Adriana Salvatierra: «La democracia es poner al ser humano en el centro de las políticas públicas»

Presidenta del Senado de Bolivia

Por carlosalejandro

17/10/2019

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En esta entrevista, la politóloga nos conversa sobre su papel en el proceso de cambio de Bolivia, los logros del gobierno socialista en este país y los principales desafíos que enfrenta Evo, entre otros temas


Por Denis Rogatyuk .- Mientras Evo Morales se prepara para postularse para su cuarto mandato consecutivo junto con Álvaro García Linera, es importante observar el surgimiento de una generación de líderes políticos nuevos y jóvenes dentro del partido Movimiento hacia el Socialismo (MAS) que están asumiendo cada vez más papeles importantes en el gobierno plurinacional. La principal entre ellas es Adriana Salvatierra, la presidenta más joven del Senado en la historia del país, que asumió ese cargo a la edad de 29 años, en enero de este año.

Líder dentro del movimiento juvenil militante de Columna Sur, Adriana se ha convertido en la voz principal en la lucha por la igualdad de género y la erradicación de los feminicidios, en la promoción del sistema socialista de planificación económica del país y en una crítica feroz de las figuras neoliberales de la oposición, en particular el expresidente Carlos Mesa y el emergente candidato de derecha de Santa Cruz, Oscar Ortiz. El 17 de julio, hizo historia al convertirse en la presidenta más joven del país en la historia (así como en la segunda mujer en ocupar ese cargo), cuando Evo Morales y Álvaro García Linera estaban fuera del país en viajes oficiales, haciendo que Adriana asumiera automáticamente el cargo y deberes ejecutivos.

Denis Rogatyuk se sentó con Adriana en su oficina en el Senado para discutir su papel en el proceso de cambio, los logros del gobierno socialista en Bolivia y los principales desafíos que enfrenta Evo, entre otros temas.

1.- Esta elección contará con la mayor participación de millennials (menores de 30 años) y centenarios de la era moderna. Podríamos decir que estamos ante una nueva generación de votantes: aquellos que nacieron después del 2000 y que prácticamente solo conocen la Bolivia de Evo Morales y desconocen la etapa anterior más neoliberal. ¿De qué manera pretende MAS convencer a estos nuevos votantes, más jóvenes, para que voten a Evo Morales y no decidan, en un acto de rebelión contra el Estado o el Status Quo, votar a la oposición?

Estamos en el frente de un electorado, primero de un fenómeno demográfico donde la gran parte de la población es mayoritariamente joven, el 43 % del electorado está entre los 18 y los 34 años. Esto quiere decir que muchos de ellos son nuevos electores o es la primera, máximo segunda elección en la que participan emitiendo su voto. Esto marca evidentemente un desafío grande en el momento de plantear una agenda que logre efectivamente socializar los alcances que hemos tenido en estos tres años de gestión del presidente Evo Morales, pero también marca un desafío en torno a nuevas organizaciones de la sociedad en un tiempo en el que se establece como principal referencia de los millenials, entre comillas, que no tienen deudas con el pasado, que no tienen apego a las grandes reivindicaciones, que no conciben la misma forma de organización social, sindical o de carácter gremializado. Entonces, evidentemente tenemos nuevos desafíos, puesto que nosotros con el presidente Evo Morales, como proyecto político, ingresamos al gobierno en 2005, cuando existía el 60 % de la población boliviana que estaba en situación de pobreza. El 38 % era extremadamente pobre y vivía con menos de 1 dólar al día. Hemos logrado reducir esas cifras a menos de la mitad. La cifra de pobreza moderada bajo de 60 a 33 %, la pobreza extrema bajó de 38 a 15 %, el Producto Interno Bruto se ha multiplicado 4 veces, de 950 millones de dólares este año 2019 cerrará con 43 000 millones de dólares. Entonces podemos decir que hay toda una transición de un modelo de economía absolutamente distinto y que hace énfasis en la soberanía, que hace énfasis también en el fortalecimiento de la industrialización de nuestro aparato productivo, pero además un fuerte proceso de redistribución de la riqueza que es básicamente como nosotros concebimos la democracia. Tenemos un enorme desafío además porque con el uso de las nuevas tecnologías, los procesos de movilidad hacia zonas urbanas o de concentración poblacional urbana evidentemente rompen los vínculos asociativos que existían desde las comunidades. Pero creemos nosotros y apostamos firmemente que esos jóvenes que vivieron en una Bolivia donde tenían que elegir muchas familias qué hijo estudiaba, donde teníamos jóvenes que caminaban 3, 4 o 5 horas para llegar a una unidad educativa de paredes, de niños que sufrían en el 36 % desnutrición crónica y hemos logrado reducir esa cifra casi a la mitad son conscientes también de esta nueva Bolivia y saben que este proceso de estabilidad económica que hemos vivido les ha brindado oportunidades para acceder a estudios. Hoy tenemos miles de bachilleres en el país que son los primeros bachilleres de sus familias, miles de jóvenes profesionales hijos de campesinos que son el orgullo de sus familias, porque son los primeros profesionales que accedieron a la educación universitaria o jóvenes, por ejemplo, que empiezan a achacar un crédito productivo para instalar un capital semilla para instalar un pequeño negocio, un pequeño emprendimiento y que saben que Evo Morales es la certeza de un futuro económico seguro, un futuro seguro también en el marco de la ampliación de los derechos, en el marco de la democratización de la riqueza y en el marco fundamentalmente de apostar por un aparato productivo sólido que garantice condiciones de empleo dignas.

