El negro proyecto que amenaza a Isla Riesco

Cinco grandes iniciativas de extracción carbonífera, lideradas por la sociedad formada por Copec y Ultramar, se ciernen como una amenaza medioambiental sin precedentes para la Región de Magallanes

Cinco grandes iniciativas de extracción carbonífera, lideradas por la sociedad formada por Copec y Ultramar, se ciernen como una amenaza medioambiental sin precedentes para la Región de Magallanes. Mientras, el primer proyecto en cuestión, Mina Invierno, está sólo a un paso de su aprobación definitiva.

Isla Riesco es la cuarta isla más grande de Chile. En ella se encuentra la Reserva Nacional Alacalufe, donde convive una gran biodiversidad, formada por bosques, glaciares, valles y humedales que son el hogar de una amplia cadena de ecosistemas marinos y terrestres. Pero no es su belleza natural la que hoy hace noticia: Allí también existe una de las reservas de carbón más grandes del país, cualidad que hoy amenaza al ecosistema.

Bajo la atenta mirada de la sociedad patrocinada por el Grupo Angelini (Copec) y Von Appen (Ultramar), actualmente se ciernen sobre la Isla más de cinco grandes proyectos de extracción minera a rajo abierto. El primero de ellos, Mina Invierno, estará formado por un hoyo de explotación de 3.900 metros de largo, 1.615 de ancho y 180 metros de profundidad.

Además, la excavación estará apoyada por tres grandes botaderos de material (de 60 metros de altura cada uno); espacios para la instalación minera; construcción de caminos para la circulación de las máquinas de extracción y camiones de traslado; zonas de alojamiento para los trabajadores, que son más de 800 personas.

Marcos Büchi, director de Minera Isla Riesco S.A. afirma que “efectivamente se trata de un proyecto que es valioso para el país, y que se ha preocupado de generar las mitigaciones a todos los impactos que se podían prever”.

Según lo que se proyecta, de la Mina Invierno se extraerían más de 72 millones de toneladas de carbón sub-bituminoso -de baja ley, es decir, el más contaminante-. Entre sólo algunos de los posibles efectos tras su ejecución, a los ambientalistas y las comunidades les preocupa el corte de 400 hectáreas de bosque nativo, secado completo de una de las lagunas de la isla, contaminación del mar interior Seno Otway, alteración de los ríos, el aire y los suelos a causa del polvo emanado del carbón y del uso de agentes químicos en el proceso de explotación. Para alcanzar la inmensa suma de extracción, la mina debe funcionar durante 12 años sin parar.

“La cantidad de material que se debe llevar hasta allá es enorme y a pesar de que este tipo de proyectos es rechazado a nivel mundial (sic) por la enorme contaminación que produce, acá en Chile se sigue haciendo”, señala José Vega, ciudadano magallánico que se dedica a informar a través de la red del peligro que corre Isla Riesco. “Por donde se mire, este proyecto traerá desastres a mi región, solamente para beneficiar a las empresas del norte que requieren del carbón para funcionar. Para mí, es una lástima que tanto los medios locales de mi ciudad, como el senador Bianchi y el diputado Marinovic, que tanto nos defienden, no sepan o no les quieran hacer saber de este dañino proyecto”, señala, aludiendo a los líderes políticos de la zona.

Tal como explica Minera Isla Riesco S.A, el carbón obtenido “será consumido por plantas termoeléctricas que se encuentran en funcionamiento y/o en desarrollo en diversos puntos del país, pudiendo también ser exportado a mercados internacionales”. Por medio de este primer proyecto minero, se espera dar dar pie para otras iniciativas termoeléctricas altamente contaminantes en el norte de Chile, tales como AES Gener, Eléctrica Guacolda y Termoeléctrica Castilla. Además del proyecto de Suez Energy, cuyo estudio fue aprobado por el Gobierno, de poner una planta nuclear para abastecer a las mineras.

El pasado 17 y 18 de enero, en la página del Servicio de Evaluación Ambiental, se publicaron las posturas de la Dirección Regional del Sernageomin, Secretaría Regional Ministerial de Salud, Dirección General de Aguas, Servicio Agrícola y Ganadero, Secretaría Regional Ministerial de Agricultura, Corporación Nacional Forestal, Consejo de Monumentos Nacionales, Dirección de Vialidad y el Servicio Nacional de Turismo, todos de Magallanes y la Antártica Chilena. El mensaje de estas entidades fue idéntico: “Se informa que este órgano de administración del Estado no presenta observaciones al informe de la referencia”. Así, el proyecto Mina Invierno pasa a su etapa final de evaluación en la Corema (Comisión Regional del Medioambiente).

