Senado de EEUU acusa a Donald Rumsfeld de aprobar la tortura

Un informe del Senado asegura que el ex Secretario de Defensa de Bush promovió la aplicación de 15 técnicas distintas de torturas, aplicadas en las prisiones norteamericanas en Afganistán Irak y Guantánamo

Por Mauricio Becerra

22/04/2009

Publicado en

Justicia y DD.HH / Pueblos

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Un informe del Senado asegura que el ex Secretario de Defensa de Bush promovió la aplicación de 15 técnicas distintas de torturas, aplicadas en las prisiones norteamericanas en Afganistán Irak y Guantánamo.

En Estados Unidos el tema de la tortura aplicada durante la administración de G. W. Bush se tomó la agenda pública. Luego de que el presidente Barack Obama permitiera la difusión de los informes que señalan las técnicas de interrogatorio usadas por la CIA a los detenidos en Guantánamo y en los black sites repartidos por el mundo, ahora el Senado publicó un informe que revela nuevo detalles del proceso que terminó autorizando el uso de métodos  coercitivos.

Los informes desclasificados revelan que los que altos cargos de la administración Bush autorizaban y justificaban esas prácticas. Entre estos destaca Donald Rumsfeld, Secretario de Defensa de Bush y mentor de la ‘guerra contra el terrorismo’.

Rumsfeld, según el informe del Senado, aprobó el empleo de técnicas agresivas contra detenidos en Guantánamo luego de recibir consejo legal que validara dichas prácticas. La precisión del informe destaca que Rumsfeld aprobó 15 procedimientos distintos de tortura el 2 de diciembre de 2002.

La autorización de Rumsfeld llegó a conocimiento de agentes en Afganistán y una copia del memorando fue enviado a Guantánamo desde ese país.

El documento también sostiene que el 7 de febrero de 2002, Bush firmó un memorando contrario al Artículo 3 de la Convención de Ginebra, referido al tratamiento de prisioneros de guerra, para detenidos de Al Qaeda y los talibanes.

La administración de Bush calificó a esos detenidos como “combatientes enemigos” e indicó que no les correspondían las protecciones de la Convención de Ginebra, dado que no eran miembros de organizaciones militares formales.

El informe del Congreso también revela que mientras el Gobierno preparaba la argumentación legal que autorizaría las torturas, se entrenaba al personal de la prisión de Guantánamo en el uso de estas técnicas.

Entre las torturas permitidas por Bush y Rumsfeld están las palizas, privación de sueño, temperaturas extremas o el waterboarding, que es el ahogamiento simulado de los prisioneros.

Las torturas fueron aplicadas tanto en territorio norteamericano como extranjero. Primero fue en Afganistán, luego en la prisión de Abu Ghraib, Irak, y luego se repitieron en los denominados black sites, o cárceles secretas que la CIA mantuvo en países de Europa y Asia.

Pese a que algunos expertos militares legales cuestionaron y expresaron su preocupación por el uso de dichas técnicas, sus quejas fueron desoídas.

Luego del reclamo de organizaciones de derechos humanos, Rumsfeld anuló en enero de 2003 su decisión sobre Guantánamo, pero el documento siguió influyendo en los interrogatorios, indica el Congreso.

El informe del Senado concluye que el abuso de detenidos bajo custodia estadounidense “no puede ser atribuido a acciones de unas pocas manzanas podridas a iniciativa propia”, como en su momento se sotuvo.

El informe agrega que “altos cargos del Gobierno de EEUU solicitaron información sobre cómo usar técnicas agresivas, redefinieron la ley para crear la apariencia de legalidad y autorizaron su aplicación a detenidos”.

El Ciudadano

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