2. Recientemente encabezaste la marcha «Hagamos Un Pacto» en Bolivia contra los feminicidios y por la erradicación de la violencia contra las mujeres. ¿Qué plantea el gobierno boliviano para resolver este problema endémico que otros países con gobiernos neoliberales, como por ejemplo Brasil, Chile o al menos por ahora Argentina no sopesan? 

Digamos que la violencia no obedece solamente a un único factor de un tipo de violencia física. La violencia era económica cuando las mujeres no podían acceder a la titulación de la tierra. Arrancamos el gobierno con un 15 % de los títulos ejecutoriales agrarios a nombre de mujeres, hoy hemos consolidado 46,5 % de los títulos agrarios a nombre de mujeres. Creemos que la violencia también tenía otra dimensión que era el limitar el ejercicio de la participación de la mujer en el sindicato, en la junta vecinal y fundamentalmente, por supuesto, en la participación política, en los espacios de representación. Por eso en la Asamblea Constituyente se hablaba de igualdad, se hablaba de la posibilidad de que las mujeres puedan efectivamente ser representadas en igualdad de condiciones reconociendo que la construcción, la conquista del poder y la producción del mismo estaba transversalizada por lógicas masculinas. La construcción del patriarcado como un sistema que reprodujo privilegios en razón de género constituyó una sociedad donde el ejercicio de la violencia no solamente es física, es también económica, por supuesto que es también política, es también simbólica y comunicacional. Y creo que entender el ejercicio de la violencia en todas sus dimensiones permite enfocar una lucha efectiva contra la violencia. Hemos logrado ser entre el segundo y el tercer país con mayor representación femenina en la asamblea legislativa, el 51 % de nuestros parlamentarios son mujeres, son mujeres campesinas, indígenas, trabajadoras, dirigentes de barrio, jóvenes, profesionales que representan el tejido social del país. Y estamos profundamente orgullosos de esas transformaciones estructurales que hemos concebido, pero que también evidentemente sabemos que son derechos conquistados pero que no por eso, realizando un proceso compartido con el resto de la región, se mantienen como tales. Son derechos por los que permanentemente tenemos que seguir luchando. Es preocupante la tasa de feminicidios y de ejercicio de violencia física contra la mujer y ante esto hemos planteado la ley integral contra la violencia de la mujer, el fortalecimiento de la inversión de un pequeño presupuesto del impuesto de los hidrocarburos que está destinado para seguridad ciudadana y se aumentará aún más para fortalecer los servicios de atención legal integral para fortalecer los espacios de casa de acogida para mujeres víctimas de violencia y garantizar los mecanismos institucionales para que, si existen estos casos, exista una protección efectiva de las víctimas y se evite cualquier situación de revictimización.

3. Bolivia se ha convertido en el motor del crecimiento económico de América del Sur y en uno de los países políticamente más estables del continente. ¿Cómo ves el futuro papel de Bolivia en el escenario internacional, especialmente con respecto a la integración latinoamericana?

Durante 6 años hemos sido el país que más ha crecido en América Latina. Cinco de ellos consecutivos, los últimos cinco años precisamente. En un tiempo en el que baja el precio de las materias primas como los minerales, baja el precio de los “comodities” en realidad minerales, hidrocarburos, etc. Bolivia continuó punteando el crecimiento de Sudamérica. Eso se debe fundamentalmente a una política soberana en torno a la explotación y la industrialización de nuestros recursos naturales, pero también acentuado en el fortalecimiento del mercado interno como principal motor de la dinamización de la economía y también, en esta etapa, estamos entrando además de a la industrialización, a la sustitución de las importaciones especialmente de aquellos productos que guardan relación con los procesos industriales internos que tenemos. Creemos nosotros de todas maneras que este modelo económico, social, comunitario, productivo ha significado la posibilidad de construir de manera exitosa una presencia fuerte del Estado, la participación de la economía, pero también un proceso de democratización de la riqueza que ha contribuido a sacar a más de tres millones  de bolivianos de la pobreza. Esto ha confluido finalmente en entender que democracia no es ir y votar cada cinco años, es tener sanidad gratuita, es tener acceso a los servicios básicos, es tener vivienda digna, es tener educación de calidad, y todo eso hace fundamentalmente el planificar las políticas públicas poniendo en el centro de la planificación al ser humano.