“Es lamentable que la mayoría de los órganos públicos hayan manifestado un conocimiento conforme respecto al proyecto, sobre todo en consideración de las características inigualables y únicas del lugar donde se ubica, aparte de los efectos medioambientales que tendría”, señala la abogada de la Corporación Participa, Paula Fuentes.

NEGOCIOS SON NEGOCIOS

La inversión, sólo en Mina Invierno, alcanza los 180 millones de dólares. Dicha suma se encuentra aparte de los próximos proyectos a cielo abierto, tales como Mina Río Eduardo, Mina Elena, Mina Oeste y Mina Adela, las que aumentan la cifra prácticamente al doble. Las altas cantidades de dinero y la omisión de gran parte de sus consecuencias negativas son explicados mediante la necesidad de potenciar la energía en Chile.

Sin embargo, no todos parecen confiar en dicho argumento. “Esa es la confabulación que viene hace tiempo sobre la campaña del terror del asunto energético. Se sigue defendiendo los intereses financieros de grandes empresas porque el negocio es demasiado bueno. Construir termoeléctricas aquí en Chile es un espléndido negocio”, declara Bernardo Zentilli, presidente del Comité pro Defensa de la Flora y la Fauna (Codeff).

La eventual aprobación del proyecto Mina Invierno coincide con la nominación de Laurence Golborne como ministro de Energía y Minería. Los temores pesan sobre las asociaciones entre el Ministro y AES Gener, empresa de la cual fue gerente, ligada al patrimonio de los Angelini y Von Appen.

“Nos hacen creer que esto es por darnos electricidad, porque son tan preocupados por la realidad nacional, pero no. Esto es un buen negocio”, puntualiza Zentilli, apuntando sus críticas hacia las autoridades involucradas en el constante apoyo a los proyectos termoelécticos.

EL VALOR DE ISLA RIESCO

La instalación definitiva de Mina Invierno en la zona no sólo arrasa con la belleza natural de Isla Riesco, sino que amenaza su valor cultural, arqueológico y paleontológico. Por otra parte, se ha planteado como uno de los serios peligros para el turismo. “Aquí está rodeado de parques protegidos por ley, los cuales se verán tremendamente contaminados en cuanto se empiece a construir la mina de principio a fin y durante su operación”, asegura el joven magallánico José Vega.

La eventual aprobación del proyecto, que se aclarará con más rapidez ahora que las entidades gubernamentales se han pronunciado a favor de su instalación, ubicaría a Chile como el segundo país en el mundo con el mayor crecimiento en emisiones de CO2, pese a los numerosos acuerdos internacionales que ha firmado en apoyo al medioambiente.

La situación, poco abordada por los medios de comunicación masiva, ha generado la organización ciudadana en la que las entidades medioambientales han puesto su fe.  “Si no fuera por lo que está pasando a nivel de redes sociales lo de la Mina invierno sería muy poco conocido, porque es una localidad que está bastante alejada”, comenta Paula Fuentes, desde Participa. “La ciudadanía tiene que manifestar su opinión respecto a estas cosas, aún cuando falte muy poco para que se tome la decisión”.

Tras el visto bueno de las diversas entidades gubernamentales, el polémico proyecto Mina Invierno debe sortear el último obstáculo en su camino antes de ser finalmente aprobado: la sentencia de la Corema, criticada por el presidente de la Codeff: “Las Coremas están dirigidas por funcionarios de Estado y desaparecieron legalmente cuando el Ministerio de Medioambiente entró a funcionar y sin embargo siguen aprobando proyectos”. Y agrega: “Este es otro de esos tremendos escándalos que se producen en el país desde hace ya un tiempo”.

*El Ciudadano contactó al asesor comunicacional de Minera Isla Riesco, quien se comprometió a facilitar las labores para entregar la información oficial de la empresa. Sin embargo, hasta el cierre del artículo, la minera no había dado su versión.

Por Vanessa Vargas Rojas

El Ciudadano

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