Tal como lo hizo la Unión Europea

Apicultores y organizaciones exigen al Gobierno proteger a las abejas de insecticidas

La Red de Acción en Plaguicidas Chile (RAP-Chile), la Alianza por una Mejor Calidad de Vida, ANAMURI, OLCA, la Coordinadora Nacional de Apicultores Orgánicos de Chile (CONAOC), la Red Apícola de Casablanca, la Federación Red Apícola Nacional, la Sociedad de Ecología de Chile, el Consejo Asesor Campesino de la Región de Valparaíso y la Cooperativa […]

Por paulwalder

24/05/2018

Publicado en

Chile / Medio Ambiente / Salud

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La Red de Acción en Plaguicidas Chile (RAP-Chile), la Alianza por una Mejor Calidad de Vida, ANAMURI, OLCA, la Coordinadora Nacional de Apicultores Orgánicos de Chile (CONAOC), la Red Apícola de Casablanca, la Federación Red Apícola Nacional, la Sociedad de Ecología de Chile, el Consejo Asesor Campesino de la Región de Valparaíso y la Cooperativa Verde demandaron al presidente Sebastián Piñera la prohibición de tres insecticidas que matan las abejas.

Las organizaciones demandaron al mandatario que ordene al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) la prohibición del uso de Imidacloprid (Gaucho), Clotianidina (Poncho), ambos de Bayer-Monsanto, y Tiametoxam (Cruizer) de Syngenta, «responsables de la mortandad masiva de abejas en Chile y el mundo», de acuerdo a lo que exponen.

El pasado 27 de abril la Unión Europea (UE), después de exhaustivos y numerosos estudios científicos, decidió «prohibir totalmente» el uso al aire libre de estos tres insecticidas neonicotinoides.

«Un dato adicional para las autoridades es que según ODEPA, la Unión Europea representa en 2017 el 98% de las exportaciones de miel lo cual obliga al país a adoptar medidas para no tener dificultades con este mercado, que ahora contará con estas restricciones en defensa de la biodiversidad», señalan.

La exigencia de protección de las abejas ya había sido solicitada por RAP-Chile al SAG el 30 de agosto de 2013 y el 6 de noviembre 2014, y en diferentes reuniones efectuadas por la Comisión de Agricultura del Senado, a propósito del proyecto de ley de regulación de la actividad apícola. Asimismo, las organizaciones de apicultores, en la marcha del 16 de agosto de 2017, exigieron al Gobierno y los legisladores «la prohibición de plaguicidas usados en la agricultura que matan y dañan a las abejas».

«Estos tres insecticidas neonicotinoides se usan en todo el mundo en chacarería y cultivos de maíz, raps, algodón y girasol, entre otros. También son de uso común en aplicaciones veterinarias como el control de garrapatas y collares antipulgas para mascotas», añaden las organizaciones.

«En febrero de 2018, los científicos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria dictaminaron que los tres plaguicidas, imidacloprid y clotianidina, fabricados por Bayer, y tiametoxam, de Syngenta, representan ‘un riesgo para las abejas silvestres y las abejas melíferas’”, advierten. Dichos insecticidas integran la lista de «Plaguicidas Altamente Peligrosos» por sus efectos agudos, crónicos y en el medio ambiente, elaborada por la Red de Acción en Plaguicidas, Pesticide Action Network (PAN) que junto a la Red Mundial por un Futuro Libre de Tóxicos (IPEN) llama a su prohibición.

«Celebramos esa prohibición junto a los millones de ciudadanos y ciudadanas europeas que hicieron esa exitosa campaña, y demandamos al SAG y el Ministerio de Agricultura que no dilaten más la adopción de medidas para eliminar el uso al aire libre de estos tres neonicotinoides. Deben establecerse al mismo tiempo severas restricciones a otros plaguicidas tóxicos para las abejas, como el Sevin y fipronil, con el objetivo de proteger a las abejas y otros polinizadores y su hábitat», apuntan las agrupaciones.

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