Fotógrafo denuncia nuevo hecho de violencia policial

Un fotógrafo presentará en los próximos días una querella dando cuenta de un nuevo hecho de violencia policial

Por Mauricio Becerra

03/12/2009

Publicado en

Justicia y DD.HH / Medios

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Un fotógrafo presentará en los próximos días una querella dando cuenta de un nuevo hecho de violencia policial. Mientras cubría un violento allanamiento a una comunidad de Curanilahue, fue detenido, golpeado y sufrió la destrucción de su equipo. Como las imágenes que había tomado daba cuenta de violencia policial contra niños y jóvenes, carabineros le quitó la memoria de las fotos.

El pasado 21 de noviembre fue detenido arbitrariamente por carabineros el fotógrafo Felipe Durán, quien cubría un allanamiento en la localidad de San José de Colico, comuna de Curanilahue, en el marco de las protestas de los trabajadores forestales.

Durán acudió a un llamado de los habitantes de dicha localidad que sufrían un violento allanamiento policial. “La gente me llama para que vaya a hacer las fotos de sus casas destruidas, de niños intoxicados por lacrimógenas y de detenciones muy violentas”- contó en reportero gráfico a El Ciudadano.

Durán pertenece a la Agrupación de Medios de Comunicación Independientes ARI y vive en la región de Arauco. Cuando llegó a San José, inició su trabajo recogiendo fotos de lo que estaba ocurriendo.

Una imagen captó el momento justo en que al interior de una de las casas allanadas por la policía, golpeaban a un joven de no más de 20 años con una culata de la escopeta usada por la policía uniformada.

“Al ver que los funcionarios policiales arremetían violentamente contra sus moradores, niños, mujeres y gente mayor, me dispuse a fotografiar esta acción para dejar evidencia de los hechos. Sin embargo, los funcionarios de fuerzas especiales al percatarse de mis intenciones, se abalanzaron sobre mi, destruyendo mi maquina fotográfica y dejándome lesionadas mis manos”- relata Durán.

“Mientras fotografío la golpiza al joven unos 6 carabineros me detienen y les muestro mi credencial de la ARI, a lo que me responden: ‘guarda esa huevá, no nos importa’”- cuenta Durán.

Luego otro policía con el arma utilizada para lanzar lacrimógenas golpea fuertemente su cámara Canon B 40, lo que destruye el lente de 28-135 mm. que usaba.

El telón de fondo de la detención de Durán era una comunidad violentada por las fuerzas policiales, guaguas intoxicadas como efecto de los gases lacrimógenos y casas destrozadas. “La gente que vivé allí estaba aterrorizada porque no están acostumbrados a dichas incursiones – relata Durán -, incluso en San José viven mucho evangélicos, los que no podían entender lo que estaba pasando”.

Junto a otros detenidos, el gráfico es arrastrado hasta un vehículo policial, con el que lo llevan a constatar lesiones. “Llegamos donde los doctores agarrados por dos policía, uno a cada costado, y el funcionario de salud se limita a decir que estamos bien”. Relata Durán.

Luego son llevados a la Comisaría de Arauco, en donde lo mantienen por 3 horas exigiéndole que entregue el material fotográfico. Pese a que había escondido la memoria de la cámara en el bolso, la revisión de carabineros de la Dipolcar y de civil, llamados para revisar su caso, logra dar con la memoria de 4 GB, la que le quitan junto a un pen drive con otras fotos que andaba trayendo.

En dicha memoria están las imágenes del violento allanamiento policial, la golpiza a jóvenes, guaguas llorando por efecto de las lacrimógenas.

“A las 19:45 logre recuperar mi libertad sin recibir explicaciones de la autoridad policial, ni ser informado de ningún cargo. Tampoco me entregaron el certificado de constatación de lesiones, a pesar que resulte con un esguince en mi dedo y otras magulladuras en mis manos”- cuenta el reportero.

Durán presentará en los próximos días una querella contra carabineros por el daño provocado a sus herramientas de trabajo y la violencia con que fue tratado, la que será patrocinada por el abogado de derechos humanos Rubén Jerez.

“Mi máquina fotográfica fue destruida por quienes me detuvieron y todas las imágenes que alcance a captar de los incidentes fueron borradas de mi tarjeta. También inutilizaron mi teléfono para evitar que tomara fotos con el”- sostiene el afectado.

El Ciudadano

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