La izquierda del Parlamento Europeo pide justicia para las víctimas de la petrolera Chevron en Ecuador

La conferencia 'Chevron contra Ecuador: violación de los derechos humanos en la Amazonia ecuatoriana' en Bruselas busca poner fin a la impunidad de la que disfruta la petrolera Chevron, que se niega a pagar las indemnizaciones que la justicia ecuatoriana le exige por el desastre provocado con sus derrames.

Por Marta Ubeda

21/04/2015

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Chevron Ecuador

El Grupo de la Izquierda Unitaria Europea en el Parlamento Europeo acogió en Bruselas la conferencia denominada ‘Chevron contra Ecuador: violación de los derechos humanos en la Amazonia ecuatoriana’.

El encuentro liderado por Javier Couso sirvió para dar voz a las víctimas de la multinacional estadounidense que durante más de veinte años han luchado por conseguir justicia y poner fin a la impunidad de la que disfrutan petroleras como Chevron.

El eurodiputado de Izquierda Unida, Javier Couso, difundió por el Parlamento una carta instando a la compañía estadounidense a acatar la sentencia emitida por la justicia ecuatoriana. Couso pretende con esta carta apoyar la demanda por delitos de lesa humanidad y exigir «la reparación de los daños sociales y ambientales» a la petrolera Chevron que se niega a pagar el monto que la justicia de Ecuador le exige.

La carta busca conseguir la colaboración de los estados de la Unión Europea que tengan contratos comerciales con la compañía petrolera para obligarle a cumplir con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y a respetar las leyes ecuatorianas.

La representante del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea, Die Linke recordó que «el mero hecho de que Chevron esté en contencioso contra Ecuador nos llevar a hacer una reflexión: ¿Es posible que un tribunal pueda admitir que las personas que representan a la resistencia civil sean vistos como los culpables?«, según informa el diario Tercera Información.

Pablo Fajardo, abogado que llevó hasta el Parlamento Europeo la causa de las comunidades de la Amazonia afectadas por la acción de Chevron denunció durante la jornada «el comportamiento de multinacionales como la petrolera en los países del Sur, donde se mueven con total impunidad, corrompen a muchos gobiernos, violan los derechos humanos y cuando lo hacen se sienten protegidas por nuestros países«.

Hoy Chevron victimiza a sus propias víctimas. Pero lo bueno de todo esto es que la gente de la Amazonia, no ha mendigado justicia de rodillas en los últimos 21 años 5 meses y 12 días. Están de pie y luchando de una forma increíble para lograr que Chevron cumpla con la orden judicial y se repare a las familias y que vivan con dignidad”, declaró Fajardo.

El momento más emotivo de la jornada se produjo durante la intervención de Gladys Huanca, víctima directa del desastre provocado por Chevron que perdió a varios familiares a consecuencia del cáncer. “Fallecieron por cáncer por la contaminación de las aguas. Aún ahora, 21 años después, no hay agua limpia. Las dos provincias, Sucumbíos y Orellana están totalmente contaminadas y muchas familias siguen enfermas. No entiendo qué pasa. Quisiera que Chevron diga ya que aquí está el dinero para que nosotros podamos comenzar a hacer la limpieza y las remodelaciones ambientales. Para ver que nuestros hijos se encuentran bien de salud. Es duro, pero tenemos que seguir porque no les vamos a dejar así. Para que nuestras familias y las generaciones nuevas que sigan luchando porque es la hora, que no sigan haciéndonos sufrir” declaró Huanca ante la mirada emocionada y contenida de todos los presentes.

En el año 2003, las comunidades indígenas de la provincia amazónica de Sucumbíos iniciaron ante la justicia ecuatoriana una demanda legal contra Chevron Corporation por el derramamiento de más de 80 mil toneladas de residuos en la zona de Lago Agrio entre los años 1964 y 1992 y alegando la presencia de alto índices de contaminación en la zona explotada por la petrolera.

En el 2011, un Tribunal de Primera Instancia emitió una sentencia que obligaba a Chevron a indemnizar con 9.500 millones de dólares a las comunidades indígenas afectadas por los derramamientos de residuos petroleros, pero la compañía estadounidense rehusó de entregar la cantidad de dinero reclamada por la justicia ecuatoriana. A día de hoy, la comunidad afectada continúa sin recibir indemnización alguna tras el desastre provocado por la petrolera.

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