Megaplanta salmonera afecta el hábitat del cisne de cuello negro al sur de Puerto Natales

La pérdida y degradación de hábitat, las perturbaciones humanas y la contaminación son parte de los efectos que genera el proyecto industrial Planta Procesadora de Salmones Puerto Demaistre de Australis Mar S. A

Megaplanta salmonera afecta el hábitat del cisne de cuello negro al sur de Puerto Natales

Autor: Leonardo Buitrago

Los pastos marinos forman praderas en ecosistemas costeros de baja profundidad. Contribuyen con la productividad biológica y la producción de oxígeno, y son consideradas especies claves para la mantención de la biodiversidad local. Generan estructuras que ofrecen alimento, hábitat y las condiciones necesarias para que otros organismos que crecen fijos en el fondo marino, que forman parte de la comunidad ecológica, desarrollen sus primeras etapas del ciclo de vida. Además, son sitio de resguardo para peces, moluscos y crustáceos, y a su vez, sustentan la vida de aves y mamíferos marinos.

Los pastos marinos contribuyen con el secuestro de carbono en rizomas y raíces, y otorgan estabilidad a los sedimentos, reduciendo la erosión. Los sedimentos estabilizados permiten una buena calidad y transparencia del agua. Además, la estructura tridimensional de los pastos marinos forma una barrera que disminuye la fuerza de las corrientes, protegiendo las zonas costeras. Se reconocen como bioindicadores de las condiciones ambientales y tienen un rol socio-ecológico y económico en los ecosistemas costeros. A pesar de su importancia, la superficie de praderas marinas en el mundo ha disminuido rápidamente en los últimos 60 años por las actividades antrópicas como el dragado, la acuicultura y el anclaje para embarcaciones.

Foto: Beatriz Castro.

Las praderas marinas han sido muy estudiadas en otras partes del mundo. Sin embargo, los pastos marinos en los fiordos del sur de Patagonia no han recibido la misma atención. Ruppia filifolia, el pasto marino más austral del mundo, es tan productivo como otras especies de Ruppia en otras latitudes. En la Región de Magallanes, al sur de Puerto Natales, en el Canal Señoret, Ruppia filifolia forma una praderas marinas que forman parte del hábitat y fuente de alimento para poliquetos, bivalvos, peces y el cisne de cuello negro, flamencos chilenos y cisnes coscoroba, clasificados en categorías Vulnerable y En Peligro de Extinción, entre otras conspicuas especies de avifauna que habitan el canal.

A pesar de la fragilidad de este ecosistema, el proyecto industrial Planta Procesadora de Salmones Puerto Demaistre de Australis Mar S. A., se aprobó ambientalmente mediante Resolución de Calificación Ambiental el 15 de enero de 2019, habiendo sido evaluada mediante Declaración de Impacto Ambiental. Actualmente se encuentra esperando el fallo del Tercer Tribunal Ambiental por la reclamación presentada por las comunidades que se oponen al proyecto por sus impactos ambientales. El proyecto, ubicado al sur del límite urbano de la ciudad de Puerto Natales, a orillas del Canal Señoret, se encuentra dentro del polígono de Zona de Transición de la Reserva de la Biósfera Torres del Paine y tiene impactos en el paisaje de una Zona de Interés Turístico (ZOIT), donde el canal otorga una belleza única, al ser escenario y protagonista del turismo de intereses especiales, como el avistamiento de aves, entre otras actividades.

El proyecto, que pretende procesar 71.280 toneladas anuales de salmón, podría poner en riesgo la disponibilidad de agua para la ciudad de Puerto Natales por los altos requerimientos para la operación. Se ha perseverado con su construcción, que incluye la instalación de un ducto de succión, emisario submarino y salmoducto en el medio marino en el Canal Señoret, que han significado la remoción del fondo marino con maquinaria pesada, generando una destrucción directa de las praderas de Ruppia y la afectación de la comunidad biológica sostenida por esta especie.

Área de concesión marina de Australis Mar SA. que afecta el hábitat de los cisnes de cuello negro. Foto: Beatriz Castro.

La remoción del fondo marino, además de generar un impacto directo por la destrucción de las praderas marinas y sepultación por sedimentos como consecuencia de la remoción del fondo marino, significa un incremento en la turbiedad del canal por la suspensión de sedimentos. La turbiedad del agua disminuye la penetración de la luz y la  depositación de estos sedimentos puede afectar a los organismos que crecen fijos en el fondo marino y la capacidad de fotosíntesis de las praderas que no hubieran sido afectadas directamente.

En el proceso de evaluación ambiental, Australis Mar S. A. estimó que no existirían efectos adversos significativos sobre las praderas de Ruppia filifolia, y señaló que no se alterarían las condiciones que hacen posible el desarrollo de las especies de aves marinas que dependen de dicha planta marina. Además, la empresa se comprometió a realizar las actividades de construcción en el borde costero, mar y fondo de mar en una época distinta de la de reproducción y nidificación del cisne de cuello negro. Sin embargo, el período de cortejo ya ha comenzado y las obras continúan, siendo que las causas de la declinación en las poblaciones de cisne de cuello negro son la pérdida y degradación de hábitat, las perturbaciones humanas y la contaminación. Justamente, los efectos que genera este proyecto.

Video de Beatriz Castro.

La omisión de impactos declarada por Australis Mar S.A. sobre el fondo marino, las praderas marinas y sus consecuencias sobre el ecosistema, además de los que tendría posteriormente la operación del proyecto, una vez, más ponen en duda la rigurosidad con la que el Servicio de Evaluación Ambiental lleva a cabo el proceso y otorga resoluciones que no se condicen con los compromisos del país por conservar la biodiversidad, el derecho de las personas a vivir en un medio ambiente libre de contaminación y los objetivos de desarrollo sostenible. Se autorizó un proyecto que perjudica el desarrollo de actividades económicas sostenibles para Puerto Natales, como el turismo de la naturaleza, y que atenta contra la identidad natural del territorio. La belleza y singularidad de nuestros paisajes naturales, la riqueza y complejidad de nuestros ecosistemas naturales aún por descubrir, se ve nuevamente degradada por un proceso de evaluación ambiental insuficiente. Esperamos que el Tercer Tribunal Ambiental pueda establecer medidas que permitan conservar nuestro patrimonio natural y deje sin efecto la autorización del proyecto, para el uso y goce de las generaciones presentes y futuras, considerando que el cuidado de la naturaleza es una inversión en el largo plazo. Al conservar un medio ambiente sano, garantizamos nuestro propio bienestar y buen vivir.

Por Fernanda Salinas y Beatriz Castro.

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