «perversas» por parte femenina la causa que ha provocado, por fin, la aceptación por gran parte de la población, de los colectivos homosexuales: gays y lesbianas y de los bisexuales.

Y son precisamente estos colectivos los que sí han logrado importantes cambios legislativos en el campo de la diversidad sexual. Quizás porque la reivindicación individual desembocó en grupos organizados y movimientos masivos, que peleaban por el derecho a la libre elección sexual de todos (y ello nos hace caer en la cuenta a todos de que mientras las feministas reividiquen aisladas, se tardarán siglos en avanzar).

Con ello se generalizó las reivindicaciones de los grupos de LGBT (gays, lesbianas, transexuales, bisexuales) que trataban de convencer a la sociedad general que se respetase la diversidad sexual y los aceptasen.

La cultura LGBT (…) arranca de la lucha feminista por emancipar a la mujer y establece que ser varón o mujer no es algo que venga dado por la naturaleza -concretamente, por la diferenciación sexual de índole biológica-, sino que son elaboraciones culturales, es decir, creaciones enteramente artificiales producidas por cada contexto social (Santamaría, 2004).

Con sus reivindicaciones, los grupos LGBT adquirieron la suficiente confianza en sí mismos para conseguir que las sociedad los aceptasen y ya consolidados no quisieron nunca más esconderse en lugares semiclandestinos y nocturnos.

Es evidente que se han operado algunos cambios significativos en la sociedad contemporánea de los países avanzados, referidos a la aceptación de los diferentes modelos de diversidad sexual. Aunque son mayoría las instancias sociales que siguen extendiendo los modelos exclusivamente heterosexual-monosexual con su fuerte presión, como señala Arroyo (2004) mediante la: educación y crianza, moral religiosa, discursos psicológicos y científicos, modelos presentes en los medios de comunicación, relaciones interpersonales, etc.

También es verdad que cada día aumentan más los colectivos y las personas individuales que investigan o divulgan o propagan sin reparos, o asumen las reivindicaciones propias de otros modelos de la diversidad sexual. Y lo hacen a través de diferentes medios de divulgación visual o de creación literaria, historias de películas y obras arte.

Con la divulgación de sus protagonistas, que concretizan ejemplos de «indecentes» o «perversas» conductas bisexuales / ambisexuales / anfisexuales, homosexuales, heterosexuales, promiscuas,… ilustradoras de la idea de estimular la «impudicia sexual», cumplen la función de implementar tales prácticas «indecentes», hasta modificar la moral y el orden vigente.

Por ejemplo: en la década de los noventa, este tema empezó a tratarse en el cine con mayor asiduidad. Henry y June, Manhattan o Instinto básico, entre otras, son filmes que muestran casos de bisexualidad, es decir, de personajes que mantienen relaciones afectivas y sexuales con personas de ambos sexos, introduciendo esta temática a grandes sectores de espectadores en todo el mundo sin que se haya producido repudio masivo, protestas o desmanes (Márquez Villar, 2004).

También se incrementa la reivindicación de la diversidad sexual y de la bisexualidad por parte de personas comprometidas que las honran y que contribuyen de forma significativa a promocionar tales conductas: iniciativas ciudadanas que terminan por legalizarse en movimientos asociativos; instituciones que organizan Exposiciones de Arte, Conferencias, Congresos Internaciones, o convocan Certámenes, o celebran el Día Internacional o Universitario de la Diversidad Sexual, etc…

Por ejemplo, respecto a la bisexualidad, informa Gabriela Granados (2004): Como cada dos años, una ciudad del mundo angloparlante fue la sede de diversas discusiones cuyo objetivo es fortalecer la identidad bisexual como algo completamente válido (contra la visión de que es una “indefinición inmadura” o un “estado transitorio”) y hacerse visibles no sólo ante la sociedad heterosexista, sino también dentro de la diversidad sexual y el movimiento gay y lésbico (al igual que el transgénero).

Numerosas personas se reunieron del 6 al 8 de agosto en la Universidad de Minesota, en Mineapolis, para celebrar el Octavo Congreso Internacional sobre Bisexualidad. Y Regina Facchini, añade en 2004, que tuvo lugar el II Encuentro Paulista GLBT (gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros), realizado del 6 al 8 de agosto en la ciudad de Sao Paulo, Brasil (…). Por primera vez en la historia del movimiento brasileño, las y los bisexuales tuvieron oportunidad de participar de un encuentro del movimiento en forma políticamente organizada.

