Tala indiscriminada en el piedemonte amazónico colombianoi

Deforestación pone en peligro de extinción al mono Titi del Caquetá

La supervivencia de esta especie está en manos de de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, institución a la que se envío un proyecto con el fin de obtener recursos para la compra de predios que se pretenden establecer como reserva de la sociedad civil

El mono Tití del Caqueta es un primate descubierto en la región amazónica de Colombia en el año 2010. Sin embargo, apenas ocho años después ya se encuentra en peligro crítico de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), debido al exterminio sistemático de su hábitat natural por causa de la deforestación.

A esta nueva especie la llamaron «plecturocebus caquetensis». En el equipo que la descubrió se encuentra el joven biólogo colombiano nacido en el departamento de Caquetá, Javier García Villalba, y lo consiguió mediante un estudio que reealizó del piedemonte amazónico y las llanuras aluviales del Caquetá.
El mico bonito o mono titi del Caquetá fue declarado en peligro crítico de extinción debido a que su hábitat ha perdido más de 200.000 hectáreas de bosque en los últimos 10 años, de acuerdo a los datos oficiales del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) de Colombia.

Una de las principales causas de su extinción es la deforestación, ya que la tala indiscriminada afecta severamente esta zona del piedemonte amazónico colombiano, asegura el biólogo Juan Pablo Parra.

“El enorme problema es que el hábitat de este primate es tan restringido que se estima en apenas 4029 kilómetros cuadrados (km2). No obstante, cerca del 20% de esta pequeña área de distribución del mico bonito tiene bosques en pie. Es decir, de esos 4.029 km2, solo 893 son bosques, y la deforestación avanza”, argumentó el biólogo Javier García Villalba.

«Los procesos de deforestación generan una fragmentación del hábitat de este mono y de otras muchas especies», afirmó por su parte Edersson Cabrera Montenegro, coordinador del programa de monitoreo de bosques del IDEAM.

Asimismo, el funcionario agregó que del 100% de área de distribución del mico bonito en 1990, solo queda hoy el 35% en bosques naturales. «Más de la mitad del área ya estaba transformada, pero el sistema de monitoreo de bosques nos indicaba que al menos al sur y al oriente de esa zona todavía quedaban grandes parches de bosque”, dijo.

Burocracia e ineficiencia

En el ámbito administrativo, la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia (Corpoamazonía) aún no ha definido el área de distribución del Tití de Caquetá como una de sus áreas prioritarias para la restauración, ni tampoco la ha declarado de importancia estratégica, ya que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible no reconoce a esta especie en la lista de especies amenazadas y, por ello, la deforestación en el Caquetá sigue avanzando a pasos de gigante.

Ante esta situación, la supervivencia de la especie está en manos de de la UICN, institución a la que enviaron un proyecto con el fin de obtener recursos para la compra de predios que se pretenden establecer como reserva de la sociedad civil y así propiciar la recuperación de las poblaciones de Tití del Caquetá.

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