No fue hasta que los europeos tomaran América del Norte que las tribus nativas de esa región adoptaron la idea de los roles de género como una categoría rígida. Para los Nativo Americanos, no existía un ‘set de reglas’ que los hombres y mujeres tenían que cumplir con el fin de ser considerados miembros «normales» de su tribu.

Es más, como cuenta la página Indian Country Today, la gente que tenía características tanto «masculinas» como «femeninas» era vista como dotada de dones por la naturaleza y, por lo tanto, capaz de entender los dos lados de todo. En todas las comunidades se reconocían estos roles de género, solo que con distintos -pero muy parecidos- nombres: Mujer, hombre, mujer de dos espíritus, hombre de dos espíritus, y transgénero.