Caso El Nacional: Edificio donde se montaban noticias falsas, ahora será Universidad Internacional de las Comunicaciones

El pasado fin de semana Venezuela vivió otro capítulo histórico para su Revolución Bolivariana

Venezuela

El pasado fin de semana Venezuela vivió otro capítulo histórico para su Revolución Bolivariana. En un país, que por más de dos décadas ha tenido que enfrentar al odio y la mentira dispersado a través de la hegemonía mediática reinante, finalmente, la verdad selló su triunfo.


Desde que el presidente Hugo Chávez llegó al poder en 1999, uno de las empresas de comunicación que más le adversaron fue El Nacional, dirigida por el Miguel Henrique Otero, un magnate de los ‘mass-media’ que utilizó su poder para tratar de derrocar a un gobierno legítimo a través de las noticias falsas, la propagación de rumores con fines políticos desestabilizadores e incluso como plataforma para concretar golpes de Estado, como el del año 2002.

A pesar que este medio actuaba bajo la sombra de la mentira, del odio, la segregación, el clasismo y el supremacismo, el gobierno venezolano -que siempre advirtió sobre lo que hacía el señor Miguel Henrique Otero con este gigante mediático de la comunicación- respetuoso de la Constitución Bolivariana, permitió el derecho a «la libertad de expresión» y dejó que este medio subsistiera, a pesar del daño que le ocasionaba a la sociedad.

Pero todo comenzó a cambiar cuando el director de El Nacional ordenó publicar una noticia falsa contra el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, al asegurar que era un supuesto capo del narcotráfico sin ningún tipo de pruebas, más que la atribución a otras corporaciones mediáticas que actúan contra Venezuela: el Diario ABC de España y el Diario de las Américas de Estados Unidos.

Diosdado Cabello inició un conflicto judicial por difamación e injuria contra El Nacional y La Patilla, medio digital, debido a que su nombre fue expuesto y vinculado a una serie de hechos falsos, que lo acusaban de ser incluso jefe de una red criminal asociada al narcotráfico. Más de seis años pasaron para que el líder del partido socialista fuera resarcido por la justicia venezolana, que reconoció como El Nacional actuó sin ética y mintió al publicar la mencionada noticia falsa sobre él.

La sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó a El Nacional un pago de 13 millones de dólares, como indemnización a Cabello, por daños a su imagen y por mentir contra el líder chavista. Pero este medio, que desde hace más de 10 años comenzó una migración de sus versiones en papel periódico a una versión digital, anunciada por el propio Miguel Henrique Otero y que implicó despidos masivos de personal que duró años trabajando para esa empresa, hasta dejar un personal mínimo, se negó a pagar el monto a Cabello, alegando la banca rota, situación que dio paso al embargo de su sede principal ubicada al Este de la Gran Caracas.

Nace la Universidad de la Comunicación de Venezuela

El líder chavista, Diosdado Cabello, prometió en varias de sus alocuciones que si El Nacional pagaba los 13 millones de dólares, los utilizaría para construir una escuela y comprar vacunas contra el covid-19.

«Nosotros lo hemos dicho desde un principio, no queremos ese dinero. Si Miguel Henrique y sus socios llegaran a pagar ese dinero en efectivo, una parte muy pequeña será destinada a construir una escuela de niños especiales en Upata, que es un compromiso que asumí allá; el resto del dinero será destinado a comprar las vacunas que alcancen. Si ellos no quieren pagar, y ese edificio es entregado a este servidor, será destinado para la Universidad de la Comunicación», dijo Cabello en una transmisión de su programa Con El Mazo Dando.

Finalmente, Miguel Henrique Otero, quien alega que es un «embargo írrito», «un zarpazo contra la libertad de expresión» y que la sede fue ocupada «por las armas y sin presencia de un juez», se negó a pagar a Cabello el monto ordenado por el TSJ y su decisión abrió paso al embargo de la sede del antiguo diario, que el mismo dirigente socialista prometió que, una vez en sus manos, la convertiría en la primera Universidad de la Comunicación de Venezuela y sería entregada inmediatamente a los estudiantes.

Las palabras de Cabello se hicieron realidad. La justicia de Venezuela actuó el pasado sábado 15 de mayo y procedió a realizar el embargo de la sede de este medio que, desde ese mismo momento, quedó en manos de los estudiantes de la nueva Casa de Estudios de la comunicación, quienes vieron su primera clase el domingo 16 sobre el uso de las tecnologías de la comunicación.

En el sitio, según testimonios de quienes estuvieron presentes y divulgados en video a través de Twitter, el gerente general de El Nacional, Jorge Makrionitis, reconoció que el procedimiento se realizó apegado a le ley, sin ningún tipo de irregularidades y con respeto por parte de 10 oficiales que realizaron el procedimiento bajo normalidad, no como ha pretendido divulgar la mediática internacional que intenta poner como víctima a Miguel Henrique Otero.

