Héctor Llaitul: “La política actual del Estado capitalista favorece al fascismo en el sur de Chile”

Para el vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), “estamos frente a una guerra de baja intensidad del empresariado contra los pueblos, donde la militarización de La Araucanía se efectúa a través de la policía militar y donde el factor de inteligencia política está jugando un papel cardinal”.

Las causas de la caída del ex intendente Huenchumilla y su significado político

-¿Qué lectura haces de la remoción del ahora ex intendente regional de La Araucanía, Francisco Huenchumilla, justo antes de paro gremial camionero?

“Para nosotros el democristriano Huenchumilla es un miembro de la vieja guardia de la Concertación, ahora Nueva Mayoría. Siempre lo vimos como a alguien que ofrecería garantías a la gobernanza ultra liberal en la zona. Eso sí, Huenchumilla nos pareció interesante cuando a nivel de discurso, recogió algunas demandas mapuche para reposicionarse como figura en la zona.”

-¿Por qué existen agrupaciones mapuche que hacen una diferencia más notable entre el expulsado Huenchumilla y el nuevo intendente Andrés Jouannet Valderrama (DC)?

“Huenchumilla, en efecto, dijo que, de algún modo, había que replantear el rediseño territorial, tocando ciertos intereses de las forestales. Luego lo matizó mucho más, siempre beneficiando al empresariado. También señaló que era preciso ‘conocer al mundo mapuche’ para enfrentar la causa mapuche. De cualquier forma, el discurso de Huenchumilla no era muy distinto al emitido durante la campaña presidencial de Bachelet. Hablar de un “Estado plurinacional” para la CAM tampoco tiene mucho sentido porque no nos garantiza la devolución territorial ni la autonomía de los pueblos originarios. Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, son Estados plurinacionales, pero sus pueblos originarios jamás han dejado de estar sometidos.”

-Entonces para la CAM, ¿por qué cayó en desgracia Huenchumilla para el gobierno?

“Porque Huenchumilla en el documento de su propuesta expresó poner límites a la prolongación del Decreto Ley 701 dictado en la tiranía pinochetista, que avala al negocio forestal. El DL 701 permitió y permite la entrega estatal de tierra y dinero al empresariado para que explote y deprede el territorio sureño como quiera, que es precisamente lo que ha hecho. Hace poco más de un mes, entre gallos y medianoche, la cámara de diputados aprobó la prórroga del DL 701. Estamos hablando de un Decreto Ley que fue hecho a la medida de los intereses de las forestales por la dictadura en octubre de 1974 y que acaba de ser refrendado por el conjunto de los parlamentarios de todo el sistema de partidos políticos, Nueva Mayoría y Alianza. Esto es una nueva traición a la Nación Mapuche. Cuando Huenchumilla indicó en su propuesta que el DL 701 no debía ser aprobado en los términos en los que se hizo después, selló su suerte.”

-Esa fue una de las causas fundamentales de la destitución de ex intendente Francisco Huenchumilla. ¿Qué ocurre en materia de expropiaciones de terreno?

“En este momento existen tres formas de recuperación de tierras. La establecida por la gobernanza ultra liberal, genocida e instaurada por la Ley Indígena con la entrega de tierras y de agua a través del mercado, y donde se genera la especulación financiera sobre el valor de la tierra. Otra es desempolvar el tema de las expropiaciones, justa, menos justa, depende, y con criterios de Estado. Y la última es la que nosotros planteamos y que consiste en el control territorial directo. Al respecto, Huenchumilla fue claro en optar por la primera forma. En fin, el resultado es que en ningún momento se trata de debilitar al capitalismo, sino por el contrario. Con los recursos que se llevan las forestales, producto de tierra robada, expropiada y depredada, esa industria sigue haciendo negocio en el Wallmapu, en Brasil, Uruguay, Argentina, etc.

Bajo este contexto, Huenchumilla propuso que la devolución de tierras no debía ser tan exclusiva de los predios particulares, sino que era preciso comenzar a tocar algunos intereses de las forestales, gradualmente, con los representantes de las forestales, etc. Sin embargo, si Huenchumilla lograba provocar la concesión y devolución de algunas tierras, hoy propiedad de las forestales, se sentaba un precedente muy importante en el rediseño territorial. Evidentemente, eso no fue aceptado por las forestales. Ambos hechos provocaron la ‘quitada de piso político’ del ex intendente.

Ahora bien, la salida de Huenchumilla es un síntoma nítido de la supremacía general de las grandes corporaciones en Chile y de la ultraderecha, en cómo se han ido desenvolviendo y en qué terminarán las reformas del programa de Bachelet. El golpe de timón proviene del Ejecutivo y muy particularmente de la cartera del Interior y su ministro, el DC Jorge Burgos. Es decir, la reflexión y el accionar capitalista se resume en que si las modificaciones moderadas comprometidas por la Nueva Mayoría son revertidas en el caso mapuche, igual cosa pasará con el resto de las reformas (educacional, laboral, sanitaria, etc.). Y las corporaciones triunfaron. Estamos frente a una guerra de baja intensidad del empresariado contra los pueblos, donde la militarización de La Araucanía se efectúa a través de la policía militar y donde el factor de inteligencia política está jugando un papel cardinal.”

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