Autopsia a una ballena en Noruega reveló que tenía 30 bolsas plásticas en el estómago

El cetáceo varó en la costa de la isla Sotra, en Noruega, y tuvo que ser eutanasiado por su grave estado de salud. El análisis reveló que el animal estaba gravemente desnutrido y que su estómago estaba lleno de bolsas y otros residuos plásticos.

ballenato de Cuvier Universidad de Bergen

Ballenato de Cuvier varado en una playa de Noruega. Foto: Universidad de Bergen


Una ballena que varó en la costa de Noruega y que tuvo que ser sacrificada, resultó tener alrededor de 30 bolsas plásticas en su estómago. El episodio, que está muy lejos de ser el primero o el último de este tipo, viene a llamar la atención sobre el problema global y urgente de la contaminación de los océanos.

El zifio o ballenato de Cuvier, que estaba enfermo y mal nutrido, tuvo que ser eutanasiado por encargados de la vida salvaje, luego de que hubiera quedado varado repetidas veces en las aguas superficiales de la isla de Sotra, en Noruega.

Cuando los investigadores de la Universidad de Bergen realizaron la autopsia del mamífero, analizaron el contenido de su estómago y encontraron una gran cantidad de plástico, incluyendo 30 bolsas plásticas y otros residuos.

bolsas plásticas que bloqueaban el estómago de la ballena (c) U de Bergen

Bolsas plásticas que bloqueaban el estómago de la ballena. Foto: U. de Bergen


«El estómago de la ballena estaba lleno de bolsas plásticas y envases con etiquetas en danés e inglés», señaló a la prensa noruega el Dr. Terje Lislevand, zoólogo en la universidad, quien estudió al cetáceo. «No nos sorprende el hallazgo, pero claramente es triste descubrir una cantidad tan grande».

Lislevand explicó que la ballena estaba demacrada y con muy poco sebo, lo que sugiere que estaba desnutrida. Los desechos probablemente estuvieron por mucho tiempo en el interior del animal, bloqueando sus intestinos y evitando que pudiera comer los alimentos que necesitaba. Los investigadores creen que el bloqueo también pudo causarle mucho dolor.

El ballenato de Cuvier, que no se encuentra normalmente en aguas noruegas, puede llegar a medir hasta 7 metros y comúnmente se alimenta se peces de las profundidades y de calamares.

«No estaba sólo en una parte de su estómago, sino que llenaba todo el espacio», dice Lislevand a Sky News. «Creo que la ballena estaba sufriendo. No pienso que haya sido cómodo tener esto en el estómago. Es la explicación de por qué el animal estaba varado y actuando de manera tan extraña», agrega el zoólogo.

Plástico en el interior de la ballena. Foto: U. de Bergen


No es tarde para cambiar el hábito

Se estima que en este momento hay 5 billones (5 millones de millones) de piezas de plástico en los océanos del mundo, todo derivado del consumo y actividades de los humanos. Un informe del año pasado sugiere que para el año 2050 habrá más plástico que peces en el océano.

Pero se puede actuar ahora para evitar que el plástico siga terminando en los océanos del mundo. Algunos países han introducido un cobro adicional a las bolsas plásticas en los supermercados; en algunos lugares de ha prohibido el uso de estas bolsas en almacenes, tiendas y supermercados. En Reino Unido, donde se aplicó un extra de 5 libras a las bolsas, su uso disminuyó en un 85% en los 6 primeros meses (desde 7 mil millones de bolsas a 500 millones).

Cada persona puede cambiar el hábito de pedir o aceptar bolsas plásticas cada vez que compra un artículo en tiendas y mercados. La simple costumbre de llevar una bolsa de compras no desechable, puede hacer una gran diferencia en el impacto que los humanos tenemos sobre el medio ambiente.

Fuente IFLScience

El Ciudadano

 

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