Foto: T13

4. En estos últimos años, ha habido un aumento de líderes prominentes encabezando movimientos, partidos y gobiernos de izquierda en todo el mundo. También en Estados Unidos con mujeres en primeras filas como Alexandra Ocasio Cortez, Illhan Omar o Tulsi Gabbard. ¿Tienes relación con estas jóvenes progresistas o sigues de cerca sus diferentes carreras políticas? 

En el caso de Alexandra Ocasio sí. Hemos estado atentos y además nos emociona, casos como el de ella, como el de Camila Vallejo (diputada chilena), como el de Gabriela Rivadeneira (política ecuatoriana), Manuela D’Ávila, candidata a vicepresidencia de Brasil; parlamentarios que están en el ejercicio de las funciones en Argentina, en Uruguay por supuesto que son una esperanza enorme para demostrar que la izquierda sigue disputando el control del poder del Estado fundamentalmente para garantizar mejores condiciones de vida para los ciudadanos. Cuando hablamos de política no hablamos solamente de la disputa y del control del poder, hablamos fundamentalmente de si se contribuye o no se contribuye a la vida digna del ser humano. Esto nosotros lo notamos cuando el primer año del gobierno de Michel Temer, después del golpe de Estado de Dilma Rousseff, más de 5 o 6 millones de brasileños entraron en las franjas de pobreza y así sucesivamente sucede cuando se congelan los presupuestos y se considera que la educación, la salud son un servicio, por tanto, el que tiene dinero lo compra y el que no, se queda sin acceso a los mismos. O cuando se reduce la participación del Estado en la definición de las políticas públicas, se reduce el control del Estado en torno a los beneficios y derechos y conquistas laborales. Ante ese panorama, que emerja una nueva generación de jóvenes líderes por supuesto que es bastante alentador y te demuestra y pone en evidencia que los proyectos de izquierda en América Latina de soberanía, de dignidad, de redistribución de la riqueza, de crecimiento económico pensando en el Estado como centro de las definiciones de las políticas económicas continúa como un proyecto vigente. Muchos decían que estábamos hablando o enfrentándonos a un fin de ciclo producto de las derrotas en procesos electorales y lo que está aconteciendo en América Latina en realidad es un escenario de disputa regional por los proyectos políticos, aquellos que no terminan de morir, pero también aquellos que no terminan de nacer. Esperemos que en esta década, se terminen de consolidar los proyectos. 

5. El 17 de julio de este año, hiciste historia al convertirte en presidenta a cargo, cuando el presidente Evo y el vicepresidente Álvaro viajaron fuera del país. ¿Qué sentiste al convertirte en la presidenta más joven del país?

Sentí responsabilidad al convertirme en la presidenta más joven del país. Y por supuesto algo de temor. Insisto, no lo tomo desde los logros personales, para mí, más allá de la foto, es un tema de asumir con responsabilidad que el desempeño que tenga como joven, como mujer, como militante signifique un desafío enorme entorno a que abre puertas o cierra puertas para nuevas generaciones. Quiero que, al terminar la gestión al frente de la presidencia de la cámara de senadores, quede la perspectiva de que los jóvenes tenemos la absoluta capacidad para asumir las responsabilidades, la absoluta formación necesaria y suficiente para estar al frente del servicio público y abrir las puertas a más jóvenes que sean mejor formados que uno, que tengan mejor capacidad de articulación, mejor capacidad de representación. Que sean mejores personas, mejores profesionales, mejores seres humanos, mejores militantes al frente del servicio público.

Foto: Infodiez.com

6. ¿Has pensado en volver a ocupar este papel presentándote a las próximas elecciones presidenciales?

No. En este momento no. Y la verdad es que es muy difícil pensar en continuar y seguirle el resto al ejemplo del presidente Evo Morales. Un hombre que todos los días está ya en reunión desde las 5h de la mañana, que termina a las 12h de la noche, muchas veces a la 1h de la mañana… y continúa trabajando en distintas partes del país. Es muy difícil para cualquier persona que intente seguir el ritmo que hemos tenido durante estos tres años de gobierno del presidente. Es una vara bastante alta. 

