La caída del Egipto de Cleopatra se habría originado en una serie de eventos ambientales

Una nueva investigación sugiere que el origen de la derrota de Cleopatra puede haber comenzado por una erupción volcánica masiva, que habría causado una severa interrupción de las inundaciones estacionales del Nilo, la que tuvo consecuencias devastadoras para la agricultura egipcia.

 

Suele relatarse la caída del Egipto de Cleopatra en manos de Augusto, el primer emperador romano, como una melodramática lucha de poder entre las élites del escenario histórico universal.

Cleopatra forjó una famosa alianza política con el general romano Marco Antonio, quien además fue su amante. Pero se cuenta que cuando sus fuerzas combinadas sufrieron la derrota en la batalla de Actium, la pareja se suicidó y Egipto se convirtió en una provincia del imperio romano.

Sin embargo una nueva investigación publicada en Nature Communications, sugiere que el origen de la derrota de Cleopatra puede haber comenzado una década antes, por fuerzas ambientales que van mucho más allá del control político. Se trata de una erupción volcánica masiva, que pudo haber sucedido en algún lugar de los trópicos, con una severa interrupción de las inundaciones estacionales del Nilo, la que tuvo consecuencias devastadoras para la agricultura egipcia.

El estudio, basado en registros de testigos de hielo de fechas de erupción, en el Nilómetro (antiguo método de registro de los niveles de agua del Nilo) y en la documentación de disturbios sociales del Antiguo Egipto, sugiere que una erupción volcánica gigante en el año 44 a.C. puede haber suprimido las precipitaciones, provocando hambruna, peste y disturbios sociales. En última instancia, sostienen los autores, esto puede haber debilitado el dominio de Cleopatra una década antes de su derrota en el 30 a.C, cambiando el curso de la historia mundial, como publica The Guardian.

Francis Ludlow, historiador del clima en el Trinity College de Dublín y coautor del estudio, dijo: «Hemos demostrado que estas inundaciones están relacionadas con cosas como la rebelión y la venta de tierras, y estas desencadenaron tensiones sociales».

Los historiadores comúnmente se han centrado en la espiral descendente de la dinastía ptolemaica, de 300 años de antigüedad, en la cual Cleopatra fue la última emperadora. Esta caída habría estado impulsada por las luchas internas, la decadencia y el incesto, con hermanos habitualmente casados ​​por razones políticas.

«Son retratados como estos horribles borrachos, drogadictos, déspotas mujeriegos que no pueden gobernar el país», dijo Joe Manning, historiador de la Universidad de Yale, también coautor del estudio. «Los romanos tenían una visión realmente sombría de estos tipos. Probablemente injusta», agregó.

«Tenemos una historia más compleja. Afirmamos que el ambiente y el comportamiento del Nilo fueron importantes para comprender la economía», explica Manning al diario británico.

Debido a la ausencia casi total de precipitaciones en el interior, la agricultura egipcia dependía dramáticamente de la inundación anual del Nilo. «Si la inundación no aumenta lo suficiente, simplemente no cultivas nada», dijo Ludlow. «Puede ser catastrófico».

Los gobernantes ptolemaicos desarrollaron grandes almacenes de granos para amortiguar la variación anual de las inundaciones, pero la extrema sequía siguió siendo causa de vulnerabilidad.

Los artículos muestran que la erupción volcánica más grande en 2.500 años –marcada por un aumento en el contenido de sulfato en los testigos de hielo– ocurrió en alguna parte del mundo en el año 44 a.C. Por otro lado, el equipo encontró una fuerte correlación entre las erupciones volcánicas más recientes y las severas inmersiones observadas en las inundaciones del Nilo, como muestran los datos del Nilómetro, que comenzó en el año 622.

Las erupciones gigantes inyectan grandes cantidades de dióxido de azufre en la estratosfera, que forman aerosoles que bloquean la luz solar. Esto reduce la cantidad de agua que se evapora de los océanos, y reduce las lluvias.

El equipo también encontró referencias a la hambruna, las revueltas y el abandono de la tierra en numerosos registros de papiros, vinculados a otras erupciones observadas. También, el médico de Cleopatra escribió un tratado sobre la plaga después de la erupción en el 44 a.C, que se pudo haber desencadenado tras la migración masiva a las ciudades durante una hambruna.

El artículo aparece cuando cada vez más académicos están recurriendo a los registros climáticos y a los datos genéticos y patológicos, con el fin de reinterpretar algunos de los eventos más significativos de la historia, aunque las conclusiones no son aceptadas universalmente.

«Entre los historiadores existe una reticencia a atribuir grandes eventos históricos a la influencia ambiental», dice Ludlow en The Guardian. «A la gente no le gusta sentir que lo que está sucediendo en la sociedad está fuera de su control. Han preferido explicar la historia a través de lo que decidían los grandes hombres de la historia», agrega.

«No estamos diciendo ‘desháganse de los libros de historia’, solo estamos diciendo que aquí hay una nueva perspectiva», agregó.

El Ciudadano

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