Morrissey es el ganador del último ‘Premio al Mal Sexo en la Literatura’

La revista Literary Review le entregó el premio por una escena erótica de su novela "List of the Lost".

Por Sofia Olea

26/01/2016

Publicado en

Literatura / Música / Sexualidad

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morrissey

En el mundo siempre se está premiando lo mejor del quehacer humano; desde obras literarias, hasta el cultivo de un cuerpo musculoso, pasando por toda clase de creaciones, inventos y productos.

Pero también hay galardones para lo peor. En la literatura, desde el año 1993 existe el llamado «Premio al Mal Sexo en Ficción» (Bad Sex in Fiction Award), creado por los críticos Rhoda Koenig y Auberon Waughen, de la revista Literary Review

Se trata de rendir un anti-homenaje a una escena de sexo mal relatada en una novela que, al contrario, se puede considerar buena por parte de la crítica. El propósito de esta premiación es «llamar la atención sobre pasajes escritos de manera pobre, recargada o superficial», como describe Literary Review, 

list of the lost

El ganador del 23° Premio al Mal Sexo en Ficción se lo llevó el músico británico Morrissey, quien publicó su primera novela en el 2013, llamada «List of the Lost», de la editorial Penguin Books.

El premio fue anunciado el 1 de diciembre del 2015 en una ceremonia en el club In & Out en St James’s Square, en Londres, donde los 400 invitados hicieron un brindis por el ganador.

El pasaje del libro describe una escena de sexo entre Ezra y su novia Eliza:

«En esto, Eliza y Ezra dieron vueltas entre risitas, en una bola de nieve de rebosante cópula, gritando y gimiendo mientras se mordían y tironeaban juguetonamente en una peligrosa y escandalosa montaña rusa de violento espiral, con los pechos de Eliza rodando por la boca rugiente de Erza, y el doloroso frenesí de su saturada protuberancia extenuando su excitación mientras embestía y golpeaba su camino hacia cada músculo del cuerpo de Eliza, excepto por la que, de otra manera, sería la zona central».

Los críticos calificaron la escena como excesivamente evasiva y vaga, recargada de metáforas tontas y eufemismos que evitan palabras sexuales y hacen de la escena algo difícil de comprender.

Traducción, El Ciudadano.

Fuente, The Guardian, Literary Review.

 

 

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