7. En esta elección general, serás la candidata para el Congreso Plurinacional de tu departamento natal, Santa Cruz. En estos últimos años, Santa Cruz se ha convertido en una de las bases más prominentes de la oposición al gobierno de Evo, y tiene una historia de violentos grupos secesionistas y ultraderechistas que operan en ella. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para neutralizar las fuerzas derechistas, extremistas y neoliberales y su discurso de racismo, sexismo, homofobia y sentimiento anti-trabajador?

Evidentemente el sentido común del cruzeño a veces es conservador, pero también cuando uno va hacia las provincias, hacia los barrios más humildes, cuando encuentra militantes de los colectivos lgtbi, de juventudes, de los colectivos de mujeres feministas, sabe que ahí adentro está germinando la construcción de una sociedad más inclusiva, una sociedad distinta a la que teníamos hace trece años. Yo creo que Santa Cruz, así como Bolivia, no es la misma en el 2019 que era en 2005. No solamente por el crecimiento económico, por las oportunidades laborales, sino también como la gestión de Evo Morales ha garantizado futuro seguro para el país, ha garantizado la certidumbre de un futuro seguro y de crecimiento para Santa Cruz con proyectos estratégicos como el [Aeropuerto] Viru Viru , como el polo de desarrollo que significará la construcción de la planta siderúrgica del Mutún , como lo que significará también puertobus como una nueva ruta para las exportaciones. Para nosotros es central evidentemente Santa Cruz y yo creo  que ahí germina también un espíritu distinto y lo veo en mis compañeros y compañeras de diferentes espacios culturales, artísticos, de jóvenes, mujeres, campesinos, indígenas, etc. La sociedad está precisamente transversalizada por lógicas que pueden en algún momento decantar una apreciación diferente sobre distintos elementos. Yo creo que atrás quedaron los tiempos de confrontación del 2006 hacia el 2008, donde existió una polarización de proyectos políticos o región vs Estado, autonomías vs Estado plurinacional, el Estado Plurinacional hoy comprende las autonomías, las autonomías son parte del Estado Plurinacional, pero también la agenda del Estado plurinacional ha universalizado las posibilidades de inclusión y del ejercicio de los derechos también en Santa Cruz. 

7. Evo Morales enfrenta en esta ocasión una larga lista de desafíos a su candidatura presidencial: Carlos Mesa, el movimiento 21F, las amenazas de la administración Trump, así como las fuerzas políticas de derecha en Brasil y Chile, sin mencionar la tensión y la fatiga de gobernar la nación durante los últimos 13 años. ¿Por qué razones crees que volverá a ganar?

Porque Evo Morales es sinónimo de futuro seguro. No es necesario ni siquiera saltar hace veinte años, cuando yo salía de bachiller, y sigo siendo joven, las YPFB no eran una empresa del Estado, por tanto, los que estudiaban ingenierías petroleras, procesos industriales, etc no tenían una fuente laboral segura, no tenían un Estado sólido que garantizara, a través de las empresas públicas, certeza laboral a los jóvenes, certeza de movimiento económico. Hace 13 años, ser mujer y participar políticamente era un camino cuesta arriba, efectivamente ahora tenemos mejores condiciones que antes, pero hace 13 años era imposible pensar que existiría una presidenta del senado que cumpla 30 años en el ejercicio de las funciones. Para ser senadora antes necesitabas 30, 35 años por Constitución. Entonces hay un sin número de oportunidades que se han abierto para estas nuevas generaciones. Nosotros continuaremos, insisto. Nacionalizamos los hidrocarburos en el ejercicio de la soberanía, pero hemos iniciado la era de la industrialización para la producción de fertilizantes como cloruro de potasio, nuestras plantas de litio en Potosí, de urea y amoniaco en Cochabamba, estamos industrializando el hierro con la planta siderúrgica del Mutún, Santa Cruz tendrá un polo de desarrollo distinto y ese proceso de industrialización que se hacía en el hierro, los hidrocarburos y el litio creemos nosotros que abrirá las puertas a continuar el crecimiento económico de nuestro país, garantizar oportunidades de trabajo para los jóvenes y garantizaremos además, por supuesto, educación con calidad, Bolivia no es la misma desde que el presidente Evo Morales asumió el gobierno, ya no es la misma y continuaremos ese proceso de transformación para que la extrema pobreza quede reducida a menos del 5 % y garantizaremos servicios básicos para todos: la vivienda como un derecho, la educación y la salud como un derecho que son las apuestas más importantes que tenemos para las nuevas generaciones.

Foto: Inmediaciones.org

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