Agricultura en Venezuela: desafío ante la falta de combustible por sanciones económicas

La producción agrícola se ha visto afectada severamente

Por El Ciudadano

08/07/2019

Publicado en

Latinoamérica / Venezuela

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Fedeagro señala que en 2019 la poca semilla que llegó al país, «que representa menos del 25 % de lo que necesitamos», no se ha distribuido de forma “transparente” a los productores


Ante una sequía, problemas con la distribución de combustible, ineficiencia en la operación de empresas agrícolas del Estado y sanciones económicas unilaterales impuestas por Estados Unidos (EE. UU.) y la Unión Europea, la producción agrícola se ha visto afectada severamente en Venezuela.

Uno de los aspectos que en los últimos meses han denunciado gremios productores es una parcial paralización de operaciones en el campo, producto de la falta de combustible. Medios regionales venezolanos difunden que se registran colas de hasta tres días para lograr el suministro de gasolina.

El presidente de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), Armando Chacín, destacó en una nota institucional el paro técnico que vive el sector primario nacional por la carencia y mala prestación de servicios públicos en el país.

“Hay un paro técnico, estamos parados en unas colas los productores agropecuarios en vez de producir (…) Seis días en una cola para el combustible porque no llega a las zonas rurales” manifestó Chacín y así difundido por Fedeagro.

¿A qué se debe la falta de carburante en el país caribeño? La caída del suministro interno de combustibles se registra por la poca disponibilidad de insumos, como los diluyentes y especialmente los aditivos, para procesar el crudo y de allí obtener gasolina, tras un estudio de mercado publicado por el portal Misión Verdad.

Desde 2017, debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos, la venta de diluyentes a Venezuela comenzó a bajar en su mercado habitual de adquisición. Uno de esos químicos es la nafta, que tiene el propósito de hacer más flexible el crudo extrapesado venezolano. En ese sentido, la nación suramericana ha tenido que empezar a mezclar crudo liviano, con su crudo extrapesado, para poder realizar despachos.

Al utilizar el crudo liviano como diluyente se genera un efecto en cadena en las refinerías del país, ocasionando dificultades en la exportación de crudo y en la distribución interna de gasolina.

La filial de PDVSA en Estados Unidos, CITGO Petroleum había sido fundamental en la compra de diluyentes y repuestos desde 2017, por estar en suelo estadounidense y por no batallar con restricciones como operadora de refinación y venta de combustibles en ese país. CITGO contaba con libertad para acceder a insumos y equipos en el mercado estadounidense, para luego enviarlos a Venezuela, destaca Misión Verdad.

Sin embargo, tras la confiscación ilegal de CITGO por parte de Washington, desde enero de 2019, y la imposición de una nueva directiva que responde al «gobierno» paralelo e inconstitucional de Juan Guaidó, se prohibió el envío de dólares, insumos y equipos al territorio suramericano.

El Gobierno ha informado que otros proveedores, como la empresa India Reliance Industries, ha detenido el suministro de insumos a Venezuela, respondiendo a la sanciones de la Casa Blanca de no ejecutar acciones comerciales con el país caribeño.

En Caracas la situación se ha solventado, pero, en las regiones continúa la problemática, lo que ha hecho que se establezcan planes de distribución y prioridad para garantizar el suministro de combustible.

Producción agrícola nacional

Autoridades venezolanas han señalado que la estatal petrolera trabaja para resolver los inconvenientes presentados. Ante este escenario y las perdidas que le ha ocasionado al sector productor, el presidente Nicolás Maduro autorizó recientemente 228.000 millones de bolívares (31 millones de dólares) para el Plan de Siembra 2019.

En una primera fase se verán, según lo informado por el Mandatario, 8 de los 11 estados que conforman la más alta capacidad de producción agrícola, pesquera y pecuaria del país: Barinas, Bolívar, Cojedes, Guárico, Monagas, Sucre, Portuguesa y, Yaracuy.

Los recursos se aprobaron luego de que el pasado 25 de abril, según decreto presidencial, fueron definidos como cultivos y crías de guerra las especies vegetales y animales: frijol, topocho, plátano, caraota, maíz, papa, quinchoncho, yuca, ocumo, ñame, auyama, apio y plantas medicinales; así como la cría de especies animales: cunícola, avícola, caprino, ovino y porcinos, entre otros.

La decisión se tomó a propósito del bloqueo económico que ejecuta Estados Unidos y la Unión Europea y que hacen que el país caribeño se encuentre sometido a un cerco comercial y financiero.

Para la fecha, el ministro para Agricultura venezolano, Wilmar Castro Soteldo, destacó: “Vamos a materializar, a partir de mañana (13 de julio), los primeros desembolsos para 1.352 productores que fueron censados previamente en ocho estados».

Sin embargo, el presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), Aquiles Hopkins, consideró la suma como «insuficiente».

En el portal de Fedeagro, Hopkins señala que en 2019 la poca semilla que llegó al país, «que representa menos del 25 % de lo que necesitamos», no se ha distribuido de forma “transparente” a los productores.

“Esa semilla fue tomada por Agrosur y entregada o vendida a sus aliados, no a todos los productores del país (…) Esto está sucediendo en todos los estados”, indica en la entrevista Hopkins.

El Conglomerado Agrosur es un ente creado por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC )a través de la primera norma legal en materia económica aprobada por esta instancia, publicada en Gaceta Oficial Nº 41.272.

El artículo 7 de la Ley señala que entre las operaciones de Agrosur se encuentra la «producción primaria de rubros agrícolas, incluyendo las semillas, su transformación intermedia y final para la producción de alimentos de consumo humano, para el consumo animal e insumos agrícolas de uso industrial», se indica en la web oficial del organismo.

El presidente de Fedeagro recalcó que se está sembrando entre 10 % y 20 % de lo que antes se sembraba. “Esto significa que hay solamente 20 % de empleos, solo hay 20 % de la comida que se debería estar produciendo (…) En las zonas rurales, de unos 17 estados, están operando al 20 % de su capacidad”.

Por su parte, el Gobierno nacional informó que serán sembradas 65.381 hectáreas en las que se producirán los denominados “rubros de guerra”.

Lamentablemente el bloqueo y la ineficiencia de gerentes con poco compromiso político y social al frente de empresas expropiadas por el Estado han hecho que Venezuela no avance en la diversificación de la economía y rompa con el modelo rentista que aún impera en la nación.

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