El Cóctel letal que incrementó la Marea Roja en la Región de Los Lagos

Desechos alimenticios, deposiciones de peces, excesos de antibióticos, fertilizantes agrícolas arrastrados hasta el mar y toneladas de salmones en descomposición en el fondo marino formaron el letal cóctel que origina el mayor frente de marea roja conocido, un fenómeno poco natural que, según el senador Guido Girardi, ha provocado  “la más grave crisis ecológica del […]

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Desechos alimenticios, deposiciones de peces, excesos de antibióticos, fertilizantes agrícolas arrastrados hasta el mar y toneladas de salmones en descomposición en el fondo marino formaron el letal cóctel que origina el mayor frente de marea roja conocido, un fenómeno poco natural que, según el senador Guido Girardi, ha provocado  “la más grave crisis ecológica del último tiempo”.

El senador Guido Girardi, aseguró que la mortandad de salmones ocurrida a principios de marzo pasado y el posterior vertimiento de miles de toneladas de peces muertos al mar contribuyó de manera significativa al incremento nunca visto de un fenómeno que dejó ser natural.

Para hacer tal afirmación el parlamentario PPD esgrimió el estudio “La marea roja y crisis de la industria salmonera en la Región de Los Lagos, recientemente publicado por Jorge Weil, académico de la U de Los Lagos y Dr. en Economía U. de Paris. (Se adjunta estudio).

Girardi explica que la grave alteración del equilibrio ecológico se debe “particularmente  a la gran acumulación de nutrientes, fósforo y nitrógeno, en el fondo marino lo que favorece la floración y proliferación de micro algas como los dinoflagelados que, al crecer, disminuyen la fotosíntesis, consumen el oxígeno del mar e inician un proceso de degradación y eutrofización  del ecosistema. También inciden en su proliferación el aumento de la temperatura y de la radiación ultravioleta asociados al cambio climático”.

El senador también atribuye la situación a que la capacidad de carga de las 1302 concesiones, atiborradas una al lado de la otra, sobrepasa  con creces la posibilidad de absorberla y metabolizarla de un ecosistema limitado y frágil. “Las jaulas están saturadas porque no hubo ninguna planificación para definir la cantidad y ubicación las concesiones -muchas de ellas asignadas de manera irregular- ni  se evaluó  de la capacidad de carga del ecosistema marino de la zona”. (Se adjunta mapa).

CICLO VITAL

Siempre de acuerdo al estudio académico, Girardi señala que “se requieren tres kilos de harina de pescado para producir un kilo de salmón, por lo que se sobrexplota la pesquería nativa (merluzas y otros) –que también es consumida por los salmones fugados- y al disminuir deja de depredar el zooplancton que crece sobre alimentándose del fitoplancton, el cual no cumple con su labor de capturar CO2 y producir oxígeno por lo que se degrada el ecosistema”.

Agrega que, de las miles de toneladas de alimento que a diario se lanzan a las jaulas, sólo el 25% es consumido por los salmones y el otro 75% se deposita  en el fondo marino y junto a deposiciones  de los peces se convierten en nitrógeno y fósforo. “A lo que hay que sumarle las miles de toneladas de residuos o fouling que quedan en las redes y todos los fertilizantes químicos que se aplican en la agricultura y que finalmente van a dar al mar”, señaló el congresista y agregó que tanto los programas de limpieza de las empresas, así como la fiscalización pertinente “no existen o son insuficientes”.

COCTEL LETAL

Para el parlamentario a todo ese “cóctel letal hay que agregarle los 500 mil kilos de antibióticos que  se vierten al año –Noruega, con similar cantidad de cultivos, ocupa sólo mil kilos- los que destruyen la flora intestinal de los salmones, disminuye sus defensas contra virus y genera graves problemas de resistencia bacteriana”.

Girardi acota que el informe de Weil se señala que la proliferación de las algas produjo  una mortandad de 35 millones de peces -120 mil toneladas de salmón- y las empresas comunicaron a Sernapesca el destino sólo 40 mil toneladas. Por lo que hay 80 mil toneladas de salmón -con altos índices de antibióticos y emisión de ácido sulfhídrico- que se hundieron en las jaulas o se cortaron las redes o fueron vaciadas a corta y mediana distancia de las concesiones.

“Esto transformó el fondo marino en un cementerio y basurero de putrefacción y descomposición produciendo más nitrógeno, fósforo bacteria y virus además de disminuir la producción de oxígeno”, señala el senador.

El académico Jorge Weil precisa que “la alga marea roja no se alimenta de salmones podridos, sino que son los nutrientes y desechos del cultivo del salmón por décadas (principalmente fósforo y nitrógeno) que han deteriorado el mar y favorecido el surgimiento de algas nocivas”.

Y Weil agrega que “la mortandad de salmones y las formas en que fueron repartidos sólo aporta nutrientes adicionales en el borde costero que contribuyen indirectamente a acentuar el fenómeno”.

PRACTICA DESREGULADA

Girardi recordó que la Comisión Desafíos del Futuro, que preside, analizó en dos oportunidades el problema y que personalmente visitó la zona donde “me reuní con las autoridades y los científicos locales” y que todos concluyeron en que es “imposible separar el deterioro ecológico del ecosistema marino de una práctica desregulada e irresponsable de las empresas del salmón en el manejo ambiental de sus procesos”.

El senador afirmó que el cuestionamiento a la salmonicultura es muy anterior “en 2007, durante la crisis del virus ISA, dijimos que el daño al medio ambiente  se volvería a repetir si no cambiaban las políticas permisivas  generando problemas dramáticos que afectarían a todos los seres vivos del ecosistema”.

El parlamentario afirmó que esta “actividad se desarrolló a su libre arbitrio sin políticas que la regulen ni recursos para investigar, monitorear y fiscalizar” y exhibió un mapa donde se puede apreciar la alta densidad de concesiones en los bordes costeros de Chiloé y Aysén.

Para el parlamentario  de Santiago poniente, que desde los años 90 ha seguido de cerca el desarrollo de la salmonicultura y su relación con el medio ambiente, la responsabilidad de la “más grave crisis ecológica” es de las empresas, pero también de políticas desreguladas y falta de fiscalización.

“Creo que los afectados por una errada política estatal deben recibir la mayor ayuda que sea posible para que una familia viva con dignidad. El Estado debe mantener el orden público, pero con cautela y responsabilidad”, afirmó el senador Guido Girardi.

La marea roja y crisis de la industria salmonera en la Región de Los Lagos

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