Brasileños desafiaron la pandemia y salieron a marchar el 1 de mayo

Concentraciones a favor y en contra del presidente Jair Bolsonaro se escenificaron a lo largo del país suramericano, que registra cifras alarmantes por la pandemia de coronavirus.

Por Félix Eduardo Gutiérrez

02/05/2021

Publicado en

Brasil / Latinoamérica

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Los 14,6 millones de casos confirmados y 403.000 muertes por la pandemia de coronavirus, no fue impedimento para que miles de brasileños saliesen este sábado a las calles, en las celebraciones del Día Internacional del Trabajo, para respaldar o protestar contra el gobierno de Jair Bolsonaro.

La mayoría de movilizaciones, realizadas con concentraciones y caravanas de automóviles, pero también a pie, con cientos de personas sin barbijos y amontonadas, fueron a favor del presidente, uno de los líderes más escépticos frente a la gravedad de la pandemia, informaron las agencias EFE y AFP.

El mandatario ahora es blanco de una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) instalada esta semana en el Senado que tiene por objetivo analizar denuncias contra la gestión de la crisis.

La céntrica Avenida Paulista, en San Pablo, epicentro de grandes celebraciones por las conquistas y de manifestaciones populares, reunió este sábado centenares de personas con carteles en defensa del líder de ultraderecha.

Algunos, incluso, pidiendo una intervención militar encabezada por él contra los poderes Judicial y Legislativo.

El acceso de vehículos a la turística e icónica playa de Copacabana, en Río de Janeiro, fue impedido por otro grupo de simpatizantes que se congregaron en el mismo lugar en el que dos días antes organizaciones no gubernamentales y activistas habían rendido un homenaje a las más de 400.000 víctimas de la covid-19.

En el Distrito Federal de Brasilia otros 5.000 seguidores del gobernante, según los organizadores de la caravana, se movilizaron por las calles del centro administrativo conocido como Esplanada dos Ministerios.

En Recife, capital de Pernambuco y una de las principales ciudades del Nordeste, la Avenida Boa Viagem, que bordea la playa del mismo nombre, recibió una gran cantidad de automóviles, que encabezados por camiones gigantes de sonido luego se desplazaron hasta el Marco Zero, en el centro de la ciudad.

Otras capitales, como Belém, en la Amazonia; Belo Horizonte (sudeste), Natal y Salvador (nordeste), registraron concentraciones, al igual que ciudades intermedias de gran porte como Campinas y Limeira, en San Pablo, e Ipatinga (Minas Gerais), respondiendo al llamado «Yo autorizo al presidente».

Hace dos semanas, el jefe de Estado, un ex capitán de la reserva del Ejército, dijo que estaba esperando «una señal de la gente» para «tomar medidas» que pusieran fin a las restricciones tomadas localmente por alcaldes o gobernadores para intentar frenar la propagación del coronavirus.

Y más recientemente, en una entrevista televisiva, dijo que el ejército «podría salir a la calle un día, para hacer cumplir la Constitución, la libertad de ir y venir».

El lema «Autorizo a Bolsonaro» hace referencia a la posibilidad de enviar militares a las calles. Aunque el gobierno siempre se abstuvo de dar detalles y se esquiva para evitar comentar sobre esa situación.

Bolsonaro, un ex capitán de la reserva del Ejército y nostálgico de la dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985, sobrevoló en helicóptero la marcha en Brasilia, como suele hacer para saludar a sus simpatizantes.

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