Sigue la represión contra el pueblo del Sahara Occidental: un niño muerto y varios heridos

Más de diez mil pobladores saharauis están acampados desde hace varios días en El Aaiun, y el ejército y la policía marroquí los ha cercado militarmente y los reprime a balazos

Por Wari

27/10/2010

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Más de diez mil pobladores saharauis están acampados desde hace varios días en El Aaiun, y el ejército y la policía marroquí los ha cercado militarmente y los reprime a balazos.

La policía marroquí carga contra  saharauis que se dirigían al campamento donde casi 10 mil pobladores del desierto acampan desde hace días.

Varios saharauis resultaron heridos tras ser reprimidos por las fuerzas policiales marroquíes cuando se trasladaban al campamento instalado a 18 kilómetros de El Aaiún.

El Comité para la Defensa del Derecho a la Libre Determinación del Pueblo del Sáhara Occidental (Codapso) ha informado que los hechos se produjeron cuando los saharauis trataban de alcanzar el campamento Gdeim Izi, situado unos 18 kilómetros al este de El Aaiún, donde desde el 10 de octubre se concentran más de 20.000 personas en protesta por la represión que padecen en las ciudades ocupadas por Marruecos en el Sáhara Occidental.

El comité afirma que la violencia con la que fueron recibidos por los distintos cuerpos de seguridad marroquíes ha provocado decenas de heridos.

Asimismo, denuncia que otros ciudadanos saharauis han resultado heridos al tratar de llegar al campamento, después de que sus coches fueran «perseguidos y tiroteados», antes de ser interceptados por un camión militar. El domingo 24 por la noche, un adolescente de 14 años murió por los disparos de policías marroquíes.

ASESINATO DE UN NIÑO SAHARAUI

Nayem Elgarhi sólo tenía 15 años. Este domingo murió tras recibir varias balas disparadas por militares marroquíes a varios kilómetros de El Aaiún, capital administrativa del Sahara Occidental. Desde entonces, su familia llora su ‘asesinato’ y ruega a las autoridades marroquíes que les permitan ‘despedirse’ de su pequeño, «un joven muy educado y bueno», cuenta Hamma Salek, uno de sus primos.

Según Salek, oficiales marroquíes «se llevaron anoche al padre de Nayem a su supuesto entierro, pero él es ciego y no pudo ver nada». Ni su madre ni sus hermanos, que dudan que haya recibido sepultura, fueron invitados, cuenta Salek.

El joven Nayem perdió la vida este domingo cuando se dirigía con uno de sus hermanos y otros ocho saharauis en dos vehículos al campamento de protesta «Gdeim Izi» instalado a unos 15 kilómetros de El Aaiún. Un acantonamiento que ha ido creciendo día a día desde que se instalaron hace más de dos semanas las primeras jaimas. Según activistas saharauis ya hay más de 20.000 personas en su interior, aunque fuentes del Consejo Real Consultivo para los Asuntos del Sahara (Corcas) hablan de unos diez mil.

Los saharauis que se han autoexiliado de El Aaiún y otras ciudades del Sahara Occidental a este campamento piden a las autoridades marroquíes que mejoren sus condiciones de vida en una región que controla Marruecos desde que España abandonara en 1975 a su ex colonia.

«Quieren un empleo y una vivienda, y que los beneficios de los recursos naturales que explota Marruecos repercutan también en la comunidad saharaui», explica Ahmed Sbai, del Comité de Presos Políticos Saharauis.

Según las autoridades marroquíes, los militares que rodean el perímetro del campamento dispararon contra los jóvenes «en legítima defensa» porque «fueron ellos los que abrieron fuego primero». Essaida, la hermana de Nayem, lo niega. «Ni mis hermanos ni sus camaradas tienen armas y no serían capaces de disparar contra nadie».

El campamento al que se dirigían y en el que se había asentado la familia de Nayem desde hace días está de luto desde la muerte del pequeño. «Ondean banderas negras desde entonces y ayer se celebró un rezo en su memoria», da fe Javier Sopeña, portavoz de la Asociación Sahara Thawra, que lleva unos días en el campamento.

OTROS TRES SIGUEN GRAVES

De los acompañantes de Nayem (en la foto), «hay seis saharauis que siguen en el hospital y tres de ellos se encuentran en estado crítico», explica Salek. «Pero no podemos dar datos muy concretos sobre su estado de salud porque impiden a las familias entrar en el centro de salud, que está totalmente sitiado».

«A mi hermano Zoubayr le dispararon tres balas y luego le pegaron hasta saltarle casi todos los dientes», se lamenta Essaida, quien asegura que su madre llora día y noche por sus dos hijos. Un tercero, sigue la hermana de Nayem, está en la cárcel «desde que se montó el campamento».

Observadores internacionales desplazados en El Aaiún han relatado esta mañana que cada vez es mayor la seguridad desplegada alrededor del campamento. «Hay centenas de policías, fuerzas auxiliares, militares y agentes de la Gendarmería Real; además de helicópteros que sobrevuelan la zona, ambulancias y varias excavadoras», cuenta uno de ellos al tiempo que explica que «están echando el cerrojo al campamento e impidiendo entradas y salidas, además de que están intentando cortar todo tipo de comunicación» con el acantonamiento.

OTRO MURO DE LA IGNOMINIA

Esta mañana, el campamento que se había levantado en la ciudad ocupada de Smara, a un kilómetro y medio de la ciudad, era sobrevolado por helicópteros militares marroquíes que al cabo de una hora, fue arrasado por la gendarmería real. Entre las víctimas brutalmente apaleadas, se encuentran algunas mujeres. El conocido activista saharaui Daida Abdeslam, ha sido detenido y encarcelado.

