Estudiantes del Liceo Collao de Concepción denuncian torturas de Carabineros tras desalojo

Un grupo de adolescentes – entre 15 y 18 años – denuncia que sufrió violenta golpiza por parte de la Policía Uniformada «Carabineros de Chile» , lo que incluyó uso de electricidad, agresiones verbales y amenazas de abusos sexuales

Un grupo de adolescentes – entre 15 y 18 años – denuncia que sufrió violenta golpiza por parte de la Policía Uniformada «Carabineros de Chile» , lo que incluyó uso de electricidad, agresiones verbales y amenazas de abusos sexuales.

El Liceo Industrial de Concepción, ubicado en la Avenida Collao de la capital de la Región del Bío Bío, permanecía ocupado por sus estudiantes , como parte de las movilizaciones nacionales por la Educación Pública, desde el pasado 10 de agosto. Sin embargo, todo terminó abruptamente el pasado miércoles 19 de octubre, cuando un numeroso contingente de las Fuerzas Especiales de Carabineros irrumpió violentamente en el establecimiento educacional.

Esto se realizó luego de que los jóvenes levantaron barricadas camineras durante la mañana en la Avenida Collao, en el contexto del Paro Nacional que se registraba ese día en el país y que contó con un decidido apoyo de los estudiantes de establecimientos secundarios que entregan formación técnica a los largo del país, quienes denuncian las deplorables condiciones en que son educados y exigen de parte del Estado un sustancial aumento en el aporte y responsabilidad para mejorar su calidad.

Tras lanzar el carro blindado lanzagases («zorrillo») contra la reja del establecimiento, el grupo de Fuerzas Especiales irrumpió en el recinto deteniendo allí a un par de jóvenes y persiguiendo al resto de los jóvenes movilizados hasta un cerro cercano y la colindante Universidad del Bio Bio, la ex Universidad Técnica del Estado (U.T.E.), sede Concepción.

Fue allí donde comenzó la pesadilla de un grupo de estudiantes, todos ellos secundarios, cuyas edades van desde los 15 a los 18 años. Señalan haber sido golpeados hasta el cansancio, sin necesidad, pues ya estaban reducidos con golpes de pies y puños, lo que también incluyó patadas en las costillas al interior del bus policial, golpizas con garrotes y bolones de acero en la nuca.

Los estudiantes señalan haber sido arrojados esposados cerro abajo por un barranco y, luego, ser nuevamente golpeados. Sin embargo, la pesadilla no terminó allí : Tras ser llevados al interior de vehículos policiales, los malos tratos y amenazas continuaron, las que llegaron al abuso con connotación sexual en contra de las niñas detenidas y la aplicación de descargas eléctricas en contra de uno de los jóvenes que salio en defensa de sus compañeras.

Los buses policiales chilenos llevarían implementos de tortura eléctrica similares a los usados en dictadura ( «picanas»), ya que, de acuerdo al relato de uno de los jóvenes, un policía al mando lo habría amenazado pidiendo a los otros efectos » los alambres».

CONSTATACIÓN DE LESIONES

Los jóvenes detenidos fueron llevados a constatar lesiones a un “consultorio”, procedimiento que se ha vuelto habitual tras los hechos ocurridos en el Hospital Regional de Concepción luego de la detención del dirigente de la FEC Recaredo Galvez, denunciadas públicamente por la FENATS a través de Resumen, y que carecen de rigurosidad profesional, como lo constatan los propios registros que en la generalidad de los casos exculpan a Carabineros.

En detenciones anteriores padres de  menores detenidos han denunciado haberse encontrado con irregularidades, como que el médico que constata las lesiones en el consultorio no figura como funcionario del mismo centro de salud. ¿Qué dice el Servicio Médico Legal y la normativa forense ante esto?. ¿Qué dice la ética de  los profesionales de la salud que se prestan para ello, obligados o no?.

Como de costumbre, allí no se registraron constancia de las lesiones – los amoratamientos eran atribuídos por los policías y anotados por funcionarias, como producto de «tropezones en el cerro» o al «saltar voluntariamente el cerco perimetral», agregándose a la tortura y maltrato la mentira cómplice. Los jóvenes fueron puestos en libertad tras ser amenazados de ser  perseguidos hasta lograr encarcelarlos aunque sea por causa ficticia («te vamos a perseguir hasta cagarte»); también fueron  obligados a firmar varias papeles en la Comisaría.

Hasta hoy los jóvenes presentan lesiones evidentes que los han dejado impedidos de desarrollar su vida con normalidad; varios de ellos denuncian serios problemas psicológicos, pesadillas y  que les impiden dormir y que los mantiene en una situación de angustia y temor permanente. Pese a ello, declaran estar firmes en su propósito de proseguir en la movilización y lucha por una mejor educación pública y gratuíta.

Vea un video con las declaraciones de los jóvenes aquí

Por Resumen

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