Carla González, hija de la líder del «Bus de la libertad»: «Es mi progenitora, no la siento como mi mamá»

"Para brindar el apoyo a todas las personas que están pasando por esto: Se puede salir adelante, sin importar las circunstancias", fueron las palabras con las que la joven argumentó su decisión de hacer público su cambio registral de sexo.

Carla González, hija de la líder del «Bus de la libertad»: «Es mi progenitora, no la siento como mi mamá»

Autor: Javier Paredes

Durante la jornada de este martes se llevó a cabo una de esas conferencias de prensa que producen una especial expectación en la prensa. También morbo. El Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh) había adelantado que una joven tans haría pública su nueva situación jurídica, que le reconocería el derecho de expresar su sexualidad de manera libre.

Pero su mamá se adelantó a través de un posteo en Facebook, en el que desconocía este nuevo estatuto jurídico.

La madre de esa chica es Marcela Aranda, asesora parlamentaria de la UDI y catapultada a la fama por representar en Chile al llamado «Bus de la libertad» o «Bus del odio» -como lo calificaron sus detractores-, máquina que recorrió Santiago, Valparaíso y Concepción durante el presente año, precisamente desplegando una campaña homofóbica e intolerante en contra de la diversidad sexual.

«No dejarse pisotear»

Este martes ella se presentó: Carla González Aranda. Y declaró que hacía esta conferencia «para brindar el apoyo a todas las personas que están pasando por esto». «Se puede salir adelante, sin importar las circunstancias», dijo.

En ese sentido, reconoció las dificultades por las que había tenido que pasar para poder expresarse libremente: «Es difícil sobrellevar la situación. Tenía una vida y empecé el proceso de forma tardía. Sentía que el mundo se me iba a caer encima y que iba a perderlo todo. Por eso necesité apoyo, y lo tuve en el Movilh y en la familia de mi pareja», testimonió.

Junto con ello, hizo un llamado a «tomar la decisión y salir adelante» y a «no dejarse pisotear».

Respondiendo de modo muy mesurado y sobrecogedoramente maduro al asedio de la prensa, resistió a la presión de referirse sobre su madre. Sin embargo, entregó algunas luces mínimas al respecto.

Carla señaló que hace tres años no conversa con Marcela Aranda. Que le hizo sentir mal el modo en el que se refirió a ella en el posteo de Facebook (como su «hijo»). Pero hizo el quiebre: «Es mi progenitora, no la siento como mi mamá», dijo, motivo por el cual le cerró la puerta: «No tengo nada que hablar con ella», añadió.

Rolando Jiménez escoltó a Carla en representación del Movilh. Fue su escudo cuando la prensa quería que chorreara más sangre en las declaraciones. Con tranquilidad, aclaró que la iniciativa había sido de Carla: «Ella quiso hacer visible el hecho para hacer pedagogía de la población trans, de que es posible avanzar en dignidad y respeto, entre otras cosas, haciendo este cambio legal».

Expresó, además, su molestia respecto de la intromisión de Marcela Aranda, señalando que «ha adelantado esta información, vulnerando el derecho de Carla de hacer este anuncio por sí misma».

Al cerrar, Jiménez recordó: «Hay seres humanos de carne y hueso que lo están pasando muy mal».

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