La congregación se escudó en paraísos fiscales

Pandora Papers: El «pecaminoso» entramado de Legionarios de Cristo para ocultar 300 millones de dólares

El imperio financiero de una de las congregaciones religiosas más poderosas y pudientes, quedó al descubierto con la publicación de los "Pandora Papers".

Por Anais Lucena

14/10/2021

Publicado en

Chile / Latinoamérica / México / Portada

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Al menos US$295 millones fue la cantidad de dinero que movilizó desde 2010 la organización religiosa Legionarios de Cristo a través de una compleja estructura de sociedades offshore, para mantener sus finanzas lejos del Vaticano, luego de que el papa Benedicto XVI anunciara una investigación tras recibir denuncias de abuso sexual contra su fundador, Marcial Maciel.

Así lo revelan los documentos filtrados por el Consorcio de Periodistas de Investigación (ICIJ) en colaboración con los medios Quinto Elemento Lab (México), la revista Proceso (México) y los diarios El País (España) y L´Espresso (Italia), denominado Pandora Papers, que dejan al descubierto el imperio financiero de una de las congregaciones religiosas más poderosas y pudientes, los Legionarios de Cristo.

Hace once años, el 6 de julio y solo 20 días después de que se designara al cardenal Velasio De Paolis como encargado de gobernar los destinos de la Legión, fue creado el fideicomiso Retirement and Medical Charitable Trust (RMCT), en Nueva Zelanda, que -según los documentos confidenciales- se alimentó de dos fideicomisos creados un año después en la misma jurisdicción.

Los millonarios fondos fueron movilizados con un intrincado sistema a través de cuentas bancarias en Suiza, filiales en Estados Unidos e Inglaterra, asesorías empresariales en España e inversiones en México, hasta llegar al primer fideicomiso abierto en Nueva Zelanda, creado “para recibir donaciones para cubrir los gastos de los miembros mayores de la Congregación y otros fines religiosos, educativos y de la caridad”.

De acuerdo a los registros, los dos fideicomisos secundarios -creados por la familia Garza Medina, originaria de Monterrey (México) y vinculada a la congregación-, Salus Trust y AlfaOmega Trust, creados para apoyar a sacerdotes ancianos y otras causas católicas, están conectados como un sistema para amasar fortuna y proveer de poder y prestigio durante años a la legión.

La avaricia, un pecado capital

Legionarios habrían contratado los servicios del despacho Aspen Trust Services Limited para establecer el camino mediante el cual deberían recibir y gestionar sus donaciones a espalda del Vaticano y con el mayor sigilo.

En específico, “el dinero se movía en secreto desde las cuentas suizas de AlfaOmega y Salus Trust con destino a tres subsidiarias basadas en Reino Unido y Estados Unidos, las cuales se encargaban de invertir el dinero que habían aportado los Garza Medina en docenas de empresas mexicanas, extranjeras y fondos de capital. Las decisiones de inversión eran asesoradas por la firma española Proaltus Capital Partners SL”, reseñó Ciper en un reportaje.

Entre las inversiones realizadas, destacan edificios residenciales en Florida, Indiana, Illinois, Iowa y Texas; un exclusivo centro de residencias para adultos mayores, proyectos de infraestructura y bienes raíces, clínicas de rehabilitación física, empresas de suplementos alimenticios, hospitales, escuelas y universidades, aplicaciones tecnológicas, empresas de exploración de petróleo y hasta entidades que aparecen en la lista negra del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

También, se detectaron transferencias de millones de dólares a una serie de empresas mexicanas de tecnología, educación, salud y del sector inmobiliario y de bienes raíces. De hecho, una gran parte del dinero fue destinada a una docena de empresas controladas por la propia familia Garza Medina, como Jaguar Holding SAPI de CV, una firma dedicada a la exploración de pozos.

Además, los archivos muestran que AlfaOmega, a través de su subsidiaria inglesa, realizó una compra de acciones de la firma Villa Inversiones SAPI, una empresa fantasma.

El reportaje de Ciper añade que “el fondo de los Legionarios ha recibido de forma ininterrumpida el flujo de dinero que le proveen los fideicomisos nacidos en el seno de la familia empresarial de los Garza Medina, y esto sucedió incluso durante el tiempo en que el Vaticano controlaba las operaciones de la Legión”.

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