El ecologismo de los pobres y el movimiento de justicia ambiental: “Chile es como una ideología del progreso mal pensada”

El economista catalán Joan Martínez Alier, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, autor de diversos estudios sobre cuestiones de la tierra y miembro fundador de la Sociedad Internacional para la economía ecológica y la Asociación Europea de Economía para el Medio Ambiente, llegó a Chile para presentar su conferencia sobre: El ecologismo de los […]

Por Director

22/01/2014

Publicado en

Medio Ambiente

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El economista catalán Joan Martínez Alier, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, autor de diversos estudios sobre cuestiones de la tierra y miembro fundador de la Sociedad Internacional para la economía ecológica y la Asociación Europea de Economía para el Medio Ambiente, llegó a Chile para presentar su conferencia sobre: El ecologismo de los pobres y el movimiento de justicia ambiental. “La idea de crecer que tiene Chile, destruyendo el ambiente, me parece un poco absurda”, dice Martínez Alier.

Con un auditorio rebalsado en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, el académico activista Joan Martínez Alier desarrolló una presentación a modo de pincelada de los principales puntos de su último trabajo sobre, conflictos ambientales y lenguaje de valoración. En este contexto y a principios de la conferencia, el impulsor de este llamado ecologismo de los pobres, se refirió a sí mismo como un basurero orgánico, “uno recicla las experiencias e ideas de otros”, dejando entrever uno de sus postulados más importantes como lo ha sido la idea de “ciencia con la gente” y no para o por ésta.

 

Dentro de la presentación de Joan Martínez Alier, se comprendió la mirada crítica dentro del concepto acuñado metabolismo social (una contabilidad energética y material, puede decirse, de los flujos biofísicos de las sociedades humanas), donde se observaba de manera latente cómo las idea y ejercicios de desarrollo y crecimiento surgen a costa de la gente pobre y el medioambiente. “Actualmente no existe una economía cerrada (no se recicle, no se devuelve). La economía está abierta tanto por el lado de la producción de residuos como de la extracción de recursos. Los perjudicados no sólo son otras especies no-humanas o futuras generaciones de humanos, sino que también gente pobre que protesta”.

 

En una conversación con El Ciudadano Joan Martínez se refirió a la idea del “progreso” en Chile y la controversial Ley Monsanto:

 

-Hoy las grandes empresas y los afanes de desarrollo del Estado intimidan con los discursos de sacrificio del crecimiento económico a costa una transición socioecológica, ¿qué observa y opina usted de eso?

 

Bueno la discusión de parar el crecimiento viene desde hace 40 años, desde la economía ecológica que dio lugar a la teoría de la economía de estado estacionario con Herman Daly que vive todavía. Ahora, se sabe que en países ricos crecer lleva a más deterioro ambiental -local o en el mundo- y a más cambio climático. También que a partir de cierto nivel de ingresos tampoco se comprueba que la felicidad de la gente aumente. Por ejemplo, si se pasa de 15 mil dólares al año a 25 mil, no se nota. En cambio en niveles de ingresos más bajos, de gente pobre, sí que se nota. Entonces, cómo la gente puede salir de la pobreza sin que aumente el deterioro mundial, es un tema muy importante y tiene que ver con la población mundial que no debe crecer mucho más, también tiene que ver con tecnologías distintas y con que los ricos decrezcamos un poco, sobre todo en temas de dióxido de carbono.

 

Ustedes aquí ya están con un kilovatio de potencia eléctrica por persona y el Presidente Piñera quería doblar esto -pensando sobre todo para la minería, creo yo- pero qué es mejor, ¿qué un país tenga uno, dos, tres,  kilovatio por persona?, ¿hasta dónde va haber potencia eléctrica por persona y para qué? En España, y Portugal viven con uno y viven bien. Al final todo es por esta manera de crecer como en Chile: destruyendo el ambiente, lo que me parece un poco absurdo.

-Chile está en plena discusión de lo que se ha apodado la Ley Monsanto y que ratificaría el Convenio UPOV 91, ¿Qué mirada entrega al respecto?

 

El tema de las semillas entra en lo mismo que lo anterior, porque modernizar la agricultura significa en buena parte destruir la agricultura tradicional. Y pensando en Chile, que es centro de origen de la papa en Chiloé y de muchas otras plantas y con variedades de maíz propias, me parece una lástima que se vaya por esta vía de la agricultura supuestamente moderna que simplifica la biodiversidad en vez de conservarla, la elimina y luego además gasta más energía. Ahora si a eso le suman que lleguen a usar glifosatos, que se usa para transgénicos como en la soja, saber que eso mata a la gente y las plantas. En argentina el mejor argumento contra esto son Las madres de Córdova que han hecho un juicio a la Monsanto.

 

Chile, que no es un país pobre, podría darse el lujo de apoyar la agroecología más todavía. Chile es como una ideología del progreso mal pensada, no hay un pensamiento propio. Quizás lo que hay es corrupción.

Por María Jesús Ibáñez Canelo

El Ciudadano

 

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