Al llegar al lugar, las autoridades consiguieron el sitio totalmente deteriorado, saqueado y sin ningún tipo de trabajadores en el lugar. Lo único que encontraron en la oficina de Miguel Henrique Otero fueron 200 botellas de vino, hieleras y cristalería de lujo que al parecer no les dio tiempo de llevarse. En su escritorio también había una cenicero con un elocuente mensaje: «Te amo Miami».

Así un lugar que durante al menos dos décadas se dedicó a profanar mentiras y noticias falsas por manos inescrupulosas de sus dirigentes, ahora pasa a ser un centro para el aprendizaje, la educación y sobre todo, en un sitio que las nuevas generaciones de comunicadores deberán tomar como ejemplo de lo que no se debe hacer.

¿Qué fue lo que hizo El Nacional?

La Comisión Permanente del Poder Popular y Medios de Comunicación de la Asamblea Nacional analizó en 2015 la publicación de El Nacional el 27 de enero de ese mismo año en su versión digital y que fue difundida bajo el rótulo «Última hora»: «ESCOLTA DE DIOSDADO CABELLO LO ACUSA EN WASHINGTON DE NARCOTRÁFICO». Según el informe parlamentario, El Nacional citó como fuente al periódico de Miami, Diario las Américas. Este, a su vez, remite al español ABC como su fuente de información.

A partir de esta triangulación mediática Madrid-Miami-Caracas, dice ese informe, la información se extiende por el mundo hasta difuminarse el rastro de la fuente original y diluirse, aparentemente la responsabilidad informativa y editorial. La versión de ABC aparece bajo el siguiente titular: «EL ESCOLTA DEL NÚMERO DOS CHAVISTA HUYE A EE.UU. Y LE ACUSA DE NARCO».

El encabezado de la información decía: «Leamsy Salazar, el que hasta ahora era jefe de seguridad del Presidente de la Asamblea de Venezuela, Diosdado Cabello, que a su vez es el número dos del régimen de Nicolás
Maduro, ha huido y se encuentra en Estados Unidos. Salazar es el militar de más alto rango que ha roto con el chavismo y ha sido recibido por las autoridades de Washington como testigo protegido para acusar de diversos delitos, principalmente narcotráfico a altas autoridades de Venezuela. El testimonio del militar desertor indica que Cabello encabeza el cartel de los soles, monopolio que controla el tráfico de drogas en el país, según fuentes cercana a la investigación abierta por la Fiscalía estadounidense».

A la Subcomisión de Medios, por decisión de la plenaria de la Comisión Permanente del Poder Popular y Medios de Comunicación de la Asamblea Nacional, se le encargó realizar una investigación sobre esta materia. Para ello, se adelantó un arqueo hemerográfico de los citados medios impresos desde que apareció la información y los días
sucesivos durante una semana. Este material periodístico fue sometido a un análisis de contenido por profesionales de la comunicación social.

«A partir de la construcción de un acontecimiento noticioso mediante técnicas suficientemente estudiadas por teóricos de la comunicación y la información (Eliseo Verón, Federico Álvarez, entre tantos otros), la mentira toma vida propia y, como información, se desprende de sus fuentes originales (uno de los propósitos de la triangulación mediática) y
se expande por el mundo. Los autores de la trama recurren al simple pero eficaz mecanismo goebbeliano de repetir mil veces una mentira hasta convertirla en ‘verdad'», describe el mencionado informe.

El análisis agrega: «En el mundo de hoy, transformado merced a las nuevas tecnologías de la información en una aldea más pequeña y perversa que la aldea global de McLuhan, la mentira es repetida no mil, sino millones de veces en cuestión de segundos. Empero, sigue teniendo patas cortas, aunque combatirla sea mucho más difícil y complicado. La lucha por la verdad sigue siendo un objetivo y una necesidad de los seres humanos y pueblos del planeta».

https://twitter.com/madeleintlSUR/status/1394039686717390848

Añade que sobre esta realidad de la velocidad de la mentira, el propio ABC.es se jacta: «La información de ABC se expandió este martes como la pólvora en los portales digitales, las redes sociales y El Nacional, el único diario independiente que queda tras el control absoluto que tiene el gobierno chavista sobre los medios de comunicación en Venezuela».

«El diario español no solo se jacta de la difusión de la mentira, sino que sigue agregando falsedades a la falsa noticia, como lo del “control casi absoluto que tiene el gobierno chavista sobre los medios de comunicación en Venezuela». O la falacia de que «El Nacional es el único diario independiente que queda», describió el informe parlamentario publicado en 2015.

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