Israel destruye poblado beduino en Palestina

Este martes 27 de julio, el poblado beduino Al-Arakib, ubicado en el desierto del Neguev al sur de Israel, fue derribado por orden judicial. Más de 300 personas, que vivían en 46 viviendas, fueron evacuadas antes de la operación.

Al-Arakib, uno de los 45 poblados beduinos que el gobierno de Israel no reconoce, fue demolido por fuerzas de seguridad en cumplimiento de una orden judicial que databa de hace once años, y que aún no había sido cumplida. El Comité Popular del lugar aseguró que varios lugareños habían sido golpeados, que se destruyeron huertos y cultivos de lo habitantes, y que 200 niños habían quedado sin hogar como consecuencia del desalojo. El portavoz policial, por su parte, negó los golpes que habrían recibido algunos pobladores beduinos, y afirmó que poco más de 200 personas habían sido evacuadas.

Al Turi, uno de los habitantes, afirmó que con la operación “nos están empujando directamente hacia los brazos acogedores del Movimiento islámico”, y agradeció el ofrecimiento de nuevas casas por parte de la organización musulmana. La entidad  estatal responsable, la Administración de Tierras de Israel, afirmó que las viviendas demolidas eran ilegales ya que la zona es propiedad del Estado y que había sido invadida por los beduinos.

Cabe destacar que según la Asociación pro-derechos civiles de Israel (ACRI), algunos de los habitantes cuentan con títulos de propiedad anteriores a la creación del Estado de Israel el año 1948.

Los beduinos son un pueblo nómade árabe que habita entre Israel, Arabia Saudita, Irak, Jordania y Siria, la mayoría profesa la vertiente musulmana sunita, aunque algunos se han transformado al sufismo. Provenientes de las tierras de Arabia Saudita, durante la época de expansión del Islam avanzaron por todo el norte de África hasta Túnez y Malí.

Según consigna el sitio www.palestinalibre.org, la población de esta etnia en Israel asciende a 170.000 personas, la mayoría en el desierto del Néguev, la misma zona de la aldea de Al-Akarib, de los cuales la  mitad aceptó vivir en siete ciudades construidas para ellos, mientras el resto se resiste a abandonar sus tradiciones, viviendo en poblados considerados ilegales por las autoridades y que corren el riesgo de tener la misma suerte que la mencionada aldea.

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Por Felipe Ramírez Sánchez

Fuentes: www.kaosenlared.net/www.palestinalibre.org/www.wikipedia.org

Fotografía: archivo

El Ciudadano