La historia del señor Bolainas: AES Gener cambia su nombre, pero sigue contaminando

La politóloga y magíster en Sociología, Pamela Poo señaló a El Ciudadano que el cambio de nombre de la empresa solo se ciñe a eso, a cambiar palabras, ya que las acciones de la compañía siguen siendo las mismas, siguen manteniendo una cantidad considerable de generadoras contaminantes en relación con las de energías limpias.

Por Felipe Cornejo Oyarce

05/05/2021

Publicado en

Chile / Medio Ambiente / Portada

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Una recurrente práctica empresarial y de marketing es, si un nombre no funciona, pasar a uno nuevo, más fresco, y eso es lo que hizo la empresa AES Gener, con fecha 4 de mayo de 21, pasando a llamarse AES Andes. El proceso había sido mencionado por Diario Financiero el pasado 23 de abril, y el martes se hizo efectivo enmarcado dentro de la AES Week.

El Sr Bolainas (izq) y el Sr Burns (der).

La mención del icónico momento de The Simpson en el título de este artículo no es al azar, el personaje hizo su mítica aparición cuando los ciudadanos de Springfield estaban en una junta en el ayuntamiento para saber que hacer con el dinero del Sr. Burns, todos dan sus opciones y justó ahí es cuando el Sr. Bolainas (Burns disfrazado con un bigote) se presenta diciendo: «Hola, soy el Sr. Bolainas y vengo de un lugar muy lejano. En fin, yo digo que gastemos el dinero en la Planta Nuclear».

Al igual que el señor Burns, la mención de AES Gener acarrea constantes recuerdos de plantas termoeléctricas, que han diezmado ecosistemas y acarreado serios problemas de salud a las personas que viven cerca de ellas. Vale recordar, en este apartado, la existencia de las generadoras a carbón ubicadas en Ventanas (comuna de Puchuncaví, región de Valparaíso), que se conoce han contaminado el fondo marino y han causado casos de cáncer en la población aledaña.

El cambio de nombre de la división chilena del conglomerado estadounidense se engloba dentro de la nueva marca AES Chile, que incluirá a AES Andes. Bajo este rebranding pretenden mostrarse como una empresa comprometida con el cuidado del medio ambiente, destacando, principal y masivamente, mediante su sitio web, las plantas solares y eólicas.

Captura de pantalla del sitio web de AES Andes

La politóloga y magíster en Sociología, Pamela Poo señaló a El Ciudadano que el cambio de nombre de la empresa solo se ciñe a eso, a cambiar palabras, ya que las acciones de la compañía siguen siendo las mismas, siguen manteniendo una cantidad considerable de generadoras contaminantes en relación con las de energías limpias.

AES Chile-AES Andes mantiene bajo su propiedad ocho centrales termoeléctricas. La empresa anunció con bombos y platillos su proceso de dejar de trabajar en base al carbón. Sin embargo, esto consistió en solo vender cinco centrales (entonces mantenían 13 bajo su control), y “cerraron” dos. Un cierre entre comillas ya que la central Ventanas 1 dejó de operar, pero Ventanas 2 sigue operando y se acogieron al Estado de Reserva Estratégica, según señaló Radio Universidad de Chile en diciembre de 2020.

Imágenes que muestran como se desarrollaba la vida diaria en verano junto a Ventanas 1 y 2 (desde el lugar y Quintero):

Chile Sustentable también publicó infografías que explican la situación:

Sumado al gigantesco daño que ha generado con la contaminación emanada de la generación energética basada en carbón, AES Gener enfrenta serios cuestionamientos debido al proyecto hidroeléctrico Alto Maipo. Dicha iniciativa busca habilitar dos centrales hidroeléctricas en la zona del cajón del Maipo.

Así lo planteó el montañista Mauricio Purto: 

El controvertido proyecto implicaría destrucción de flora, fauna y paisaje geográfico en la zona, ya que se están construyendo túneles para cambiar los cursos de aguas, con ello no habría irrigación natural de las zonas por donde los ríos han pasado históricamente. A eso se suma el cambio geológico, que implica serio debilitamiento de las estructuras naturales, con ello aumenta exponencialmente el riesgo de nuevos deslizamientos de tierra, aludes y aluviones.

Si las políticas o las prácticas empresariales no cambian, de nada sirve un cambio de nombre, el caso del real señor Bolainas.

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