Vivo legado de Karadima

«¿Qué es más grave: Levantar carteles en un templo o profanar menores de edad?»: El emplazamiento que incomoda a la Conferencia Episcopal

En Osorno funciona una activa comunidad de laicos que presionan por un mínimo control ético y democrático de la versión local de la Iglesia Católica

Por Javier Paredes

25/09/2017

Publicado en

Chile / Justicia y DD.HH

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En Osorno funciona una activa comunidad de laicos que presionan por un mínimo control ético y democrático de la versión local de la Iglesia Católica. Han protagonizado desde su nombramiento en 2015, un fuerte enfrentamiento contra el obispo de la zona,  Juan Barros, discípulo y acusado de ser uno de los principales encubridores del abusador sexual, sacerdote Fernando Karadima.

Junto a sacerdotes locales, el consejo parroquial, espacio principalmente laico, se opuso al nombramiento de Barros como obispo por la zona. Y la semana pasada protagonizaron otro evento: la irrupción en el Te Deum ecuménico desarrollado el día 18 de septiembre en la Iglesia de San Mateo, ubicada en Osorno, «funando» a Juan Barros Madrid y a quienes le nombraron para el cargo.

Fernando Karadima, condenado por El Vaticano en 2011 por abusos sexuales.

La Conferencia Episcopal, a través de su Comité Permanente emitió una dura declaración rechazando los actos. A través de un comunicado expresaron que el acto constituye una «falta grave que ofende a Dios, a la Iglesia y, en particular, al Pueblo de Dios que participaba de ella, ya que se ha tratado irrespetuosamente un lugar sagrado en medio de una celebración cuyo único fin es la gloria y alabanza a Dios». El documento era firmado por  Santiago Silva (Obispo Castrense), Cristián Contreras (Obispo de Melipilla), Ricardo Ezzati (Arzobispo de Santiago) y Fernando Ramos (Obispo Auxiliar de Santiago).

La comunidad de laicas y laicos de Osorno no demoró en responder. En el comunicado destacan que la Conferencia Episcopal «sentencia que nuestra forma de protestar ‘constituye una falta grave'», a lo que retrucan: «¿se nos imputa profanar el templo? ¿qué consecuencia canónica pesa sobre nosotros?». Y agregan «¿qué es más grave: levantar carteles en un templo de piedra o profanar los templos vivos de menores de edad?: Emplazamos públicamente a la CECh a ser valientes al responder estas inquietudes».

El comunicado concluye con una interpelación directa a los miembros de la comisión permanente de la Conferencia Episcopal e insinúa un cambio actitudinal: «¿Por qué el afán de respaldar al obispo Barros ahora cuando ninguno de ustedes vino a su toma de posesión el 21 de marzo de 2015? Anhelamos que la pronta visita del Papa no sea la causal de un cambio de actitud en ustedes», agregan.

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