Asimismo, se incrementan las investigaciones sobre la diversidad sexual en el seno de las universidades. Esta investigación es conocida en universidades anglosajonas como Women’ Studies y Gays and Lesbian Studies. Tema del estudio de la Sexualidad de gays y lesbianas que ha sido tabú para muchos investigadores heterosexuales. En muchos casos evitaban investigar este tema porque generalmente muchos estaban condicionados en la homofobia y lesbofobia de las autoridades que habían escrito los libros en los que habían estudiado, con el prejuicio de que las conductas homosexuales eran degradantes, o delitos, o enfermedades. O no las investigaban porque temían ser calificados de gays o lesbianas, debido a que, como afirman Guasch y Viñuales (2003: 13), se suele dar: La asociación sutil (pero eficiente y estigmatizadora) del interés sociológico de quien investiga la diversidad sexual con sus prácticas personales. De forma que no sorprende su aprensión.

Y sobre todo se generan foros y páginas de información en Internet, una de los medios de comunicación que más eficientemente está permitiendo que la diversidad sexual se extienda rápidamente. Afirma al respecto Bastías en (2003): La investigadora Riane Eisler ha popularizado una interesante teoría que advierte en la revolución cibernética la posibilidad de un renacimiento de la civilización pre-patriarcal que rigió en los albores de la humanidad. (…) Algunos síntomas de este eventual renacimiento de la civilización primigenia son los movimientos pacifistas, ecologistas y feministas, la lucha contra la censura, el cambio de mentalidad en torno a materias sexuales.

Afortunadamente, después de tantos siglos de represión y de sufrir todo tipo de atropellos hacia los practicantes de conductas «perversas» de la diversidad sexual, por fin a partir de final del siglo XX, los y las homosexuales consiguieron legalizar su amor en un matrimonio institucional en algunos países avanzados.

LEGALIDAD ACTUAL DEL MATRIMONIO HOMOSEXUAL

Por ejemplo, se ha legalizado el matrimonio homosexual en países como: Bélgica, Holanda, Noruega, Suecia, Islandia y, finalmente, Finlandia.

El primer país escandinavo en aceptar el matrimonio gay fue Dinamarca, en 1989 (Bassets: 2004).

En los países escandinavos existe el matrimonio gay desde hace varios años aunque su denominación oficial es de “registro de pareja”. Jurídicamente, la unión de homosexuales se equipara a la de un matrimonio civil con todos los deberes y derechos que este contrato implica. En Suecia, tras poderse inscribir desde 1987, por fin a partir del 1 de mayo de 2009 ya se acepta el matrimonio homosexual y ”pueden cambiar a posteriori su estatus de «pareja registrada» al de «matrimonio».” (DPA, 2009)

En Alemania, gracias a la coalición gubernamental de socialdemócratas y verdes, el Parlamento alemán legalizó los matrimonios de personas del mismo sexo en el año 2001.

En Norteamérica, tras estar legalizado en el Estado Massachussets desde hacía años, en junio del 2008 la Corte Suprema lo ha legalizado en California.

Asimismo, en varias provincias del Canadá era legal en 2003 en: Ontario, Columbia Británica, Quebec, Yukon, Nueva Escocia y Manitoba, hasta que en julio de 2005 se promulgó la ley que legalizaba el matrimonio homosexual en todo el país.

En España, se legalizaron las bodas homosexuales en julio de 2005.

En Gran Bretaña, la legalización se produjo en el año 2006.

El Parlamento checo, fue el primer país poscomunista que aprobó el matrimonio homosexual en marzo de 2006.

En Sudáfrica, se legalizó el matrimonio entre gays en noviembre de 2006, para terminar por fin con cualquier tipo de discriminación.

En Buenos Aires, Argentina, existía el registro Civil que unía a parejas homosexuales desde mayo de 2003. Hasta que, tras ser presentado el proyecto de Ley de Matrimonios para permitir el de personas del mismo sexo, elaborado por Inadi, mientras grupos reivindicadivos marcharon hasta el Congreso estando en tramitación para ser aprobado por las cámaras del Congreso, un recurso judicial que no ha sido recurrido permite los matrimonios homosexuales en noviembre de 2009.

Y en Chile: un proyecto similar ingresará al Congreso chileno en junio próximo (R. G. 2003).

Asimismo, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) de México, en noviembre del 2006, ha aprobado una nueva “Ley de Sociedad de Convivencia” que le otorga una figura legal a las uniones entre homosexuales, y pronto parece que van a aprobar leyes similares en el resto de los estados de la República de México.

En Cuba, en octubre del año 2008, se está planteando legalizar las uniones homosexuales, según Zulendrys Kindelán, asesora jurídica del Cenesex (Centro Nacional de Educación Sexual).

En Jerusalén, Israel en octubre del año 2008, la Corte Suprema ordenó al gobierno el reconocimiento oficial de los matrimonios homosexuales realizados en otros países.

por Francisca Martín-Cano Abreu

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