Una especie en peligro crítico de extinción

Las anguilas en Europa se están enfermando por las aguas contaminadas con cocaína

Las anguilas europeas en peligro crítico, expuestas a bajas concentraciones de cocaína en sus aguas, experimentan daños fisiológicos irreversibles que podrían obstaculizar el futuro de su especie, según un estudio publicado en Science of The Total Environment

Las anguilas europeas en peligro crítico, expuestas a bajas concentraciones de cocaína en sus aguas, experimentan daños fisiológicos irreversibles que podrían obstaculizar el futuro de su especie, según un estudio publicado en Science of The Total Environment. La exposición a bajos niveles de cocaína ha vuelto a las anguilas hiperactivas y les ha provocado daños musculares.

«Este estudio muestra que incluso bajas concentraciones ambientales de cocaína causan un daño severo a la morfología y fisiología del músculo esquelético de la anguila plateada, lo que confirma el impacto dañino de la cocaína en el ambiente, que potencialmente afecta la supervivencia de esta especie», dice el informe publicado.

El daño muscular irreversible podría obstaculizar la capacidad de las anguilas para migrar y desovar a 5.900 kilómetros, lo que podría tener efectos perjudiciales en un animal que ya está en mayor riesgo que los osos polares o los pandas gigantes.

Los investigadores descubrieron previamente que la cocaína puede acumularse en la carne de las anguilas y afectar su piel y niveles hormonales. Ahora, para evaluar la influencia de la cocaína en los ambientes de agua dulce, los investigadores estudiaron el efecto de la droga en el músculo esquelético de 150 anguilas maduras (10-15 años) guardadas en tanques con 20 nanogramos de cocaína por litro.

Otras anguilas se mantuvieron en tanques de agua salada no contaminada, como control. Las anguilas en los tanques de cocaína no solo nadan más rápido (la cocaína es un estimulante motor y aumenta la vigilancia y la conciencia), sino que su músculo esquelético mostró evidencia de lesiones graves, con inflamación y fibras musculares rotas. Estas lesiones aún estaban presentes incluso en anguilas que se recuperaron durante tres a diez días.

Los autores señalan que las drogas pueden abrirse camino hacia las aguas superficiales y el agua de mar, tanto por lo generalizadas que están como por la ineficiencia al eliminarlas de las aguas residuales (solo el 50%). Las vías fluviales de todo el mundo contienen bajos niveles de drogas, tanto recetadas como ilegales, que pueden dañar a los animales que viven en ellas y a los humanos que las beben. Solo en EEUU se han encontrado medicamentos descartados como antibióticos, hormonas, anticonceptivos y esteroides en el 80% de los ríos y arroyos (de acuerdo a la muestra), lo que podría contaminar el agua potable de 40 millones de estadounidenses.

Un estudio no relacionado encontró que los antidepresivos estaban causando que los estorninos se alimentaran menos, mientras que los anticonceptivos estaban reduciendo las poblaciones de peces en los lagos de agua dulce. En hábitats de agua dulce, donde se encuentran típicamente estos medicamentos, hasta tres cuartos de los peces y anfibios habían desaparecido.

Además, dado que la cocaína se acumula en la carne de las anguilas, las personas que las consumen también podrían estar consumiendo bajos niveles de la droga.

Fuente: IFLScience

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