Protocolo de Montreal

Adiós al bromuro de metilo en cultivos de frutillas y tomates

El ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, anunció el fin del uso del bromuro de metilo en los cultivos chilenos de tomates y frutillas, fumigante altamente contaminante utilizado desde 1940 para el tratamiento de plagas

Por CVN

23/01/2015

Publicado en

Chile / Medio Ambiente

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El ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, anunció el fin del uso del bromuro de metilo en los cultivos chilenos de tomates y frutillas, fumigante altamente contaminante utilizado desde 1940 para el tratamiento de plagas.

La medida, que tiene por objeto eliminar el consumo de 283 toneladas métricas de bromuro de metilo, forma parte del Protocolo de Montreal, acuerdo internacional ratificado por Chile que busca la eliminación gradual de sustancias nocivas para la capa de ozono;  “Esto nos ayuda en uno de los principales objetivos del Ministerio del Medio Ambiente: avanzar hacia un desarrollo sustentable que proteja nuestros ecosistemas para las generaciones futuras, pero también la salud de las personas”, sostuvo Badenier.

Se trata del “Proyecto Terminal de Eliminación Nacional del Bromuro de Metilo”, financiado por el Fondo Multilateral del Protocolo Montreal, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, como agencia implementadora internacional, y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, así como los organismos del Ministerio de Agricultura, SAG y Odepa, como socios estratégicos.

Cabe señalar que esta medida no solo se ha dado en Chile, según lo destacado por Guillermo Castellán, representante de la Organización para el Desarrollo Industrial de la ONU, quien señaló que “Cuando comenzó el proyecto había mucho escepticismo, desafíos, problemas, muchos productores estaban nervioso, pero lo importante es que este proyecto buscaba acompañar a los productores, llegar a tiempo para que tuvieran herramientas eficaces para combatir los patógenos de suelo en general”.

Desde el año 2009 el Ministerio de Medio Ambiente empezó a trabajar en talleres de discusión para preparar este trabajo. En ese momento los productores que representaban cerca del 80% del consumo de Bromuro de Metilo del país apoyaron decididamente el proyecto, incluso mediante cartas.

Se trabajó en conjunto para la implementación de alternativas químicas más inocuas, y también con opciones no químicas como la biofumigación, las plantas injertadas y el arenado. Este proyecto se trabajó desde el tratamiento de las semillas la producción de plantas y la vigilancia de su crecimiento, para obtener los mejores rendimientos agrícolas”, sostuvo Badenier.

El objetivo fue entregar a los productores agrícolas, usuarios de bromuro de metilo, en el tratamiento de suelo, las alternativas técnicas (químicas y no químicas) que permitieran su eliminación definitiva. Para ello, el trabajo se centró en los cultivos más demandantes del bromuro de metilo en el país, como son los tomates y las frutillas.

Efectos en la salud

Además de los efectos para la capa de ozono, el bromuro de metilo tiene impactos nocivos para la salud humana y hay estudios que prueban que podría tener relación con el desarrollo del cáncer de próstata.

Se trata de un gas inodoro, incoloro y sin sabor, que resulta imposible de detectar cuando se inhala a no ser que se encuentre mezclado con cloropicrina, un agente «alarma»; Según el informe publicado por la Universidad Nacional de Salta (Argentina), se encuentran documentados cerca de 1000 incidentes de envenenamiento humano causados por exposición con bromuro de metilo, con efectos que van desde irritaciones en piel y ojos hasta muertes. La mayoría de estos accidentes se presentaron por utilización del bromuro de metilo como fumigante. El nivel mínimo de inhalación que causa toxicidad en humanos es del 0,14 mg/L en aire.

Debido a que el gas es inodoro, la persona que está expuesta a este pesticida no lo nota hasta que el daño está realizado. Los principales síntomas y signos incluyen ampollamiento de la piel, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor de pecho y abdominal e irritación en ojos, garganta y nariz. A bajas dosis puede causar efectos retardados, convulsiones, temblores musculares y mareos, entre otros.Si esta sustancia se inhala por un período breve de tiempo, puede producir cefalea, mareo, vértigo, náusea, vómito, debilidad, entre otros efectos.

 

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