Mientras la policía desmantelaba por la fuerza este campamento, los ciudadanos saharauis huían dispersándose por el desierto.

El plan de seguridad llevado a cabo por el ejército está provocando la continua persecución de la población saharaui que se ve acorralada dentro y fuera de las ciudades ocupadas del Sáhara Occidental, más aún cuando han levantado otro muro «de la vergüenza», que cerca a la población concentrada en el campamento levantado a las afueras de la ciudad ocupada de El Aaiun. Con esto, policía y ejército marroquí, pretenden encarcelar a toda la población saharaui que se manifiesta pacíficamente en el campamento.

CRECE LA TENSIÓN

Pocos días antes de la reanudación de las conversaciones entre Marruecos y el Frente Polisario en Nueva York, la tensión en el Sáhara Occidental creció de nuevo, tras la muerte el domingo de un adolescente saharaui de 14 años por disparos del Ejército marroquí. El vehículo en el que viajaba el joven recibió varios impactos de bala cuando se saltó un control 15 kilómetros al este de El Aaiún, la capital administrativa del Sáhara Occidental.

El Ministerio del Interior de Marruecos aseguró que los disparos de sus militares fueron en respuesta «a una bala disparada» desde el vehículo. El ministro de Comunicación, Jalid Naciri, aseguró por su parte que se encontró «un verdadero arsenal» en el coche. Naciri dijo que una persona identificada como Ahmed Daudi, Djija, fue expulsada el viernes del campamento que miles de saharauis han instalado a unos 20 kilómetros de El Aaiún, y que pretendía regresar al lugar para «vengarse» con otros amigos cuando los dos coches en los que viajaban fueron obligados por la policía a detenerse.

No obstante, los saharauis enmarcan lo ocurrido en el acoso marroquí al campamento Agdaym Izik, instalado desde hace dos semanas por jóvenes en el desierto y con el que reclaman derechos socioeconómicos, entre ellos que los recursos del Sáhara reviertan en beneficio de los saharauis. Esta se ha convertido en la mayor protesta en el Sáhara Occidental desde que España abandonó en 1975 la que entonces era su colonia y Marruecos la ocupó. El campamento no ha sido una iniciativa del Frente Polisario, que aspira a la independencia del territorio.

El número de jaimas ha ido creciendo con el paso de los días y allí hay ahora miles de saharauis (8.000, según la prensa independiente marroquí y hasta 20.000, según el Polisario). El campamento de Agdaym Izik se encuentra rodeado por cientos de miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes.
El Polisario acusó a la ONU de no haber hecho nada para evitar la muerte del joven. Según dijo el delegado del movimiento independentista en España, Bucharaya Beyun, el Frente Polisario advirtió hace unos días a las Naciones Unidas de que el acoso marroquí al campamento podía terminar en tragedia.

La tensión vuelve a crecer así cuando Marruecos y el Frente Polisario están a punto de retomar, entre el 3 y el 5 de noviembre en Nueva York, las conversaciones sobre el conflicto del Sáhara Occidental. Hasta ahora, los diferentes planes propuestos por la ONU para decidir el futuro del territorio no han tenido éxito. Primero lo intentó el que fue primer enviado de las Naciones Unidas, James Baker. Luego fue designado el holandés Peter van Walsum, quien lideró cuatro rondas de negociaciones entre las partes, y desde enero del 2009 trabaja en el tema el ex diplomático estadounidense Christopher Ross.

FRENTE POLISARIO: «EN EL AAIUN HAY UN ESTADO DE GUERRA»

El representante del Frente Polisario en Tenerife, Handi Mansur, ha asegurado que la situación actual en el Aaiun es de «estado de guerra» y ha alertado de que «Marruecos quiere exterminar al pueblo saharaui y provocar un genocidio».

Mansur ha detallado en declaraciones a Europa Press que la situación en el Sáhara Occidental «es insoportable» para la población civil y ha señalado que se está «recrudeciendo» ante la «acumulación de problemas sin solucionar». «Ya no se puede más y ha explotado», ha subrayado Mansur quien ha recordado que su pueblo lleva más de treinta años reivindicando sus derechos.

En esta línea, ha expuesto que la presión marroquí ha obligado a que se produzca un «éxodo» de los saharauis en tierras ocupadas y se hayan asentado a las afueras de las ciudades. El campamento está a unos 15 kilómetros de la capital del Sáhara Occidental, El Aaiun.  Han utilizado el instrumento de la «haima» que es la vivienda tradicional para «gritar» en el desierto contra la invasión marroquí.

De igual forma, Mansur ha censurado el «cerco» al que las fuerzas de Marruecos someten a la población saharaui, que se ha extendido a los hoteles donde hay presencia de extranjeros o sobre la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental (Minurso). La situación, según el portavoz del Polisario, es tal que incluso las farmacias «están supervisadas» por policías marroquíes.

«La gota que ha colmado el vaso es que se ha disparado indiscriminadamente a personas indefensas y ha muerto un joven», ha denunciado Mansur quien además ha subrayado que las explicaciones dadas por el gobierno marroquí son «mentiras» para justificar lo injustificable. Así ha denunciado que el joven «fue acribillado» por fuerzas militares.

A esta presión se suma, según ha detallado, la presencia tanto de aviones como helicópteros que convierten a la zona en un «estado de guerra». Para justificar sus palabras, Mansur ha denunciado que no se ha permitido viajar a periodistas españoles acreditados en Rabat «sin justificación». Dice que esto demuestra «la mala intención» del gobierno de Marruecos.

A pesar de esto, Mansur ha asegurado que la causa saharaui «seguirá luchando» e hizo un llamamiento a todos los «amigos» de los Derechos Humanos, gobiernos, partidos u ONG a que visiten la zona ocupada.

Fuente: www.resumenlatinoamericano.org

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