La NASA recluta narvales para rastrear el derretimiento de los hielos en el Ártico

Un nuevo proyecto de la NASA usa una combinación de embarcaciones, aviones e instalaciones flotantes para hacer un seguimiento de dónde y con qué velocidad se están derritiendo los hielos de Groenlandia. Como hay grandes porciones bloqueadas por icebergs, lo que hace difícil su estudio, el proyecto también se vale de la ayuda de narvales equipados con dispositivos de registro coordinados satelitalmente.

El narval (Monoceros monodon) es una criatura especial, está rodeada de misterio y parece sacada de la fantasía, por esa especie de cuerno torcido que sobresale por su cabeza. Pero es un animal terrenal y sus habilidades sirven para ayudar a los humanos en el estudio del medioambiente.

Un nuevo proyecto de la NASA, llamado Oceans Melting Greenland (OMG) usa una combinación de embarcaciones, aviones e instalaciones flotantes para hacer un seguimiento de dónde y con qué velocidad se están derritiendo los hielos de Groenlandia por el calentamiento de las aguas. Como hay grandes porciones del océano Ártico bloqueadas por icebergs, lo que hace difícil su estudio, el proyecto también se vale de la ayuda de los narvales, equipados con dispositivos coordinados satelitalmente, que registran tiempos, profundidades y temperaturas.

Los científicos de este proyecto lanzaron un estudio en 2010, basado en los datos que habían recolectado precisamente usando narvales en la bahía Baffin, la porción oceánica entre Groenlandia y la isla canadiense Baffin. Ahora, la NASA y la Oficina de Investigación de Narvales han acordado financiar un nuevo estudio para observar los cambios en el hielo del Ártico alrededor de la bahía Melville, cercana a la costa del norte de Groenlandia. Se espera que este nuevo estudio también ofrezca una comprensión diferente y necesaria sobre el comportamiento de este reservado y tímido cetáceo.

Es más fácil «dejar que los narvales sean los oceanógrafos», explica la ecologista marina Kristin Laidre, pero recalca que no es tan fácil trabajar con estas misteriosas criaturas.

«Es uno de los animales peor estudiados en la historia. Son muy difíciles; son tímidos, elusivos y engañosos. Puedes pasar un mes en el campo y con suerte ver uno solo», cuenta Laidre.

Lo que sí pueden hacer es sumergirse repetida y diariamente unos 1.700 metros bajo el mar, lo que da a los investigadores una idea de esta parte del océano y de las variaciones que presenta el hielo en un área muy inaccesible.

Los narvales, conocidos como ‘los unicornios del mar’ (debido a su extraño colmillo único que en realidad es un diente), vive específicamente en las aguas heladas de alrededor de Groenlandia, Canadá y Rusia. Conocen muy bien las aguas del Ártico y son capaces de nadar por debajo de las vastas extensiones de hielo de la superficie. Al etiquetarlos y equiparlos, los investigadores recibirán información que no podrían obtener de otra manera.

«No solo los científicos se enterarán de cómo los hielos de Groenlandia se están derritiendo por el calentamiento de las aguas oceánicas, sino que tendrán acceso a más datos sobre el comportamiento de los narvales en relación con las temperaturas oceánicas, la salinidad y las condiciones del hielo en el fiordo», dice Ian Fenty a NASA Sea Level Change. Fenty es oceanógrafo de la NASA y estudia los niveles del agua y el hielo.

Por IFLScience

El Ciudadano

 

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