Así ayudan los techos blancos a disminuir el gasto energético y el calentamiento global

Pintar los techos suena tan simple que es fácil desecharlo como algo trivial, pero estudios han demostrado que su efecto, en las estaciones calurosas, puede ser lo suficientemente grande como para tgenerar un impacto mayor en el consumo de electricidad.

techos blancos

Una de las formas más sencillas de combatir el calentamiento global es muy barata y más aplicable de lo que se pensaba. Todo lo que se necesita es un galón de pintura y un techo despejado.

Una gran parte de la energía que consume el mundo es a través del aire acondicionado y una de las maneras de disminuir la intensidad de su uso, es simplemente pintando los techos blancos. Esto tiene un doble efecto: el blanco refleja la radiación que calienta el planeta y mantiene los edificios más frescos, lo que debería traducirse en una menor demanda de aire acondicionado. En las áreas urbanas, un tercer beneficio es la disminución del efecto ‘isla de calor’, que consiste en que las ciudades alcanzan mayores temperaturas que las áreas rurales.

Una ex autoridad de medio ambiente de Estados Unidos, junto al Premio Nobel Steven Chu, han comenzado un programa para «techos fríos». Aunque se pensaba que esta medida funcionaba sólo en lugares calurosos y que las ciudades más frías del mundo quedaban fuera de sus efectos positivos, resultó que esta suposición estaba errada.

«Nuestro estudio prueba que los techos fríos para los edificios comerciales son una red de ahorro de energía en todos los climas en que se suele usar aire acondicionado en el verano», dijo el Profesor Hashem Akbari, de la Universidad Concordia (Canadá), en un comunicado.

Pintar los techos suena tan simple que es fácil desecharlo como algo trivial, pero un estudio del año pasado demostró que durante las olas de calor, el efecto puede ser lo suficientemente grande como para tener un impacto mayor en el consumo de electricidad.

Ese estudio se realizó en climas cálidos y no se esperaba que fuera extensible a otros lugares, pero Akbari y el estudiante de Ph.D. Mirata Hosseini, modelaron el efecto en las frías ciudades canadienses de Milwaukee, Montreal, Toronto e incluso Anchorage, y los resultados fueron positivos en todos los casos.

Akbari y Hosseinien reportaron en Energy and Buildings que en todos los casos, desde la ciudad más fría a la más calurosa, existe un beneficio, aunque el ahorro es mayor cuando se trata de ciudades más calurosas, como Montreal, por ejemplo. Sin embargo, los beneficios de los techos blancos son mucho más significativos en edificios antiguos, porque éstos suelen tener peor aislación que los nuevos.

«En climas fríos, la implementación de techos fríos puede incluso evitar que se compren equipos de aire acondicionado en lo absoluto», dice Akbari. «Aún en edificios que no tienen aire acondicionado, los techos fríos mejoran el bienestar en días calurosos».

Fuente, IFLScience

Traducción, El Ciudadano

 

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