Fujimori diseña estacionamientos del penal en que se encuentra recluido

El ex presidente peruano se pasea dando instrucciones en el estacionamiento contiguo a la cárcel en donde está recluido hasta el 2032. Da órdenes y diseña los espacios para las 180 visitas que llegó a recibir en un día.

Polémica generó en Lima la divulgación de imágenes en las que se ve al ex presidente Alberto Fujimori supervisando la pavimentación de un estacionamiento contiguo a la cárcel en la que debiera estar recluido.

Las imágenes fueron captadas el lunes 10 de mayo por la revista Caretas y en ellas se puede ver a Fujimori discutiendo con un maestro de obras respecto de los trabajos de pavimentación del estacionamiento que el condenado ex presidente planea destinar para sus visitas.

El video fue difundido una semana después de que se revelara que Fujimori recibe en su centro de reclusión de la Diroes hasta 180 visitas por día.

En el video se aprecia a quien fue condenado por violaciones a los derechos inspeccionando y dirigiendo obras, vestido con camisa rosada y jeans azul, en el estacionamiento para el arribo de sus partidarios.

Según detalló Caretas, el régimen penitenciario asignado a Fujimori hace casi dos años establece que, entre las 6 de la mañana y las 6 de la tarde, el interno solo puede moverse entre la celda, los pasadizos y el patio. Entre las 6 y las 9 de la noche se le permite caminar por su celda y los pasadizos del penal. El cierre de la celda es a las nueve de la noche.

Pese a esto, el video difundido muestra a Fujimori parado y coordinando las obras a unos 33 metros de su celda y a 20 metros de la puerta trasera del fundo Barbadillo.

“La Diroes funciona como un local partidario y eso no es permitido en ningún país del mundo. Depende del ministro de Justicia acabar con esta burla al país”- dijo el fiscal Avelino Guillén, quien participó activamente del juicio al ex mandatario.

En abril de 2009, Fujimori fue sentenciado a 25 años de prisión por los delitos de asesinatos con alevosía, secuestro agravado y lesiones graves, luego de que las evidencias demostraran que fue el autor intelectual de las matanzas de Barrios Altos, en 1991, y La Cantuta, en 1992, cometidas por un escuadrón del ejército conocido como el grupo Colina, así como del secuestro de un empresario y un periodista.

La pena la cumple en el penal de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes).

EL PRESO MÁS VISITADO

La misma publicación dio a conocer la semana pasada que Fujimori recibía visitas regulares de dirigentes del Vaso de Leche y comedores populares a los que adoctrina para la campaña de su hija, Keiko Fujimori.

Caretas publicó las fotos que daban cuenta de esto, lo que provocó un escándalo en el Perú, luego de que el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Ruben Rodriguez Rabanal, reconociera que Fujimori ha llegado a recibir 180 personas en un solo día.

El funcionario agregó que su institución no tenia derecho a supervisar lo tratado durante las visitas. Por su parte, el presidente Alan García, dijo que esta bien que las personas visiten a un detenido, “pero que eso se convierta en una manifestación o adoctrinamiento, es un exceso, demasiado. No hay que abusar de ello’”.

Tanto Rodriguez Rabanal como el ministro de Justicia, Víctor García Toma, responsabilizaron de los hechos al director de la Diroes, Edinson Salas Zúñiga, quien rechazo la imputación y dijo que el control esta a cargo del Inpe.

En tanto, el fiscal Avelino Guillen, quien participó activamente en el juicio contra Fujimori, dijo que `”la Diroes funciona como un local partidario y eso no es permitido en ningún país del mundo. Depende del ministro de Justicia cesar con esta burla al país”.

García Toma anunció que el flujo de visitantes será más controlado y que no excederán de 20 personas al día. Claro que la decisión no deja a todos contentos: El congresista Daniel Abugattás propuso que el ex dictador sea trasladado a un penal común, argumentando que, si bien es cierto que se trata de un ex dignatario, “los delitos tan graves por los que fue sentenciado fueron cometidos durante un régimen dictatorial y no en el marco de un sistema democrático”- opinión recogida por medios peruanos.

MATANZAS Y SECUESTROS

Fujimori fue hallado responsable de crímenes contra la humanidad por el tribunal que lo juzgó el 2009, sentencia ratificada por la Corte Suprema peruana, y que lo condenó a cumplir reclusión hasta el 10 de febrero de 2032.

El fallo sostuvo que fue “tan impresionante el mecanismo encubridor, que se mantuvo firmemente en el tiempo, pero no pudo expresarse ni consolidarse sin el apoyo del jefe de Estado”.

El grupo Colina actuó bajo órdenes de los organismos comandados por Vladimiro Montesinos, también recluido, quien a su vez rendía cuentas de sus actividades en forma regular a Fujimori. Para apoyar su función represiva, los agentes del Colina recibieron la promesa de que serían amnistiados por Fujimori, tras ser sometidos a la justicia militar por el caso La Cantuta en 1994.

Así efectivamente sucedió y recuperaron su libertad en 1995, cuando el ex presidente fue reelecto y los amnistió. Dicha ley de amnistía, dictada por Fujimori en 1995, no sólo permitió la liberación de los integrantes del Colina, autores de 50 asesinatos en 15 meses de actividad, sino que se archivaron todas las denuncias de violaciones a los derechos humanos presentadas hasta entonces, agregaron los antecedentes de la sentencia.

LAXITUD PENAL CON FUJIMORI

Por su parte, el ex director de la Policía, Gustavo Carrión, quien era presidente del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) cuando Fujimori fue capturado, cuenta que su salida fue porque rechazó cambiar el régimen penitenciario del ex dictador. “Fue una de las razones de mi salida del INPE. Los fujimoristas ya habían solicitado el cambio y respondí que no procedía”- sostuvo.

Carrión introdujo en los establecimientos penitenciarios peruanos presentaciones de orquestas de música clásica y otras actividades culturales antes impensables; trabó una sólida amistad con el ex primer ministro Yehude Simon, recluido entonces por vinculaciones con el MRTA, por lo que tuvo varios encontronazos con la ministra de Justicia Rosario Fernández.

Carrión dijo a la prensa peruana que a Fujimori le correspondía el régimen de máxima seguridad en nivel B (Abimael Guzmán tiene el A; el más severo) por las características de los hechos delictivos por los que se le juzgaba, que en este caso era la pertenencia a una organización criminal.

Carrión recuerda que la vista gorda con las comodidades de Fujimori, a diferencia de otros reclusos del país, se arrastran desde la llegada del Apra al poder. Con Alan García. “Las preferencias están desde un principio. Cuando lo iban a traer, Luis Alva Castro (entonces ministro del Interior) sacó al jefe de la Diroes. Le habían puesto alfombra, le enchaparon las paredes. Quiso tener cable y me opuse. Le pidieron permiso al juez César San Martín, que me preguntó y yo sencillamente le respondí con el reglamento de visitas. No les dio el permiso”- cuenta.

La situación es más preocupante considerando el arraste populista de la hija de Fujimori, quien va segunda en las encuestas para las elecciones presidenciales a celebrarse el 2011.

Por M. B. R.

El Ciudadano

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