Crisis hídrica de Chiloé fue dada a conocer en Seminario Internacional sobre sequía y desertificación

Representantes del Cabildo por el Agua de Chiloé llegaron hasta Santiago para participar de la Tercera Jornada Internacional sobre Desertificación y Sequía, denominada “Sequía: la catástrofe”, con el objetivo de visibilizar la crisis hídrica del archipiélago ubicado en la Región de Los Lagos, y exponer propuestas para afrontar esta problemática que se agrava año a año.

El evento, convocado por la delegación de la Unión Europea en Chile y las Comisiones de Recursos Hídricos, Desertificación y Sequía, del Senado y de la Cámara de Diputados, respectivamente, y el programa Desertificación PNUD-U.E, se llevó a cabo el 18 de junio en la sede del Ex Congreso Nacional en Santiago.

El concejal de la Comuna de Ancud, Rodolfo Norambuena, expuso que la crisis hídrica es un fenómeno que “ha llegado para quedarse en el archipiélago de Chiloé”. Relató que cada verano son cada más las localidades, principalmente rurales, que están quedando sin acceso al agua, afectando la calidad de vida de vecinas y vecinos, y de sus actividades productivas.

“No tener acceso al agua para beber y cocinar, para bañarse o lavarse los dientes, para lavar la ropa, o regar las siembras y dar bebida a los animales, es una realidad que muchas veces es invisible a los ojos de los que vivimos en la ciudad. Y mucho más invisible para el resto del país, cuando se conoce al territorio de Chiloé principalmente por sus copiosas lluvias”, aseguró.

El concejal citó el estudio “Agua en Chile: Diagnóstico en 4 territorios y propuestas para enfrentar la crisis hídrica” de la iniciativa Agua que has de beber, que precisa que en Chiloé, al no tener cordilleras nevadas, no existen aguas de deshielos, “por lo que dependemos de la lluvia y la capacidad de retención de agua del suelo, el que es parte de nuestro particular ecosistema”.

Destacó, además, que se suma desde inicios de la década del 2000 la instalación de monocultivos forestales de Eucalyptus, con incentivos del Estado. Agregó que en la zona norte de la provincia se están manifestando con mayor fuerza fenómenos de degradación y cambio de uso del suelo, lo que ha traído como consecuencia problemas de acceso al agua para uso humano. “Al menos en la zona norte de la provincia, no existe una disminución de precipitaciones ya que en los últimos 20 años se constata una leve tendencia al aumento. Con esto se puede argumentar que el Cambio Climático no sería el forzante principal de la disminución en la disponibilidad de agua en los últimos años”, aseguró.

Respecto al gasto público para responder a la demanda de agua, informó que en el 2013 fue de unos $20.000.000. En tanto, este año se realizó un gasto cercano a los $142.000.000 para solventar el arriendo de 7 camiones aljibes y compra de agua potable, con financiamiento de la ONEMI y la Municipalidad de Ancud. “Además, el municipio gestiona la entrega de estanques para la recepción del agua entregada, disponiéndolos en sectores estratégicos de los sectores rurales de la comuna”, dijo.

“El Estado chileno debe hacerse cargo de este problema ahora, ayudándonos a fortalecer nuestra institucionalidad local y entregando potestad y financiamiento a los municipios para responder lo que la ley nos mandata, que es satisfacer las necesidades de la comunidad local, la que hoy necesita aseguramiento de este vital elemento”, recalcó Norambuena.

Propuestas

La presidenta de la Asociación de Consumidores y Usuarios Chiloé Activo, Diela Alarcón, mostró en detalle las conclusiones del Segundo Cabildo por el Agua en Chiloé, encuentro ciudadano que tuvo como propósitos contribuir a fortalecer el conocimiento del ciclo del agua insular para, entre toda la comunidad, lograr una gestión local que
garantice disponibilidad y calidad del vital elemento para las generaciones actuales y futuras.

Alarcón profundizó lo expuesto por Norambuena, destacando que la problemática del agua en Chiloé es un síntoma de los fuertes procesos de degradación y desaparición de ecosistemas, como son los bosques nativos, las turberas y pomponales, los que tienen directa relación con el ciclo hídrico local.

En ese sentido, destacó el trabajo que se desarrolló en las mesas sobre Comités de Agua Rural, legislación y política pública; y ordenamiento predial y el manejo integrado de cuencas, instancias que ha construido una serie de propuestas como la urgente creación de oficinas comunales dependientes de los municipios que apoyen activamente la gestión de los Comités y el fortalecimiento de su institucionalidad; la definición del agua como un elemento de la
naturaleza, donde se reconoce como un bien común y un recurso para la producción; y su priorización de la disponibilidad hídrica para el medio ambiente, anteponiendo el uso humano del agua frente a cualquier otro uso productivo.

También subrayó la necesidad de incorporar los criterios regionales en la asignación de los nuevos derechos de agua, lo que implica una revisión del método de entrega y reasignación de los actuales derechos de su aprovechamiento, además de la creación de una única institucionalidad pública que administre un nuevo Código de Aguas.

“Es necesario elaborar una estrategia de manejo predial y un programa de educación y capacitación ambiental que enfatice la importancia de la ordenación predial y el manejo de los distintos ecosistemas que participan en el ciclo local del agua; y generar inversiones para complementar la ordenación predial como la cosecha de aguas lluvias,
el tratamiento de aguas negras y grises”, dijo la dirigente chilota.

Finalmente, Javier Sanzana, integrante del directorio de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) y uno de los impulsores del Cabildo por el Agua de Chiloé, evaluó positivamente la participación de los representantes chilotes, destacando que “la invitación que se ha realizado por parte de los organizadores de estas
3º Jornadas sobre sequía y desertificación es un gran reconocimiento al trabajo que las organizaciones, quienes hemos impulsando estos Cabildos por el Agua en Chiloé y que se han realizado por más de 3 años”.

“Como parte de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, una de las organizaciones gestoras del grupo, marca un nuevo precedente. El trabajo que desarrollamos en Chiloé es serio y con una mirada de territorio, relevando la relación virtuosa entre los bosques nativos y el agua”, agregó el ingeniero forestal.