El Gobierno del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva rayó la cancha a Washington y dejó en claro que no se “intimidará” por las “amenazas” vertidas por el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, a raíz de la condena al expresidente brasileño Jair Bolsonaro a 27 años de cárcel por su implicación en el intento de golpe de Estado ocurrido el 8 de enero de 2023.
Tras el voto a favor del último magistrado que faltaba, Cristiano Zanin, la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal (STF) sentenció al ultraderechista a 27 años y 3 meses de prisión en régimen cerrado por haber conspirado contra el orden democrático e intentar permanecer en el poder, tras perder las elecciones de 2022 ante Lula da Silva.
Por mayoría el. STF lo encontró culpable de los cinco delitos que lo acusaba la Fiscalía: intento de golpe de Estado, abolición del Estado Democrático de Derecho, pertenencia a organización criminal, daño al patrimonio público y afectación a bienes protegidos.
Junto a Bolsonaro, también fueron condenados algunos de sus colaboradores y los militares que lo apoyaron en su acción criminal. Entre ellos destaca Walter Braga Netto, exministro de la Casa Civil y uno de sus hombres de máxima confianza , quien fue condenado a 26 años de prisión, con inicio en régimen cerrado.
Tras conocerse la sentencia, Rubio acusó directamente al juez del STF e instructor del caso, Alexandre de Moraes, de llevar a cabo una persecución política, señalando que la condena de Bolsonaro, aliado político del presidente Donald Trump, representa una “cacería de brujas”.
Advirtió que Estados Unidos responderá como corresponda, aunque no detalló las medidas que prepara la Casa Blanca.
Previamente, en declaraciones a la prensa, el propio Trump, se declaró “sorprendido” por la condena y defendió a Bolsonaro.
«Vi el juicio, lo conozco muy bien. Como líder extranjero, pensé que era un buen Presidente. Es muy sorprendente que esto pudiera suceder», afirmó el republicano, quien el pasado agosto impuso un arancel del 50 % sobre buena parte de los productos brasileños exportados a Estados Unidos en represalia por el proceso contra Bolsonaro.
Brasil responde a EE.UU.: “No lograrán intimidar a nuestra democracia”
Ante estas afirmaciones, el Gobierno brasileño emitió un comunicado oficial en el que reafirmó que la defensa de la soberanía nacional es un principio inquebrantable, y que no se dejará intimidar por presiones externas.
“Amenazas como la realizada hoy por el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en una declaración que ataca la autoridad brasileña e ignora los hechos y las pruebas contundentes que constan en el expediente, no lograrán intimidar a nuestra democracia”, indicó el texto del Ministerio de Exteriores de Brasil compartido en redes sociales.
El Ministerio de Exteriores de Brasil recalcó que el Poder Judicial llevó a cabo el proceso “con la independencia que le asegura la Constitución de 1988” y resaltó que los acusados “tuvieron amplio derecho de defensa”.
“Las instituciones democráticas brasileñas dieron su respuesta al golpismo”, aseveró el comunicado, que recalcó que Brasil defenderá su soberanía “de ataques y tentativas de injerencia, vengan de donde vengan”.